11:55pm.

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Los pasos lentos guían al hombre que sin pensar mucho se deja llevar en un momento disociado, su corazón está tranquilo después de años pero la nostalgia que invade su alma y memoria lo abruman constantemente, sus lágrimas jamás dejaron de caer por aquel ser humano.

Se detiene frente al lugar y observa con detenimiento mientras entre sus manos se encuentra un gran ramo de flores, su vestir era aquel que tanto disfrutaba ver su amado y el perfume uno tan dulce que Carlos parecía adorarlo; Sergio suspira dando inicio a su camino.

"¿Te molesta si te hablo de mi amor?" El tapatío anda en silencio, su memoria recuerda cada uno de sus momentos juntos donde se siente tranquilo, acepta que los años que han pasado siguen sintiéndose como días. La última vez que visito a Carlos fue después de su carrera, aquella donde le dedico el triunfo más hermoso de toda su vida e historia dentro de la fórmula 1, jamás pensó que sería tan difícil mantenerse alejado y con un constante manejo de emociones, quizá la mayor parte del tiempo solo congelo sus emociones pensando en que seguía con su vida como siempre.

Anduvo caminando por minutos alrededor de todo aquel cementerio y cuando llego observo la tumba que marcaba el nombre de su amado, un nudo en su garganta lo hace sentir tan indefenso que solo puede siente  su cuerpo caer a los pies de donde su amado se encuentra, Sergio no puede más, jamas dejaría de llorarle. Aprieta sus labios colocando el ramo de flores justo a la par de su nombre y con una suave caricia remarca la letras doradas.

Carlos Sainz Jr.

Un sollozo es cruelmente evidente dejando que el tapatío se suelte, sus ojos se bañan en lágrimas dejando que sus mejillas se humedezcan rápidamente.

Han pasado 4 años desde que había dejado su mundo, desde que supo que su destino había cambiado en su totalidad dejando al hombre perdido en un gran mar de incertidumbre y dolor, Sergio jamás reprocho lo que su novio hizo. Fue doloroso, su alma fue arrancada junto al último aliento que Carlos dio.

"¿Te molesta? Aguanta porfavor, te lo juro estoy apunto de olvidarte.." Fue una mentira, Pérez durante todo ese tiempo nunca pudo soltar lo que su amado era para él, todo el tiempo vivía bajo su imagen ficticia deseando como nunca que Carlos llegara después de una carrera y que ambos pudieran pasar la noche, anhelaba solo la idea de poder sentir su calor.

Sergio levanta su mirar, la tumba frente a él sigue igual que la última ocasión en la que llegó a verle, sube con cuidado importando muy poco que su ropa pueda ensuciarse, recuesta su cuerpo boca abajo y cierra los ojos mientras lagrimas se deslizan lentamente, su corazón sigue aferrado a quien pretendía tener a su lado eternamente. "Dijiste que podría recostarme contigo siempre.." Susurra el tapatío mientras la brisa remueve sus cabellos, el silencio absoluto causa un pequeño vacío en su pecho provocando que más lágrimas bajen por su rostro.

El duelo de una muerte es difícil, para muchos algo insuperable y para otros algo donde se acostumbran a la ausencia de la persona, lo triste es que aquellas personas siempre esperan a que se vuelvan a ver. Un pequeño destello de esperanza que los deje verse una ocasión solo para poder decir todo lo que en algún momento no pudieron, un abrazo, un beso, solo un "te amo."

Pérez deseaba todo eso, incluso llegó a soñarlo más de una vez, siempre tenía a Carlos frente suyo y sin hablar solo se observaban admirando al contrario, un silencio que dejaba de ser doloroso después de mucho tiempo.

"Mis días son distintos desde que no estas, Daniel sigue adelante y a veces viene a casa." Sigue hablando en voz baja Sergio, su mano da suaves caricias a la zona donde se encuentra marcando el nombre de su amado y suspira dejando a la vista todo su dolor, no puede más con ello. Siempre que habla de Carlos siente el nudo en su garganta y pierde total control de lo que pueda decir.

Mi noche | Cherlos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora