LA SANGRE DETRAS DE LA MAGIA [ALIANZA]

Capítulo 1

SOMBRA I ENCUENTRO

Desde la noche en que la abuela Uraly falleció, mi estadía es incierta. Debo estar en constante movimiento por los rincones del bosque oscuro, aquel donde se alzan los árboles más altos de todo el valle y donde las criaturas salvajes atacan. Como bruja verde, he sido advertida desde niña sobre los peligros de este lugar, pero no hay muchas opciones cuando eres la presa de unos colmillos afilados. Además, pensé que el libro viejo que me había dado la abuela era sobre refugios, hechizos y magia poderosa, incluso llegué a pensar que era la clave para matar vampiros, pero resultó ser solo un conjunto de palabras sin sentido y con una letra antigua que ni yo entendía, por mas bruja que fuera.

Mis pasos son cautelosos mientras camino más profundamente en la oscuridad. Mis acciones eran más riesgosas últimamente, pero ya no quedaban lugares donde esconderse. Un crujido sutil rompe el silencio a mi alrededor. Instintivamente, me detengo y mi corazón se acelera; el viento lleva un susurro gélido que me eriza la piel, una advertencia de que algo no está bien. Mis ojos escrutan las sombras, buscando cualquier indicio de peligro.

Una sombra muy peculiar está en lo profundo. Trago con fuerza.

¿Qué criatura podría ser?

Un escalofrío recorre mi espalda cuando reconozco los ojos ámbar que brillan con una luz interna de antaño. Es un vampiro, una criatura de leyendas y temores nocturnos, la criatura de la que la abuela Uraly me advirtió.

―Hija mía, acércate ―escuché a mi abuela en su agonía.

Sus brazos estaban fríos como el hielo y sus ojos ya se estaban marchitando, indicio de que la muerte ya estaba por llegar a una bruja verde.

―Sabes bien que las criaturas nocturnas nos acechan en las noches porque conectamos con la magia más fuerte. ―Tosió inesperadamente. ―Hija, no utilices ningún tipo de magia en la noche o te descubrirán. Escóndete y no dejes que te atrapen, tampoco te dejes engañar por sus encantos o belleza.

―Abuela Uraly... ―tomé su mano suavemente para apretarla―, no puedo si usted no está conmigo.

―Elystia, escúchame bien, tú... ―tosió de nuevo, pero con más fuerza―; tú llevas mi sangre, eres fuerte. Por eso viví mucho tiempo. ―Dio un largo suspiro. ―Le prometí a tu madre que no te lo diría, pero ya me queda poco tiempo, y las criaturas que nos acechan son peligrosas.

―Lo sé, abue...

―Escúchame, en mi pasado derroté a uno, a un vampiro. ―Me sorprendió oír eso, pues las brujas eran vulnerables ante ellos―. No te niego que era muy guapo, alto y elegante; pero era mi vida o la de él. No tuve otra opción y enterré mi daga en su pecho. Junto al poder de las brujas verdes, su cuerpo quedó hecho pedazos, pero...―me entrego debilmente un libro viejo,―pero... a veces no salen muy bien las cosas...

Eso quiere decir que sí hay posibilidad de matar a un vampiro.

―¿A qué te refieres que no salen bien las cosas?―frunci mi seño.

― ¿Sabes por qué las brujas verdes son más cazadas que las brujas rojas? ―Negué con la cabeza. ―Porque a medida que crecemos, nuestro poder es más fuerte. Nuestro poder es la tierra, los árboles y los animales; tenemos la capacidad de acabar hasta con seres que no son de este mundo y nuestra sangre es vida como muerte, una armonía perfecta. Sé que podrás encontrar una respuesta...―sonrió cálidamente mientras su mano caía sobre aquel libro viejo.

Mis manos buscan instintivamente la daga oculta en mi cintura, preparada para defenderme. Tenso cada músculo, agudizo mis sentidos.

Estoy lista para el enfrentamiento que sé que es inevitable, abuela Uraly.

El vampiro avanza hacia mí con pasos gráciles, su figura envuelta en sombras por la luz de la luna lo hace ver más intimidante. Una promesa de muerte y vida entrelazadas en un hecho desde tiempos antiguos.

―No soy una presa fácil, vampiro ―respondo con voz firme, aunque mi corazón late desbocado dentro de mi pecho.

El bosque se convierte en un escenario de confrontación silenciosa, donde cada movimiento es calculado y cada palabra sopesada. Mis sentidos están alertas, mis pensamientos claros a pesar del miedo que se cierne como una niebla espesa.

Quedando a tan solo un metro de mi, su altura me intimidaba aún mas por alguna razón, su cabello era lo mas hermoso que habría visto en toda mi vida, era un plateado como la luna y rayos negros; Una de sus manos se extendió hacia mi, como si tratara de agarrarme desde esa distancia, levante mi daga y bufe con odio y recelo. Soltó una riza juguetona mostrando sus largos colmillos; nos interrumpe sin previo aviso, el sonido de voces humanas que resuenan entre los árboles y antorchas que arrojan destellos de luz que cortan las sombras con precisión mortal.

¿Humanos en el bosque oscuro?

Nos miramos brevemente sin palabras; su expresión mostró fastidio por las voces en el bosque. Suspiró sin perder el contacto visual y lamió sus labios con ansias, como si apenas comenzara un juego. Desapareció sin previo aviso entre las sombras, dejándome sola y aún más confundida.

―No hueles nada mal ―quedé sin aire al instante.

El susurro tan repentino se sintió tan cerca que mi cuerpo se enfrió de pies a cabeza. Estaba perdida si este vampiro tenia en la mira mi olor y mi sangre.

―Elystia, no estás a salvo ―anunció el bosque.

―Me pudiste avisar mucho antes, ¿no crees?―Susurro para mi misma como respuesta.

Con el corazón aún martilleando en mi pecho, consciente de que este encuentro solo marca el inicio de un conflicto que podría cambiar el curso de mi destino.

Retrocedo lentamente sin apartar la vista de las antorchas para no perderlas de vista. Era muy raro que los humanos se adentren tanto al bosque oscuro, a menos de que quieran asesinar o ser asesinados.

―¡Encuentren a cualquier criatura con magia! ―anunció un humano a lo lejos.

¿Criatura con magia?

El viento chocó contra mi espalda con fuerza y una gota de agua fría resbaló por mi rostro.

¿Por qué sentí su presencia hasta ahora?

Me giro bruscamente y veo a un hombre alto con ojos oscuros. Frunzo el ceño con desagrado, me resultaba familiar su esencia, pero nunca lo había visto antes, ya que nunca me alejaba de la abuela y su refugio hecho con magia. ¿Quién demonios era?

― ¡SEÑOR, UNA BRUJA AQUÍ! ―gritó aquel hombre.

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A L I A N Z A

FUE UN CAPITULO CORTO LO SÉ!

NO ENTENDÍ NI MADRES, SOLO SÉ QUE ELYSTIA ESTA ESCAPANDO DE SER UNA PRESA ENTRE DEPREDADORES...

PERO BUENO, BESOS CRIATURAS MAGICAS :3

Att: Demir♡