Capítulo 3

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Cuando Milk llegó a casa se sentía tan débil, que su padre, Mike, debió subirla hasta su habitación. Se durmió casi de inmediato.

"Estúpidos efectos secundarios" Pensaba ella cada vez que la debilidad la atacaba luego de una diálisis. "Estúpida enfermedad" Agregaba con tristeza.

Cuando su cuerpo le indicó que ya había dormido más de lo que necesitaba, Milk se sintió lo suficientemente bien como para bajar las escaleras y cenar junto a su familia lo cual transcurrió casi con normalidad.

Casi...

Taylor: Milk -La llamó su hermana.

Milk volteó a mirarla, demostrándole de esta forma que la estaba escuchando- ¿Quieres salir a dar una vuelta conmigo y Chris?

Clara: Hija, sabes que su corazón está débil y no puede hacer ese tipo de esfuerzos...

Taylor: Entonces... podríamos... solo salir al jardín y mirar las estrellas.

Clara: Taylor, ella está cansada después de la diálisis... Solo... Déjala descansar.

Chris: ¡Deja que Milk hable, mamá! -Pidió exasperado.

Mike: ¡No le hables así a tu madre, Chris!

Chris: ¡Entonces dile que le permita a Milk hablar! ¡Ella no es muda!

Milk: Yo... yo solo... -"Idiota, la voz no debería fallarte" Se reprendió a sí misma.

Clara: Ella hará lo que sea mejor para su salud, y lo mejor para su salud es quedarse acá en casa.

De repente Milk comenzó a chasquear los dedos. Era algo que hacía cuando estaba estresada, indecisa o confundida. Mientras su familia discutía en la mesa ella los miraba sin saber que decir, chasqueando los dedos sin ser consciente de este acto.

"¡Haz algo! ¡No dejes que peleen por tu culpa!"

Taylor: ¡Tiene dieciocho años, mama! ¡Ya no es una bebe!

Claro: ¡Pero ella está enferma!

Esto fue lo que hizo a Milk reaccionar.

En un ataque de ira la chica de ojos marrones lanzó su plato al suelo y se levantó de la silla increiblemente frustrada, chasqueando los dedos inconscientemente.

Mike: Milk, mi amor... Tranquila. Te puedes hacer daño.

Milk: ¡NO SOY UNA ESTÚPIDA ENFERMA, MAMÁ!

Y con toda la velocidad que le permitían sus débiles piernas, Milk subió a su habitación y cerró con llave aunque sabía que su madre tenía varias de emergencia, lo cual convertía éste acto en algo inútil.

Enojada con su madre, con su familia y consigo misma, Milk se lanzó sobre la cama y comenzó a llorar.

¿Por qué no podía ser normal? ¿Por qué no podía simplemente tener una ligera gripe de vez en cuando? ¿Por qué no podía simplemente tener malas notas en la escuela? ¿Por qué no podía ser solo una niña estudiosa encerrada en una biblioteca? ¿Por qué tenía que ser la puta niña enferma que siempre parecía estar a punto de morir?

Clara: Milk -La llamó su madre delicadamente a través de la puerta-Milk, por favor, abre la puerta. Quiero... Quiero hablar contigo.

Milk: ¡YO NO QUIERO HABLAR CONTIGO!

Clara: Hija, por favor, tranquilízate, no hagas ninguna locura.

Milk: Déjame morir, mamá... -Suplicó con lágrimas en los ojos.

Clara: ¿Qué?

Milk: ¡QUE ME DEJES MORIR! ¡YA NO PUEDO SALIR DE ESTA CASA! ¡YA NO PUEDO VER A TON SI NO ES EN LAS DIALISIS!¡NO PUEDO HACER NADA POR MI MISMA! ¡NO ESTOY VIVA, MAMÁ! ¡ESTO NO ES VIDA! -Estalló-... Me estoy muriendo -Sollozó.

La Chica de la VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora