Éste es un One shots de Patricio O'ward y Charles Leclerc con la lectora que pues claro le pondré nombre ya que a muchos no les gusta el Tn pero bueno los que quieran piensen que es Tn, claramente eres tu como lectora pero con nombre, claramente es...
Éste "capítulo" por así decirlo, tiene contenido sexual🔞 así que por favor leer bajo su propio riesgo, yo no quiero problemas y sé que ustedes tampoco*
[...]
Ser novia de Patricio O'ward es increíblemente divertido. Todo el tiempo riendo, divirtiéndonos y follando en cualquier lugar que se nos ocurra. Muchos dices que es por la etapa de "luna de miel", pero sé que es diferente. Jamás me había sentido de esta forma antes respecto a nadie.
-Te tengo una sorpresa...-Me besó.
-Dime que.-Dije emocionada.
-¿Recuerdas que te dije que necesitaba una excusa para tatuarme?-
Asentí.
Se bajó un poco el cuello de su playera de licra, esa que remarcaba sus abdominales por sobre la tela.
Una M, mi inicial, tatuada en su pecho, justamente donde se encuentra el corazón.
-Estás loco, Patricio!.-Lo empujé amistosamente.
-La mayoría de las personas dirían al menos un "gracias"-Bromeó.
Una de las cosas que más me gustan de él, es lo impulsivo que es. (En el buen sentido, claro, no de forma agresiva)
-¿Qué pasa si terminamos?-Dije repasando la letra con mis dedos.
-Oh pero no vamos a terminar, jamás te dejaría ir.-Dijo.
Sonreí.
-Pato, eso es realmente muy romántico, honestamente yo...-No pude terminar porqué me interrumpió.
-¿Entonces qué? ¿Me vas a dar una mamada antes de la carrera, o...?-Dijo.
Solté una risa.
Rápidamente desabotoné su pantalón y metí mi mano bajo sus boxers, tomándolo por sorpresa.
Me tomé mi tiempo para descender frente a él. Sé que lo vuelve loco.
Su actitud pedante estaba completamente justificada luego de ver su longitud.
Lo maturbé, subí y bajé como sé que le encanta, recibiendo gemidos y jadeos de su parte. Otra cosa que me encanta de él; nunca se queda callado, mucho menos en la intimidad.
Finalmente, metí su polla en mi boca, y en el momento en que mis labios hicieron contacto con ella, hizo una coleta improvisada con mi cabello, marcando el ritmo. Estoy hecha un desastre frente a él, pero sé que me gusta verme así; a su merced.
-Quiero follarte...-Jadeó viéndome desde arriba.
Me saqué su miembro de mi boca.
-Ls mayoría de los pilotos y deportistas no tienen sexo antes de su evento deportivo para no estar cansados ¿Sabías?-Le comenté.
-Pero yo soy Patricio O'ward, mi amor, hago maravillas.-
Si que las hace.
-Patricio, vas a correr en menos de hora y media.
-No, me voy a correr antes, te lo garantizo...-
Solté una carcajada.
-Bien, pero no será mi culpa si pierdes.
-No voy a perder, eres mi amuleto de la suerte.
Me acosté sobre la cama con él, posicionándose sobre mí. Sus labios atacan los míos, y deja un recorrido de besos que termina por detenerse en mis pechos. Le gustan mucho mis pechos son como sus dulces favoritos. Mordisquea mis pezones, su lengua los rodea mientras hace un intento por mirarme durante el proceso. Podría correrme solo viendo esa imágen.
Finalmente, y sin previo aviso, lo sentí dentro de mí, llenándome por completo. Comenzó a moverse de inmediato. Sabe que me acostumbré a su tamaño hace mucho tiempo.
Se incorpora para tomarme mejor; una mano sobre mi cuello y la otra sobre mi cintura, usándome de soporte para avivar sus embestidas. Sonríe con satisfacción cuando jadeo su nombre cuando toca un punto peculiar dentro de mí.
-Te gusta eso, ¿Eh?-
-Patricio...-Jadeé.
Echó la cabeza hacia atrás, y ví sus músculos tensarse.
-Quiero correrme dentro de tí...-
Gemí ante la idea.
-Quiero veete en el Paddock sabiendo que sigo dentro de ti...-Gimió.
Sus obscenas palabras me excitaron más de lo que pensé.
-La última vez hicimos eso y gané, así que quiero repetirlo...-Jadeó aumentando la velocidad de sus embestidas.
-Patricio...-Gemí.
-Quiero tener la certeza de que estés en el paddock y que sientas mi semen deslindando entre tus pliegues.
Besó mi cuello y comenzó a masturbar mi clítoris. Odio que me conozca tan bien. Las sensaciones que me está proporcionando nublan mi visión, y sé por la seductora sonrisa en sus labios que él lo está disfrutando tanto como yo.
-¿Qué dices, preciosa? ¿Quieres ser mi amuleto de la suerte una vez más?-
Rasguñé su pecho, presa del placer que me está proporcionando.
-Agh, sí! Hazlo, quiero sentirte dentro de mí.-Gemí.
Pronto ambos fuimos un torrente de fluidos del otro, y no paró sus embestidas hasta que se sintió vaciar dentro de mí.
-Muy bien, bonita, ¿Lista para ser la chica más bonita del paddock?-Me ayudó a ponerme de pie.
-Depende, ¿Listo para ganar Mónaco?
-Ahora sí.
No está de más decirlo, pero ganó la carrera.
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