Invierno mi época favorita del año. Estaba sentada en las bancas viendo a un grupo de chicos jugando futbol,cuando una pelirroja de alrededor de 17 o 18 años se sentó a mi lado.
"Y cómo te diste cuenta de que él era el indicado?" preguntó la pelirroja.
"Disculpa?" respondí, sin estar segura si la pregunta era para mí. Mientras ella me miraba de reojo, admiraba a un grupo de chicos jugando fútbol.
"Tu anillo en tu mano, es pequeño pero brillante y bonito, es discreto pero caro", me miró algo confundida.
Nunca había prestado atención a eso de los anillos de compromiso, y era la primera vez que alguien me hacía un comentario al respecto.
"¿Estás embarazada?" preguntó la pelirroja.
"NO", respondí, atragantándome con mi saliva.
"Okay, entonces están enamorados?" preguntó de nuevo.
"Lo estamos", respondí.
Hubo un silencio incómodo que nos dejó a ambas sin palabras.
Tú estás enamorada?" pregunté, viendo cómo la pelirroja se sonrojaba. Descubrí hacia dónde iban sus preguntas.
"Cuál de ellos es?" respondí, mientras admiraba el campo de fútbol.
"No es ninguno, al parecer hoy no vino a entrenar", dijo ella.
"Es solo que este chico me hace sentir rara", explico la pelirroja. Se hace el fuerte con todos, pero cuando está conmigo puedo ver su fragilidad. Pero después se vuelve distante y eso me confunde bastante."
"Te doy un consejo?" La mire con compasión mientras me acomodaba en las bancas.
"-Olvídalo, aléjate de él y disfruta tu vida. Si alguien más aparece, está bien", respondí.
La pelirroja se sorprendió ante la respuesta.
"Pero sé que él puede cambiar", dijo mientras jugaba con su collar.
"Sé que ahora piensas que él te necesita y que eres la única que lo entiende, pero no todos cambian y él no merece tus desvelos ni tus lágrimas."
"Al parecer todas tuvimos a alguien así", dijo ella.
"Al parecer, casi todas."
"Quiero escucharla, su historia con su prometido, ¿puede?" me miró con esa cara de perrito atropellado y no pude resistirme.
Dí un gran suspiro*
-.Un día estaba tratando de tener inspiración. Todo estaba a mi favor: una tarde lluviosa, el aroma de una casa limpia y acogedora con ciertos toques de lavanda o vainilla por el difusor, y mi playlist de Spotify lista para escribir. Sin embargo, ninguna de las canciones me hacía sentir algo.
(Tiempo atrás)
He limpiado, cocinado, horneado e incluso compré un difusor para ambientar el hogar, lavanda-vainilla. Muchos pensarían que es un aroma muy dulce, pero no, es el aroma perfecto para alguien que necesita estabilidad, para alguien que quiere serenidad. Yo necesitaba un poco de equilibrio en mi vida. Mi mente estaba ocupada, pero eso no significa que mi corazón también lo estuviera.Justo cuando ya había hecho todos mis pendientes, sentí que me faltaba algo. Mi mente no lograba descifrar qué era; pero mi corazón lo sabía perfectamente.
No debía darle importancia, tenía cosas más importantes en qué pensar, como la publicación de mi novela. Necesitaba inspiración, y él era mi fuente de inspiración.
Me dije a mí misma que me dejara de tonterías y me concentrara en mi objetivo. Tomé la laptop y comencé a escribir algunos 'capítulos', aunque sabía que aún eran solo borradores."Tap tap tap -. Podía escuchar el sonido de mis dedos chocando con las teclas, lo que significaba una cosa: mi playlist ya no me daba inspiración.
-"A este paso, me quedaré en la ruina", me dije mientras me tiraba en el sofá, apartando la laptop. ¿Por qué era tan difícil escribir ahora? ¿Por qué todo parecía confuso? Me encontraba atrapada en un temido bloqueo y necesitaba resolverlo, pero ¿cómo lo haría?.
Afortunadamente, tenía capítulos adelantados, pero me preguntaba qué pasaría si mi bloqueo durara más de lo esperado.
De repente, escuché el sonido del teléfono.
"Ring ring ring". Mis pensamientos se vieron interrumpidos mientras miraba la pantalla y veía una notificación de mensajes.
Decidí abrir el mensaje para ver qué decía...
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Esto es amor?
RomanceUn mundo donde el amor y la desilusión bailaban en cada esquina, Olive se encontraba atrapada en un laberinto emocional. A través de sus palabras, exploraba el dilema de cómo el amor propio podía ser eclipsado por el amor a otra persona. Con cada ca...