Capítulo 4

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Jungkook

Regreso a mi oficina y me dejo caer en el asiento, suelto un suspiro mientras miro al techo sin saber cómo actuar después, no soy un hombre para relaciones serias, nunca lo he sido, mi relación más duradera duro un mes, y bueno mi matrimonio no cuenta porque para mí no es más que una atadura, tuve que hacerlo para satisfacer a las familias implicadas, por compromiso, no por placer, por supuesto jamás dejaría mi placer de lado por hacer feliz a alguien más, siempre me pongo yo primero y eso incluye a mis familiares, eso incluye a mi hermanita.

Primero yo, después yo, y si queda un poco de espacio entonces también es para mí.

Soy militar, si, mi deber es proteger y salvaguardar, sin embargo no soy un héroe, y no pienso convertirme en uno, siempre he dicho que soy el villano y el héroe, pero en mi propia historia de mi propia vida porque solo yo puedo destruir mi mundo y solo yo soy capaz de salvarlo.

Anoche me sorprendí, me molesto demasiado, yo tenía planes, tenía el resto de la noche planeado en mi cabeza, estoy seguro de que si Emily no hubiese llegado hubiese hecho tantas cosas con su novio, el capitán Park, ellos dos no son compatibles, ella es una niña en todos los sentidos de la palabra, ella no puede darle lo que yo sí, ella jamás provocara en él lo que puedo hacer que sienta, pero ella es mi hermana, nunca me ha importado demasiado pues yo me crie con el presidente y a ella la crio Isabella, la educo como si fuera una princesa y aunque es militar es demasiado dócil, demasiado sumisa, demasiado amargada para mi gusto, pero quizás no para el de él.

Anoche tuve que irme de la base, sé que si me quedaba no permitiría que ellos durmieran juntos y eso sería demasiado cruel con ella, solo espero que con el tiempo y las mujeres a mi alrededor este deseo que siento hacia él, por su cuerpo, se acabe, porque no puede haber nada, no puede existir.

Los toques en la puerta me hacen salir de mis pensamientos y maldigo sin querer lidiar con la inútil de mi secretaria en estos momentos, lo único que está buscando es un militar que la coja, pero vamos, ¿Alguien en su sano juicio lo haría?

—Señor ministro, el presidente del consejo está aquí, ha convocado una reunión en la sala de investigación, dice que deben estar todos o a menos los de mayor rango—. Me avisa la chica una vez entra en la oficina.

Sabía que en cuanto su adorado protegido llegara el vendría a presentarlo ante los demás personalmente, sin embargo, no sabía que sería tan cortes tratándose del novio de su hijita preferida, no, esos no son celos, jamás lo serian, no de él.

—Avísale a los demás, estaré en la sala en unos minutos—. Le ordeno y ella asiente con la cabeza, supongo que ha llegado el momento de cazar a esos bastardos y meterlos en el hoyo donde merecen estar o bien, tres o cinco metros bajo tierra.

Me acomodo en la silla y busco los documentos sobre la misión Roux, sé que ese será el tema central de la reunión, hace unos meses que no tenía una misión encargada a mi equipo, pero mi sede nunca ha fallado y bajo mi liderazgo no será la primera vez, mis chicos son inteligentes, arriesgados, acatan las ordenes como se debe y sobre todo ninguno pretende hacerse el héroe, porque aquí o te salvas o te mueres, no puedes dejar tu seguridad en manos de otra persona, pero sobre todo no solo somos compañeros, somos un equipo, todos nos conocemos desde hace bastante a excepción del recién trasladado.

Salgo de la oficina y me dirijo a la sala, al entrar ya los demás están dentro, están todos, o al menos los que van a trabajar en la misión, mi vista viaja al chico que sostiene la mano de mi hermana y ella le sonríe con adoración.

INFIEL Y MENTIROSO +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora