La propuesta del brujo era una locura. No podía asegurar si borraría mis recuerdos o no, pero si me rehusaba, no me era posible saber cuánto tiempo me tomaría encontrar a Joffrey en esta gigantesca biblioteca. Ya casi ha pasado un año desde que entré aquí, y con el pasar del tiempo, corría el riesgo de que fuera demasiado tarde.Podía esperar a que Joseph mejorara de su salud, pero, de seguro este brujo lo convencería de hacer este mismo acuerdo. Tampoco sé si Joseph es capaz de manifestar el conjuro de "Los escarbos mentales", y, ninguna persona además de ellos dos, me ayudaría sabiendo que no soy quien digo ser.
Ya vi que intentar aprender esto por mi cuenta me tomaría demasiado tiempo, y esperar en mi situación no es una alternativa. No sé qué será de mí o de Joffrey con el pasar de los años en este profano proyecto.
Esto solo me deja dos opciones: Aceptar la propuesta del juego y apostar mi vida en él, o, esperar a Joseph persuadido por este hechicero y quizás de igual manera tener que apostar mi vida. En ambos casos, tengo demasiado que perder y en el segundo escenario, quizás pueda perder aún más.
Mientras sacaba mis conclusiones y analizaba todos los escenarios potenciales, el brujo me dio la espalda y se fue caminando a su sillón, al sentarse, señaló otro mueble que estaba frente a él diciendo:
- Tú y yo sabemos cómo esto termina. Puedo ver en tus ojos la desesperación.
¿Por qué será tan importante esta persona para ti? ¿Acaso un colega espía está perdido aquí? ¿O acaso esa persona es el objetivo de tu misión?El brujo seguía insistiendo con su teoría, mientras yo caminaba hacia el sillón señalado. Callada me senté. Pero en mi silencio, manifesté un círculo arcano alrededor de nosotros. Él, con esa calma tan aterradora, ni siquiera se inmutó al ver que conjuraba un hechizo que nos rodeaba. Parecía no conocer el miedo, pero estoy segura, que tampoco me conocía a mí.
Conjuré,
- Demitte vestem et ostende figuram tuam. Deja el disfraz y muestra tu forma.Mi disfraz masculino desapareció y revelé mi forma femenina con una mirada rígida.
Le dije:
- Te propongo otro juego.
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La Grieta Negra
Mystery / ThrillerEstados Unidos jamás creó la bomba atómica, para ganar la segunda guerra mundial tuvo que recurrir a algo más profano y oscuro que intentan ocultar.