Dailiet Ford Rodriguez
—Eres mía—gruñe sobre mi boca
Sus labios se estampan con los míos en un beso rudo, lo sigo con torpeza hasta tomar su ritmo. Mis manos van a su nuca envolviendo su pelo en mis dedos. El no duda en tomarme del culo y pegarme a él.
Si lengua pide permiso para entrar a mi boca y aunque se lo niego aprovecha un gemido para invadirme.
Creamos un baile entre nuestras bocas, un baile desesperados. Jalo suavemente su labio deshaciendo el beso. Sus ojos se ven hermosos desde esta vista, el derecho negro y el izquierdo rojo vino, dilatados por el deseo, estoy segura que así se ven los míos en este momento.
Me separo bruscamente de él, me abruma como se hace sentir y no quiero crear lazos con él porque se que no podré irme si le tomo cariño, más del que le tengo.
—No vuelvas a hacer eso—miro al hombre delante de mí, vine con la misión de salvarlo e ir con Jessica, ya después ella me indicará a donde ir.
El mira mis labios una última vez y sale de la habitación dando un portazo.
Suspiro. Siento que ahora si puedo respirar correctamente.
Miro todo, en busca de algo que me ayude a olvidar esto que sucedió.
En un estante hay una botella de vino, sonrío recordando cómo es su producción. En Mi Pueblo trabajábamos en su producción, recolectábamos las uvas y las escachábamos, eran buenos momentos con Amanda, hasta que llegaba la señora Alkhazar.
Tomo una botella, no me molesto en coger un vaso, voy directo a la botella. El sabor es tan único, pudiera tomar todo el día.
Dean Lombardi Koslov
Me molestaba de sobremanera que ella se resistiendo a mí. El sabor dulzón de sus labios sigue en mi cerebro recordándome que la había besado, y era imposible evitar sonreír por el hecho.
Me reconforta que le importo lo suficiente como para que viniera a "salvarme", su preciencie me ayudara a sanar pero no a tiempo, la herida estaba infectada y solo la marca lograría curarla a tiempo. Pero eso ella no tendría que saberlo, por lo menos no ahora.
Suspire saliendo de la habitación de un portazo, mandaría a que alguien le enseñara nuestra habitación, si me acercaba a ella ahora podría perder el control y no era lo que necesitaba en este momento.
Yo: Necesito que vengas, si puedes traer a Amanda sería mejor.
Segundos después mi celular sonó con un mes je de mi beta, una de todas las razones por la que era mi beta es que siempre respondía rápido las llamadas o mensajes. Era muy efectivo cuando lo necesitaba o había problemas en la manada.
James: Está bien, ¿sucede algo?
Estaba seguro de que se había preocupado de que le hiciera algo Amanda, por como me golpeó cuando entró en crisis por la huida de mi corderito.
Yo: Todo esta bien, cuando llegues te explico.
Camine hasta mi cuarto, sentía que mi cabeza iba a explotar en cualquier momento del dolor que sentía, podía ser su resacho, aunque lo negara era lo más probable.
Me di una ducha para poder calmar el dolor en mi cuerpo. La herida se veía del asco, tenía un color amarillento en sus costados y se podía ver un poco de la carne de dentro. ¿Por qué está mierda no sana?
Ash, fue con una daga de plata, pero no solo eso, estaba bañada de un polvo que nadie conoce, o eso creíamos, no sabemos dónde se siembra o como se llamaba; solo que le causaba un daño irreparable a un Lican.
Los licántropos son más fácil de dañar, son fuertes pero un Lican puede acabar con ellos en segundos, en un solo parpadeo.
Esta especie era descendiente directo de los primeros lobos en la tierra, mientras que licántropos eran convertidos por brujos o por los primeros hombres lobos.
Dailiet Ford Rodriguez
—Oh, Amanda, cuanto tiempo, ¿no?—abrazo a mi amiga con una mano y en la otro sostengo la botella casi vacía.
Ella me devuelve el abrazo un poco incómoda:—¿Estás bien? ¿Por qué bebes?
—¿No te das cuenta?—hipo—. Dean es un pedazo de hombre, tengo que usar mi control. Besa de puta maravilla—hago un bailecito de victoria moviendo mis brazos y caderas.
Fui a tomar de la botella pero una mano conocida me detuvo—Por los Dioses. No seas incompetente, vamos.
—Oye, devuélveme eso.
—No. Vamos.
—Nop—me safe de su agarre y empecé a mover las caderas, pasando las manos por todo mi cuerpo y revolviendo mi pelo de manera seductora.
—Dailiet, vamos ya—su voz sonaba molesta pero poco podía interesarme.
Seguí en lo mío felizmente, Amanda pareció resignarse salió de la habitación como un bala.
Mejor así, el ambiente solito para mí.
—Oh mi amor—more la botella encima del escritorio y no dude en beberla, me volveré adicta al vino.
La puerta se volvió a abrir, ni siquiera mire quien era, un olor conocido llego a mi nariz, cítricos y margaritas. Ese es Dean, lo peor que puede pasar es que el esté junto a mi y yo ebria, que estupidez.
—¡Ups! Viaje gratis—Dean me había cargado como un costal de papas, me saco de la habitación llevándome a la sala, por un ascensor ¡un ascensor!
Empecé a golpearlo con fuerza, lo insultabas como niña pequeña y me quejaba.
—Quédate quieta maldita loca.
—¿Loca yo? Me hiciste subir casi siete pisos—gruñí molesta, o sea ¡casi se me quiebran los pies!
Sentí como todo el alcohol de mi sistema se deshacía en segundos, mi piel se erizo y el miedo y la curiosidad se instalo en mí.
Me removí sobre su hombro cuando pasamos por el pasillo que llevaba a la sala supongo.
—Dean, ¿quiénes eran esos señores de la fotografía?—pregunte fingiendo curiosidad, aunque no fuera del todo así, sentía curiosidad.
—Mmm, ¿qué señores?
Suspire:—Los de la fotografía del pasillo.
Hizo un sonido como si se acordara de algo:—Ellos eran amigos de la familia.
¿Por qué su familia conocería a mis padres?
— — —🐺— — —
Hola, hola.
¿Qué opinan de esto? ¿Por qué Dean enfría fotos de los padres de nuestra queridísima Dailiet?(nótese el sarcasmo)
Yo soy la escritora y me estreso con sus comportamientos.En los demás capítulos tendremos escenas acamareladas, uy uy, Dean tiene que intentar salvar su vida, no puede morir.
¿Interés o de verdad quiere a Daileit?
La respuesta es... Chan Chan: sigan leyendo
Besitos en la frentecita💕
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Invictos
FantasyEs una historia de romance y aventura que sigue a Dailiet, una chica que vive en un pequeño pueblo donde todas las mujeres cuando cumplen su mayoría de edad son llevadas al bosque para encontrar a su mate, el alfa que sería su alma gemela. Sin embar...