Protector [Chanmin]

08

"Chan, espero que te encuentres bien, lo lamento, en serio lo lamento mucho"

...

-¿Kim Seungmin?.-

-Soy yo.- me levanto de mi asiento con lágrimas en los ojos. -¿Cómo está él, enfermera?.-

-Grave...¿Quiere pasar a verlo?.-

No dudé y fui corriendo a su habitación.

-Chan, Chan...¿Cómo estás?- hablo llorando.

Lloraba a su lado, acariciándole su mejilla, agarrándole su mano...

-Todo terminó ya Channie...Pero no puede terminar para ti.-

Han pasado 4 días desde que todo terminó, el día que hirieron a Chan,
Los agentes llegaron a ayudarlo, ya tenían todo planeado, llevar a los enemigos ahí, que se encuentren con los agentes y ahí los extreminaban...Pero no contaban con que herirían gravemente a Chan.

Llamé a la ambulancia lo antes posible, afortunadamente pudieron traerlo al hospital y tratarlo.

Quiero que despierte ya, él sigue respirando pero no me conformo con eso, necesito disculparme, agradecerle...

...

Es el quinto día, estoy de salida al hospital, pues me llamaron las enfermeras para avisarme que Can había despertado, estoy con lágrimas en los ojos, quiero verlo, decirle todo lo que siento y lo que he sentido.

-¡Enfermera!, déjeme ver al agente Chan.-

-Por supuesto, ¿Es Kim Seungmi-

-Soy yo.- interrumpo desesperado.

-Puede pasar a verlo, en la habitación de siempre.-

Salí corriendo a su habitación, sin pensarlo ni un poco...

Sabía que estarías bien...Que alivio...

Abro la puerta de un empujón y veo a Chan asustarse con mi aparición tan repentina y rápida.

-¡Chan!, ¡Estás bien, lo sabía!.- lo abrazo sollozando.

-Minnie...-

-¿Cómo te sientes Chan?.- sonrío al escuchar su voz de nuevo.

-Mejor ahora que estás aquí.- responde acariciando mi mejilla.

-Lo siento mucho, en verdad lo siento, por todo ésto, por mis acciones, por comportarme como un idiota, no sabes lo mucho que te agradezco.- Digo llorando en su pecho.

-No te preocupes Minnie, ya todo está bien.- me acaricia.

-¿Recuerdas la pregunta que me hiciste?, sí, me he enamorado de mi mismo sexo, estoy enamorado de ti.-

-Oh Minnie...- dice acariciando mi mejilla. -El sentimiento es mutuo, siento lo mismo por tí desde la primera interacción...-

-Chan...-

Agarra mi mentón y me besa, puedo sentir sus labios tocando a los míos, besándome gentil y frágilmente.

...

Han pasado días, y hoy dieron a Chan de alta, estamos llendo en coche a mi casa, hemos estado conviviendo bien todos estos días, lo amo, y amo sentir esto por el hombre ideal, que es Chan.

-Llegamos.- Digo saliendo del coche y estirándome.

-¿Has reparado tu casa?.- me toma de la cintura.

-Llamé a alguien.- digo dirigiéndome a la mejilla de Chan, dejándole un beso. -Entremos.-

-Ha pasado tiempo, te ves más grande, que cuando te conocí.-

-¿Qué hablas?- respondo sarcástico acercándome a él.

-Minnie...-

-Chan...-

Me agarró de la mejilla y comenzó a besarme, un beso apasionado, siguió besándome hasta sentarnos en el sofá, se encimó en mí y sus besos dibujaron una línea hasta llegar a mi cuello.

-Minnie...Eres un gran chico.-

Sentí su mano debajo de mi camisa, acariciando cada parte de mí, se siente bien; sabe cómo hacerlo.

También quería sentirlo, así que igual metí mi mano debajo de su camisa, lo acaricié y luego lamí.

Se levantó y se acomodó en el sillón, quedando sentado, me tomó de la mano y me subió a sus piernas, así quedando frente a frente y causando calentura en ambos.

Nos besamos tanto, nos dejamos marcas y subimos a mi habitación.

Al llegar a la puerta, Chan no se esperó y me aventó a la cama, y aventó su camisa al suelo.

Empezó a besarme y a tocarme como si no hubiera un mañana.

-Oh Chan... Se siente tan bien, puedes seguir, así...-

-Minnie, me estoy excitando, necesito hacer algo...-

-Hazlo dentro de mí...- digo soltando pequeños jadeos causados por los besos.

Se quitó el pantalón y me volteó, de tal manera que quedé en cuatro.

-Te dolerá un poco, ¿Sí?, así que hay que prepararte.-

Me quitó el pantalón y yo estaba nervioso, era mi primera vez.

-¿Prepararme, cómo as-

No terminé de hablar cuando sentí algo dentro de mí, había metido su dedo.

-Oh Chan...-

-Eres un buen niño, Minnie.-

Empezó a mover su dedo y empezaba a doler, con cada movimiento, me dolía más.

-Oh Chan, duele...- digo gimiendo.

-Oh Minnie, me calientas tanto.-