IV: Una simple rosa.

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Otra noche en otra cama que no era la de él pensó Serkan al despertarse pero otra vez sonrió, no lo despertaban abriendo una cortina con violencia, no lo despertaban a las prisas y no lo despertaba una extraña. O quizás si, porque lo que lo saco de la cama esa mañana fue el llanto de un bebé.

Asustado al no encontrar a su mamá ni papá siguió el llanto hasta llegar a la cocina donde Asiye estaba sentada en una mecedora dándole pecho a su pequeña, Serkan se sentó a verla en el último escalón de la escalera y sonrió.

- No molestes pequeño, los bebés tienen que estar tranquilos para comer. Vamos a la cama – Le dijo Alp

- ¿No es bonita? –

- Pues si, es linda, igual que tú, cuando estabas así. –

- Pueden acercarse, ya acabó. – Comento la mujer

- Lo sentimos señora –

- No, no pasa nada. Sus papás fueron al hospital –

- ¿Qué le pasa a mi mamá? – Pregunto Serkan

- Nada, nada pequeño. Buenos días – El que entró sonriendo era Mustafá.

- Buenos días – Su esposa lo beso castamente

- Buenos días amor de mi vida, ¿Cómo estas mi hermosa flor? –

- Acaba de comer y esta tranquila. –

- Bien, entonces ve a descansar y yo le hago de desayunar a estos dos valientes y me quedo con ella –

- Iba a caminar en realidad –

- Ve, ve mi cielo. –

- Mamá regresa luego Eda. – Antes de irse le dio un beso a la nena, otro a las visitas y se fue

Luego de darles de desayunar a los niños y con su hijita acomodada en sus brazos que por alguna razón se negaba a dejar de mirar a Serkan, el dueño de casa se dispuso a explicarle a los niños lo que pasaba.

- Antes que nada, no se asusten, a su mami no le pasa nada. Su papá la llevo al hospital para que un doctor se asegure de que este bien –

- Mami esta todo menos bien – Protesto Alp

- Lo sé, pero en parte a eso la llevo su papá, anoche solo pudimos acomodar sus huesos, ella necesita que un medico en un hospital la vea para curarla por completo. –

- ¿Y la otra parte? – Pregunto Serkan

- Bueno, la otra parte es que a veces con decir la verdad no basta, entonces para creernos necesitamos que vean la verdad. Y su papá no quiere que ni ella ni ustedes sigan sufriendo con el hombre malo, pero con decir lo que les hizo no va a alcanzar –

- Pero mami no miente...mi mamá no miente, ella no miente – Se quejo Alp empezando a llorar con las manos en la cabeza

- Yo sé que no pequeño, todos en esta casa, tú, yo, mi mujer, el doctor de anoche y tú papi sabemos que no, pero a veces la gente mala tiene formas de hacer que no le crean a la gente buena que dice la verdad. Y en este caso, su mamá es la persona buena que dice la verdad. –

- ¿Y por qué no le creen? – Pregunto Serkan

- Por qué él dijo que ella nos robo y desaparecio, se hace el bueno. – Protesto Alpy

- Exacto –

- ¿Y entonces qué? –

- Entonces el doctor en el hospital va a curar a su mami y a tomar fotos de todas las heridas que ella tiene para que cuando ese señor feo diga que ella miente, puedan probarlo. Para que nunca regresen con él. –

Un amor inquebrantable (Edser)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora