Me costó una vida conocerte| (IAN Y ANDY) 4EVER CNCO

5. ¿Estas... Andy?

La familia de Ian no eran exactamente ricos pero tampoco pobres, podían ponerse en el escalón de la clase media baja, a pesar de que algunos días les faltaba dinero había otros en los que les alcanzaba.

Cuando Teresa, la tía de Ian se enteró que su sobrino había perdido el celular buscó la manera de comprarle otro, no de los nuevos pero uno reciente.

Sabia que su sobrino no era alguien que pasará mucho tiempo en el celular realmente por lo que comprar uno de gama media no afectaría a Ian.

Teresa le dio el nuevo celular a su sobrino cuando llegó de dejar a Sabrina en su casa y el joven se sintió contento con el regalo. No había explicado que había pasado con exactitud para que perdiera el teléfono pero agradeció que su tía no hiciera preguntas.

Este día Ian caminaba hacia la dirección de Sabrina la noche anterior le había dado cuando llegaron a su casa, se lo escribió en un papel y esta vez Ian cuido ese papel como si se tratara de un objeto de alto valor.
Sabia que le costaría pedir permiso para llegar tarde al trabajo otra vez así que decidió no pedir permiso y solo ir con Andy temprano en la mañana antes de su turno en el taller.

Ian no le había contado nada a Helena porque quería tener la guitarra en sus manos antes de decírselo.

Su nuevo teléfono comenzó a sonar, miró la pantalla y vio el nombre de Helena. Contesto la llamada mientras caminaba por Pinecrest en Miami, un suburbio de lujo. Se sentía raro caminando por ahí, como un animal fuera de su hábitat.

—Hola Helena—contestó Ian mirando las casas a su alrededor, vio a personas paseando a sus perros y algunos que empezaban a correr por las aceras.

—Hola, ¿Que es lo qué pasó ayer?

—No fue como esperaba, de hecho no esperaba nada. —Ian miró el papel en su mano—Fue muy estresante.

—¡Cuéntame qué pasó!

—Lo que suponías, volvimos a pelear. Esta vez estaba solo con un par de chicas así que no fue nada físico, solo le dije un par de palabras que se merecía escuchar.

—No te ayudó ¿cierto?

—No. Pero pude conseguir la ayuda de otra persona.—Ian vio a un chico caminar hacia su dirección, tenía un hoddie gris y la capucha sobre la cabeza, a diferencia de todas las personas que ya había visto, esta persona no parecía de la zona. —Sabrina, una de las chicas que estaba con Charly me dio una dirección.—notó que el chico tenía la vista puesta en el teléfono y parecía tener audífonos—. Ahora estoy buscando donde es.—Ian vio cómo la cochera de una casa que estaba entre el chico y él se abría, escuchó el motor de un auto.—Aún no lo...

Dejo de hablar.

Helena por el otro lado sólo escucho el ruido del motor y pasos acelerados.

•••

Andy

Su madre le había recordado que hoy debía reunirse con Julio, el posible representante,  a las 11:00 de la mañana. Tenía los demos listos en un usb que guardo en sus bolsillos. Las manos le sudaban y su mente no paraba de pensar en escenarios ficticios de rechazo.

Caminaba por la acera con los audífonos sobre su cabeza escuchando sus demos buscando algún error al cantar. Miraba sus pies al caminar perdido en su música.