4. La chaqueta de Jean

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La vida de Ian había cambiado mucho desde que perdió a sus padres en un accidente de coche. El día que el desastre pasó Ian estaba en casa cuidando a su hermano Mateo porque estaba enfermo, sus padres iban a una comida con el jefe del padre, pero nunca llegaron.

La encargada de cuidarlos después de el accidente fue su Tía Teresa, hermana del padre de Ian. Siempre apoyo a ambos hermanos y los cuido como pudo hacerlo, quería que sus dos sobrinos fueran grandes profesionales. Ian por un tiempo pensó en ser guitarrista, le gustaba tocar pero el apoyo de la única persona que necesitaba no estaba.

Tuvo que renunciar a ese sueño para centrarse en cuidar a su familia.

Y lo hacía, por ese motivo trabajaba muchas horas en el taller mecánico, un trabajo que su tía le había conseguido luego de que él saliera de la escuela.

Llevaba 4 años trabajando en el taller, se sentía cómodo con lo que hacía y con la gente que conocía.

Cuando entro en el taller ese día aún estaba consternado por lo que había pasado el día anterior. No tenía teléfono celular por lo que no pudo llamar a Helena para preguntar si había conseguido información de Andy.

—¿Llegó Helena?—preguntó a sus compañeros.

—Está en su oficina con el jefe. Llegas tarde por cierto, Manolo pregunto dónde estabas y Helena se lo llevó a la oficina.

Ian preocupado fue al despacho, la puerta estaba cerrada y se quedó a escuchar que ocurría.

—Helena no puedes permitir que los trabajadores lleguen tarde y además decirme que no le descontemos del día. Tienes que ser más dura.

—Solo ocurrió hoy, ya le dije, lo de ayer paso por una situación muy dura.

—Y lo entiendo, por eso ayer le diste el día. Pero no puede llegar tarde, ademas vi el auto de Denilson y aún no han avanzado. ¡Vendrá en 2 días!

—Estamos trabajando en eso Manolo.

—No es verdad, aún falta mucho. En cuanto llegue Ian debe ponerse a trabajar y se quedará horas extra para cubrir su falta y retraso.

La puerta se abrió, Ian miró directamente a los ojos de Manolo, su jefe.

—Bueno, ya escuchaste al parecer. Ve a trabajar Ian. —ordenó Manolo. Salió del despacho y se alejó de ellos.

Helena suspiro al ver a Ian bajar la mirada y respirar profundo.

—Ian, ven aquí.

Ambos entraron en el despacho otra vez.

—Hola Helena, lamento meterte en problemas.

—Olvídalo, tenemos problemas peores. —Helena tomó unas hojas del escritorio y se las dio a Ian.— Busque en las redes y esto es lo que pude encontrar, son fotos de chicos que se llaman Andy que parecen ser de buenas familias.

Ian reviso las hojas una por una, miraba las imágenes pero no parecía hallar a su Andy.

—También llame a mi contacto que me contó del concierto y me dijo que no tiene el número de Darío, que lo contactaron personalmente y solo le dijeron a dónde ir.

Me costó una vida conocerte| (IAN Y ANDY) 4EVER CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora