Se la describe como una delicada y bella joven vestida de blanco, poseedora de un encanto hipnotizante y dueña de un corazón noble, pero tal presencia es de difícil acceso debido a su cautela.
Nasiens, o también conocida como blancaflor, se embarca...
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Nasiens estaba cerrando sus ojos ante su inminente final, todos sus amigos se acercaban gritando su nombre, desesperados y con lágrimas cayendo sin control, pero está ya no podía escucharlos.
Tenía una sonrisa plasmada en su rostro, segura que partiría en paz, ya que, cumplió con su parte en toda esta emocionante aventura. Conoció a Percival, su amado héroe, a sus amigos, Donny, Anne, Lancelot y Tristán.
Llegó a conocer a sus padres y formar parte de su familia, aunque hubiese deseado estar más tiempo con ellos...
Antes pensaba que estaba destinada a morir en completa soledad, ya creía que fue abandonada por no poseer un género definido, que su mundo seria tan pequeño encogido y centrado en solo dos personas, que no podría ser vista como alguien normal por mostrarse tal cual era, que nunca llegaría a encontrar a una persona por la que pudiera desarrollar sentimientos románticos, pero la esperanza llegó a su vida trayendo consigo tantas cosas increíbles, que no creía que fueran posibles. Tuvo un último vistazo a su amado héroe volando a toda velocidad hacia ella, tal vez pensando que podría salvarla, pero ella no deseaba aquello, no tendría sentido, al final ella no era la mujer que él amaba, y sus esperanzas de vivir feliz era nulas, no estaba motivada continuar, ya fueron suficientes tragedias para su joven vida.
— ¡NASIENS! —el grito desgarrador del caballero de la muerte resonó en todo el campo, abraza desesperadamente el cuerpo inerte de la bella hada, manifestando su poder mágico para que esta se curará y despertara, pero todo fue inútil. Los mini-percivals mostraban un comportamiento decaído acompañando la tristeza de su portador. Viendo que todo su esfuerzo no serviría de nada dejo a la hada recostada en el lugar donde había caído.
El lugar donde descansaba la bella hada muy pronto empezó a ser cubierta con hermosas flores, mientras mantenía una sonrisa ligera y una expresión serena, era tan tranquila que pareciera estar dormida, aquello sólo provocaba una asfixiante angustia a quienes lloraban amargamente su muerte. El dia se pinto de colores cálidos y tranquilos, se podía escuchar como los animales de las cercanías entonaban una melodía melancólica, la brisa era tan suave como si buscara consolar a los abatidos. Mientras una lágrima solitaria caía sobre los ojos cerrados de la joven hada quien había partido con una estremecedora paz.
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