Todo estaba en ruinas, varios escombros, gigantescas construcciones derribadas y hechas nada en todo el suelo, varios Shinigamis yacían muertos en múltiples direcciones, algunos poseían heridas de gravedad, pocos intentaban estar de pie para seguir con aquella guerra sangrienta que les tocó pelear para proteger su mundo y los demás ya no podían dar más batalla, sus hematomas y cortes ya eran demasiado graves.
Toda el lugar estaba hecho ruinas, lo único que quedaba en pie, si se le puede llamar así, eran la ubicación en donde se llevaba a cabo la lucha en donde se decidiría quien prevalecerá, los Shinigamis, o el causante de aquella destrucción y masacre colosal.
Pero los que sin duda estaban en las peores, era aquel que estaba confrontando directamente al causante de aquella masacre, Yhwach, el rey quincy, aquel ser que su poder era considerado como el de una divinidad absoluta, llegando a ser prácticamente, un dios.
Ichigo Kurosaki, el Shinigami más poderoso en ese momento estaba entre la espada y la pared, todos aquellos que considera sus seres amados y amigos contaban con que diese el golpe final tras recibir su ayuda. No podía perder, no con todo lo que hay en juego. La sociedad de almas depositaba su confianza en que él prevalecerá para salvarlos y mantener el orden como lo conocen.
El joven de cabello naranja en su estado Bankai, veía al rey Quincy jadeando y serio, con sus pocas fuerzas, arremetió en contra de Yhwach el cuál detuvo su enorme espada con su mano, era fácil ya que el sustituto estaba exhausto y débil.
_Se acabó, Ichigo Kurosaki, he ganado, no hay nada que puedas hacer para detenerme, no queda nada que salvar, a parte de tu vida..._ Dijo con una sonrisa arrogante en su rostro perverso.
Alejándose y tomando con firmeza su Zanpakuto, miró con seriedad y firmeza a Yhwach, estaba determinado a acabar con el de una vez.
_¡Jamás me rendiré ante nadie, menos por alguien como tú! ¡Protegeré a todos de tus malditas garras! ¡¿Me oíste?!_ Arremetió en contra del Quincy, el cual bloqueó el corte con su espada de energía espiritual.
El Shinigami sustituto, determinado, empezó a lanzar ataques en contra de Yhwach, y este los esquivaba y repelia con bastante facilidad. Ichigo no paraba de atacar, debía encontrar un ángulo por el cual acceder y hacer el mayor daño posible.
Ichigo ya estaba en sus últimas fuerzas, Yhwach viendo eso, lo pateó en el pecho mandándolo lejos de él. El pelinaranja usando su Zanpakuto como apoyo, mientras se inca de rodillas mirando al suelo agotado, todo bajo la mirada de Yhwach el cuál lo estaba observando con arrogancia.
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Mato Seihei no Bleach
RandomLuego de dar el golpe final para derrotar a Yhwach, Ichigo es arrastrado hacia una muerte segura, creyendo que descansaría en paz luego de haber salvado a sus amigos y a los tres mundos, sin embargo, en lugar de descansar, él aparecía en una versión...