Levantaba aquel tronco sobre su espalda como si fuera un pesa de 120 kilos una y otra vez, debía aumentar su fuerza para la próxima vez no perder, pasado el rato el chico levantó el tronco con una mano para luego lanzarlo hacia arriba, tomó con una mano su arma con ella partió el tronco en dos con gran facilidad.
?????: *es un arma resistente* ~viendo su arma~
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La temida alabarda cortadora de vientos kūwokiru, una de las armas insignia del peliverde las cuales infundian terror en sus oponentes, la alabarda era su arma favorita para las batallas humano versus humano debido a su ligereza y su letalidad para luchar además de su potencia de estocada al atacar desde una montura.
Izuku: creo que saldré a patrullar y buscar algún dinosaurio que sirva
El chico se alejo de aquel risco en el que siempre entrenaba para dirigir su mirada a su montura de transporte, un argentavis bien cuidado domesticado personalmente por él, cargo una mochila en la montura y monto al ave para despegar hacia las nubes, izuku había logrado entrenar al argentavis para que alcanzará velocidades iguales a las de un tapejara, claro que esas cosas tenían una enorme movilidad y eran voladores muy útiles para batallar en los cielos gracias a sus múltiples monturas y sus cambios de dirección casi impredecibles, en la mochila traía cosas como algunas bayas, carne cocinada, medicinas, algunos dardos y balas para su rifle de caza y su catalejo para ver más allá del horizonte. Todo era normal, dinosaurios comiéndose entre ellos, los obeliscos flotaban sobre sus respectivas terminales, la mayoría de la veces esta isla era una maldita mierda en la que podías morir no importa donde estes, pero aveces, en algunas escasas ocasiones que casi nadie percibía, la fresca brisa marina y el sonido de los ríos desaparecían los gritos, el dolor y la tristeza para convertir todo en algo más colorido y tranquilo.
Laboratorio de Tesla
Todos habían terminado su comida con gran placer haciendo que el inventor revisase sus baúles de conserva notando que la comida que tenia guardada para investigar un mes entero se había vaciado al completo.
Tesla: *estos niños comen más que un giganotosaurus adulto*
Mina: ~sobandose la panza~ como extrañaba la buena comida
Yaoyorozu: ~limpiando sus labios con una servilleta~ de lo agradecemos de corazón señor Tesla, esta comida fue deliciosa
Tesla: no es nada joven Yaoyorozu! Pero tengo un problema...se comieron mis raciones para todo el mes!
El reclamo sonriente del hombre les puso una cara cómica a todos por haberse acabado la comida con tan pocos modales de parte de los estudiantes, Yaoyorozu comenzó a disculparse de parte de todos con múltiples reverencias a gran velocidad imitando a su difunto compañero con el que dirigía a la clase, el inventor negó a cada una de las disculpas afirmando que no había problema alguno pero necesitaba que reabastecieran sus alimentos.
