THE KINGDOMS

I

-A pesar de lo difícil que pueda ser nuestra vida, prométeme que nunca olvidaremos nuestra amistad, habrá muchos factores, y sabes bien a qué me refiero, pero siempre recuerda que una cosa será el aspecto laboral y otro nuestra amistad. - Dijo Carter. Estefano respondió solemnemente - Lo prometo, y sabes que yo no rompo promesas. Solo no cometamos errores, siempre contarás conmigo para lo que sea.

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Carter recordó esa promesa mientras se preparaba nervioso para su nueva etapa en la universidad. Desde niños, sabían que sus caminos estaban destinados a cruzarse en la elite empresarial. Pero aquí, en la universidad, las apuestas eran más altas. Carter sabía que debía ser el mejor. Aunque la secundaria había sido solo un pasatiempo, aquí debía demostrar que estaba facultado y dotado para ser el sucesor en la gerencia del prestigioso Grupo Moretti, el nombre de su familia que resonaba como sinónimo de poder y prestigio.

Durante el desayuno, su padre le recordó la importancia de su amistad con Estefano, el hijo del Grupo Falcones. Le instó a ser más astuto, más inteligente, y sobre todo, a ser el mejor. En el mundo de los negocios, no había espacio para la complacencia. La alianza empresarial entre sus familias era conocida públicamente, pero tras bastidores, la competencia era feroz y despiadada. Ambas familias sonreían ante las cámaras, mostrando una amistad superficial que ocultaba una realidad mucho más tensa. En los círculos empresariales, la hipocresía brillaba con fuerza. Carter y Estefano se conocían desde la infancia, pero ambos sabían que, detrás de los gestos amigables, había un juego de poder implacable.

Las alianzas estratégicas se formaban y se rompían según las conveniencias del momento. Ambos grupos buscaban constantemente superar al otro, sin importar los lazos familiares. La presión sobre Carter para sobresalir y liderar el Grupo Moretti era abrumadora. Debía no solo mantener la posición de su familia en la cima, sino también demostrar su valía frente a su amigo el cual tiene una mentalidad más parecida y se toma muy enserio que los sentimientos no deben influir.

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Llegó temprano a la universidad para explorar el campus y evitar los errores típicos de los recién llegados. Estefano sabía que, aunque en la secundaria había sido más pacífico en términos de competencia, la universidad era un terreno completamente diferente. Aquí, tenía la determinación de dejar claro quién era el mejor. En este nuevo entorno, la amistad quedaba en un segundo plano; lo académico era otra cosa, y ambos lo entendían perfectamente. No habría margen para errores, y él estaba listo para ganarse su lugar en el Grupo Falcones. Su reputación estaba en juego, y la competencia se volvía cada vez más interesante.

En ese momento, recibió un mensaje de Carter indicándole que se encontrara en la cafetería. Estefano sonrió; era típico de ambos ser precavidos y competitivos y no importaba la hora. Se encaminó hacia la cafetería, listo para lo que fuera que esta nueva etapa universitaria le deparara.