-KE KE KE.
Una risa en el vacío resonó.
No se puede ver, oler o sentir algo en este lugar, eres unicamente tu y la abismal oscuridad sin fin.
-Chico, dime algo.
- ¿Crees en la reencarnación?
Daiki no tenía un cuerpo físico en este interminable espacio, no había manos, pies, no existía nada de él, únicamente su conciencia existía en este plano.
Sin boca no podía responder así que la respuesta vino de la única cosa que se encontraba en ese lugar además de aquella burlona voz, su conciencia.
"Si"
-KE KE KE KE KE KE KE.
Nuevamente aquella voz río pero esta vez a carcajadas, después de unos segundos la risa finalmente cesó. El vacío que consumió la sala se desvanecía hasta convertirse en un blanco cegador.
-Ugh.
La luz blanca se convirtió pronto en azul, un hermoso azul celeste con lo que parecían esponjosos algodones blancos moviéndose tranquilamente por aquel inmenso cielo. Así es, despertó como si de un mal sueño se tratara.
-Pero que... ¿Qué está pasando aquí?
Levantándose de su pequeña siesta lo primero que hizo fue mirar a su alrededor incrédulo aún de lo que estaba viendo, se encontraba sentado en un pequeño claro de un bosque desconocido rodeado de matorrales, flores extrañas y una que otra ave desconocida. Lo único que reconoció como común además de la hierba en la que se encontraba fueron los árboles. Todo el lugar era extrañamente pintoresco, dando la sensación de estar en una de esas historias de fantasía medieval.
Sumando la fresca brisa que se sentía incluso revitalizante, el aire era tan fresco y puro que en pocos lugares del mundo podrías respirar un aire tan fresco.
-A ver... Esto es raro ¡Demasiado!
confundido se levantó de la hierba en la que había estado descansando, perplejo empezó a tratar de analizar y asimilar que demonios era lo que acababa de pasar.
-hmm... no hay herida en mi pecho, estoy en un bosque de día, acaso... ¿Fue un sueño? No, no, imposible - tocando la rasgadura de ropa que había en su pecho supo que todo era real - Tengo la ropa rota, el daño fue real. Pero entonces por qué...
Confundido Daiki se rasco la cabeza y se estiro, sus piernas se sentían como si hubiera corrido un maratón de 10 kilómetros sin descanso y sus brazos estaban muy entumidos.
Después de algunas lagartijas y unas pocas sentadillas decidió moverse para ubicarse y entender mejor el lugar en el que se encontraba, era claro que era un bosque pero ¿En donde?
Daiki camino de un lado a otro por el claro del bosque en el que se encontraba - Esto... Si de verdad morí ¡Estoy en otro mundo! -Daiki junto sus manos y las acercó a su rostro - ¡Es como en esos animes! maldición ¡Que suerte! A diferencia de las historias convencionales parece que yo no fui invocado, digo, lo normal es que alguien te invoque pero no hay nadie, claramente yo llegué aquí después de morir.
Las dudas invaden su mente pero también aquella emoción de estar en otro mundo predominaba sobre lo anterior. Daiki no es un chico demasiado inteligente mucho menos alguien que se detenga a analizar las cosas mucho, es un joven impulsivo y algo descuidado, esto se puede notar viendo su apariencia. Un joven de ojos color oliva, un cabello castaño muy descuidado, es un chico de lo más común, no destaca nada muy importante fuera de que sabe tocar la guitarra, aunque no es delgado tampoco es muy fuerte mucho menos inteligente. La mejor manera de describirlo sería como ˝Un chico común de Japón".
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Re:Soul: Una Segunda Oportunidad para Vivir
FantasyDaiki Tanaka y Arata Miyazaki vivían una vida común hasta que, un día, la muerte los arrebató de forma trágica en un callejón de Tokio. Sin embargo, no encontraron descanso. En su lugar, reencarnaron en un extraño mundo lleno de magia y espadas. Mie...