Las cosas han cambiado

Me tienes harto

Larry seguía buscando a 8-Bit, caminando por los alrededores intentando ver aunque sea la más mínima pista, pero como siempre, no encontró nada. Pasó el tiempo y ya iba siendo la hora de volver a su turno como vendedor de tickets, así que se dio la vuelta y se fue a su puesto.

Empezó su turno como siempre, su trabajo habitual. El tiempo pasaba y el día se sentía tan monótono, tan aburrido. Larry sentía que le faltaba algo, ah cierto, su hermano. Estar atrapado vendiendo tickets no era lo mismo sin él.

Larry suspiró, ni bien había empezado y ya se sentía cansado. "Aquí está su ticket, señora, vuelva pronto", dijo sin entusiasmo. Solo quería que todo se arreglara.

Mientras hacía su trabajo, notó que Lawrie se estaba tardando mucho en ir a su puesto. Pensó en ir a buscarlo, pero no quería ocasionar problemas. Sabía que estaba molesto, solo no sabía por qué.

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Una hermosa dama abrió la puerta del bar, Piper, una de las mujeres más bellas de la ciudad.

"Oh, buenos días, Piper, ¿qué te trae por aquí a estas horas de la mañana?" Barley, el dueño del bar, se sorprendió por su visita matutina, usualmente ella no va tan temprano ya que está ocupada con su panadería.

Ella no dijo nada y se dirigió al mostrador, ahí Barley pudo notar que se veía devastada, como si hubiera estado llorando por varias horas.

"¡Oh, pero Piper, ¿qué te pasó?!" Estaba sorprendido. Primero no estaba atendiendo su panadería y ahora parecía que se pasó la noche llorando.

"Es..." A Piper le tomó un tiempo responder, se sentía muy mal. "Es Rico, él... acaba de romper conmigo." Dicho esto, Piper se tapó la cara y comenzó a llorar.

Al escuchar eso, Barley se sintió muy triste y fue a consolarla poniendo una mano en su hombro.

"No te sientas mal, son cosas que pasan. Tal vez la relación ya no iba tan bien."

Piper intentó dejar de llorar para poder explicarle lo que pasó a su compañero. "Es que tú no lo entiendes, Barley. Él me dijo muchas cosas hirientes antes de romper. Él... dijo que estaba harto de mí..." No lo pudo evitar y rompió en llanto otra vez. "Intenté hablar con él, pero dijo que soy una perra y que no le hablara más..."

No se lo podía creer. ¿Cómo alguien podía ser tan grosero? Eso lo molestó mucho, pero mantuvo la calma.

"Es que... no sé qué hice mal, fue tan... de repente."

"Será mejor que dejes de pensar en eso, solo te hará sentir peor. Toma." Le pasó un cóctel de frutas. "La casa invita."

Lo miró algo sorprendida pero lo aceptó con gratitud. "Oh, gracias Barley, de verdad que me alegras un poco el día."

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Larry seguía vendiendo tickets mientras esperaba que Lawrie volviera a su puesto y ya no estuviera molesto.

Ya era hora de cerrar en el parque. Larry se pasó todo el día solo.

Fue hacia las cámaras de seguridad a descansar un rato y ver si Lawrie estaba ahí. Se paró delante de la puerta deseando que su hermano fuera el mismo de siempre, hasta que escuchó cómo él y R-T estaban hablando sobre algo. No quería escuchar a escondidas, pero se le hizo muy raro que ellos dos estuvieran hablando, sabiendo que R-T no habla mucho con ellos.

Se quedó unos segundos parado en la puerta, pensando si abrirla o escuchar la conversación, cuando escuchó cómo dejaban de hablar y alguien iba hacia la puerta. A Larry no le dio tiempo de reaccionar.

"¿Estabas escuchando a escondidas?" Dijo Lawrie en un tono enojado.

"Eh... ¡No! Claro que no, estaba pensando en si abrir la puerta o no." Larry se puso nervioso. Las cosas se podían malinterpretar muy fácilmente.

"¡¿Crees que soy idiota?! ¡Te vi en las cámaras!" Alzó el puño para golpearlo. "Dime todo lo que escuchaste."

Larry se quedó sorprendido. Todo estaba pasando muy rápido y sabía cómo explicarle que no había escuchado nada. Además, lo estaban amenazando.

"Ya te dije que no escuché nada, todo esto es un malentendido. ¿Por qué siempre tienes que estar tan molesto?" Estaba intentando mantener la calma y dialogar de manera tranquila.

Lawrie no lo pensó y ya le iba a dar un golpe a Larry, pero este detuvo el puño con su mano.

"¡¿Oye pero qué te pasa?! ¡Te dije que no escuché nada, ¿por qué no me crees?!" Ya se estaba alterando. No entendía por qué su hermano estaba tan molesto y por qué le iba a pegar de la nada.

Lawrie, con su otra mano, lo empujó.

"Escúchame maldita perra, o me dices qué escuchaste o te descargo el taser entero." Lawrie sacó su pistola eléctrica y le apuntó.

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Son casi las tres de la mañanaaaa. 

Bueno, ¿que les parecio el capitulo? Lo hice con mucho amol 💟🧡