Los días pasaron rápidamente para Félix, quien seguía en tratamiento, en menos de un año pudo superar todo, pues no llevaba tanto tiempo con Hyunjin y esto pudo ayudarlo a olvidar ese mal amor que tuvo, si bien no supero traumas jo inseguridades, superó el amor que le tenía, para que no se hiciera un obstáculo futuro en su vida, posiblemente como el de Min.
Seguía ensayando con los chicos, obviamente Jeongin era más limitado con este, después de aquel dia ya no volvió a coquetear con el de aquella manera, en pocas palabras si le dio su espacio en solo ser amigos, al igual que habia propuesto en los ensayos solo darle un casto beso en el cachete, hasta que llegara la fecha en la que actuaran enfrente de mucha gente, para no incomodar lo con su presencia y desicion.
Por su lado Jeongin cada vez más perdida la fé en si podía llegar a tener algo con el, algo que su madre notó. Era algo facil de ver en Jeon; pues este tiene una presencia linda y agradable, muy divertido y carismático, haciendo miles de cosas y hablando demasiado. La primera vez que Félix le rompió el corazón había dejado de hacer todas esas cosas, tardó un gran tiempo en superar esa decepción amorosa; y hoy estaba igual, ya no le gustaba hablar mucho, ya no salía o invitaba a sus amigos a casa o a salir.
Este estaba recostado en el sillón viendo la televisión, parecía cómodo; su madre quien no le gustaba verse destruir por si mismo y no poder ayudarlo, pues en estos tiempos era cuando más se cerraba a cualquier persona. Si propio mecánico de defensa para no verse vulnerable o que lo lastimen más, cuando el solo se lastimaba al guardarse todo eso.
Aquella mujer levanto cuidadosamente la cabeza de su hijo, sentándose y haciendo que este se acostara en las piernas de su madre... Cómo esa primera vez que lo consoló.
-Innie... No me gusta verte así, ¿Que te pasa?- Pregunto tristemente su madre.
-Nada... No es nada, madre. - Dijo serio Jeongin a lo cual su madre se preocupo mucho más.
-Hace menos de cinco meses estabas feliz por encontrar al chico, luego... Estás así. Algo tienes Jeongin. - La madre dudo pero con cuidado empezó a acariciar los cabellos del chico quien inconscientemente empezó a llorar. -Sabes que cuentas conmigo, para todo. Somos tu y yo contra todos. - Esto quebró a Jeongin quien se recostó boca abajo para llorar aún más, abrazándose de la pierna de su madre, era algo difícil ver a Jeongin llorar de frente. Algo que sabía perfectamente si madre. -¿Quieres contarme? Tu padre no está, nadie te verá llorar aparte de tu madrastra. Solo yo lo haré, cariño. - La mujer sabía que la palabra "madrastra" la odiaba Jeongin, pues que ella se dirigiera a ella de esa manera le daba asco, el la consideraba su madre, lo fuera o no. Ese título se lo ganó cuando fue la única en ayudarlo, cuidarlo y sobre todo amarlo; Resignado levanto su rostro rojo por la presión que hacía y haber llorado.
-MI MAMÁ. - Aquello lo remarcó, para que la mujer entendiera y está lo abrazo, algo que después de un rato Jeongin correspondió.
-Bueno, tu mamá. Solo tu mamá escuchará y te verá llorar, ¿Te parece? Pero debes de contarme, no me gusta que estés así, Innie. - El chico asintió en el cuello de la mujer aferrándose a ella como si la fuera a perder.
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[ 𝐘ᴏᴜʀ 𝐃𝑎𝑚𝑛 𝐂ʜᴇᴀᴘ 𝐄𝒙𝒄𝑢𝑠𝐞 ]
Hayran Kurgu𝐔na pareja feliz a ojos de cualquiera que los mirara, pero solos ¿Es igual o solo saben fingir perfectamente? Tanto que nadie nota lo que está detrás de aquella pequeña cortina que ambos chicos formaron.