[ 𝐘ᴏᴜʀ 𝐃𝑎𝑚𝑛 𝐂ʜᴇᴀᴘ 𝐄𝒙𝒄𝑢𝑠𝐞 ]

𝐂𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 ¹⁰

-¿Que le pasó...? - Pregunto Lixxie a Jeongin, el ambiente era algo tenso después de ir a dejar a los chicos al departamento de Jisung, la madre de Min amaba a Jisung, por todo lo que le habia ayudado a su hijo, por lo tanto la puso al tanto de todo lo que había pasado y que se quedaría con el para cuidarlo.
Estaban en el auto, Jeongin había parqueado su auto enfrente de la casa; pero Félix quería saber, la intriga lo mataba.
-Bueno, el señor que estaba ahí... Es el hombre que le hizo mucho daño. Se puso mal al verlo y todo eso. - Aquello dejo perplejo a Félix, había conocido al profesor Bangh; si bien si se le insinuó varias veces, las cuales obviamente negó rápidamente. No pensó que pudiera hacerle tanto daño a un chico, a tal punto de dejarlo pálido.

Jeongin comenzó a hablar con el pecoso, olvidando completamente que estaban a fuera de la casa del chico, el ambiente se volvió agradable para ambos chicos, sin embargo, todavía existía esa tensión que ambos tenían en si, algo que nunca pudieron descargar pues había una línea que los separaba con la realidad...Hyunjin.
En su propio mundo, Jeongin se dio cuenta de que Félix no dejaba de ver sus labios, aquel chico pensaba que era su imaginación o el efecto del alcohol que había tomado, aunque no fue mucho, sonrio ante aquella imaginación de besarse con el chico que siempre amo.

Félix al ver cómo el chico sonrió no controlo sus acciones y se abalanzó a Jeongin aún en el auto, dándole un beso deseoso pero a la vez lindo, Jeongin no pudo reaccionar temprano hasta que comenzó a seguirle aquel beso igual de necesitado, la ropa comenzó a estorbarle a Félix quien comenzó a quitarle la camisa al chico de hoyuelos.
Jeongin era inexperto en esto dejandose hacer por Félix; daba besos torpes al sentir las caricias de Félix en su torso. Por su lado Félix desesperado desabrochó su pijama dejando al descubierto su cintura y consigo su torso, ambos chicos siguieron besándose hasta que Jeongin se dio cuenta de algo...

-Felix, estamos afuera de tu casa...- Aquello asustó un poco a Félix quien asustado se abrochó su camisa y se despidió, dejando a un Jeongin sin camisa, con el pelo alborotado y los labios rojos.
Félix entro a su casa esperando que su padre aún no llegara, algo imposible, pero bueno, aún así esperaba que tan siquiera estuvieran dormidos o en su habitación; algo que al entrar verificó que no era así, entro exaltado, con el poco labial que tenía alrededor de la boca, no en donde era.
Para su mala suerte el labial era de un tono rojo, el cual se notaba demasiado, cerró con sumamente cuidado y despacio, tratando de no hacer ruido y que lo vieran así, pero al hacerlo las luces se encendieron dejando en vista a sus padres en la sala; por el lado de su mamá era una expresión algo alegre y su padre una expresión de enojo; el cual no sabía si era por la hora o por como llegaba. Algo de ambas pensó Félix.

-Hijo... Yo sé que ya terminaste con Hyunjin, y que ese chico es muy lindo y educado... Pero necesitas superar del todo a Hyunjin y recuperarte. - Aquello dejo con una cara de completa confusión al chico, a lo que su madre decidió hablar más directa. -Puedes andar con ese chico, pero sana primero. Puedo llevarte a un psicólogo para que sea más rápido. -
-¿Cuál chico, mamá? ¿Jeongin?- Su madre asintió y aquello hizo entder al pecoso de que trataba todo eso. -Ma, no pienso andar con el... Por ahora. Se que tengo que sanar. - La madre no convencida señalo su rostro, dándole a entender el como estaba Félix, el cual al recordar ese detalle se apeno.
-¿Vieron eso...? - La madre asintió, Félix estaba completamente rojo... Más de lo que su labial lo había dejado y delatado.
-O sea, no todo. Pero vimos como se besaron...- Aquello alivio un poco a Félix, un poco... Pero aún así ¿Vieron? Por eso su padre estaba enojado...

-Yo si quiero hablar, no me enoja el hecho de que estés saliendo o no con un chico, tampoco tengo la dicha de conocerlo; tu madre dice que es un chico muy educado... Eso me alivia mucho, pero recuerda que es nuestra casa, vivimos aquí y necesitamos que la respetes Lixxie. - Félix así tío alegre, aún no andaba con el chico y ya lo aceptaban en su casa, feliz se dirigió a su habitación y se fue a dormir, por fin.