cap. 20

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Abre sus ojos y lo primero que ve, es a Jisung dormido con Xiaojun en el pecho, también dormido. Acaricia el cabello de su hijo antes de ponerse de pie para preparar el desayuno. El reloj dice 10AM y agradece que el rizado se hubiese despertado la última vez que su hijo lloró.

Hace huevo con jamón porque la verdad, le da flojera hacer otra cosa. Se sirve un poco, para comer antes de vestirse. Hoy iban por los resultados de paternidad y dejarían a Xiaojun un rato con sus padres.

—Entonces tu papá dijo, —oh Jisung eres el hombre más guapo del mundo, tengamos Xiaojunss juntos— y no me quedó más que aceptar— la voz de Jisung resuena, divertida. Entra a la cocina, con Xiaojun en sus brazos, tomando su biberón de leche.

—¿Qué mierdas dices?— Se ríe, dando un bocado a su comida.

—Le cuento a nuestro hijo como surgió su creación—

—No seas idiota, tiene 2 meses—

—Mejor temprano que nunca—

Renjun rueda los ojos, parándose para servirle en desayuno a Jisung.

—Vamos, bebé— toma a Xiaojun de los brazos del rizado. —Dejemos a tu padre embutirse como el cerdo que es—

—¿Después puedo embutirte?—

Renjun se sonroja, tapando los oídos de su hijo.

—¡Jisung!— Le reprende. —No con Xiaojun aquí—

Oye al rizado soltar una risa y él se va a arreglarse y alistar las cosas de Xiaojun. Cambia el pañal de su hijo por uno seco y limpio. Lo viste con un onesie que le cubre hasta los pies y es de manga larga, sobre su cabeza va un gorrito azul con estrellitas blancas.

—Eres el bebé más bello— besa sus mejillas, poniéndolo en la cuna para vestirse.

Primero lava sus dientes y se asea bien, luego elige su ropa. Una camiseta blanca, totalmente lisa y sus jeans, junto con sus vans negras de siempre. Jisung entra a la habitación, abrazándolo por detrás, ubicando su nariz en la marca aún sin cicatrizar por completo.

—Ji-jisung— jadea, sintiendo la lengua del alfa pasar por la mordida.

—¿Aún duele?—

Renjun niega, asegurando que estaba bien.

—Vístete rápido, Sung. Antes tenemos que dejar a Xiaojun con mis papás—

—No quiero dejarlo—

—Yo tampoco— mete ropa limpia y pañales a la mochila del bebé. —Pero no lo podemos llevar al hospital—

Jisung no contesta, sólo se viste.

—¿Has visto alguna vez a un bebé más guapo?— Renjun abraza a Xiaojun y después se lo pasa a Jisung. El bebé comienza a llorar cuando deja de sentir a Renjun. —Ow, tranquilo, bebé— besa su cabeza y cierra la puerta.

Como los padres de Jisung estaban de viaje, le habían dejado el auto para que —cuidara—. Irene estuvo muy emocionado con eso de la llegada de Xiaojun, tanto que él mismo había comprado y puesto un asiento especial para el bebé. Así que Jisung lo pone ahí, abrochándolo con seguridad.

—¿Primero a casa de tus padres, no?—

—Si, y apúrate que ya es tarde—

Jisung maneja hasta ahí, como siempre Renjun cantando todas las canciones y quejándose de la gente que no sabía manejar.

Se saludan y despiden rápido de los padres de Renjun para llegar a tiempo. El alfa entra sólo al consultorio seguido de la agente, quien saluda a ambos amablemente. Renjun se queda afuera, esperando por el rizado. No sabe porque tarda tanto, hasta tiempo de leer casi todos los carteles informativos le da.

El ojiverde sale, secando sus ojos y buscando al más bajo con la mirada.

—Jisung— susurra, con el ceño fruncido. —¿Estás bien?—

Asiente, abrazando el cuerpo del castaño.

—¿Qué pasó?, ¿qué te dijeron?—

— No es mi hija... 

— Pero tu alfa, Jisung... Tu sentiste esa conexión...

— Al parecer mi alfa reacciono de  manera protectora al verla en ese estado y pensar que Xiaojun podría estar asi, pero ella no es mi hija, al menos eso dicen las pruebas — dice en un susurro.

— Que se jodan las pruebas, ¿Qué es lo que quieres hacer tú?

—Creo que... creo que tendremos que conseguir una casa más grande y una cama infantil— dice, desde el cuello del omega.

Renjun sonríe, abrazando al alfa.








Pasaron por varias semanas para que Hikaru pudiera ir a casa con ellos. Renjun quedó enamorado de ella apenas la vio. Era una bebé muy linda y llorando por protección. Entre las visitas al juez y con los licenciados ella estuvo presente, fueron casi dos semanas donde ella agarró —confianza— con ellos como para dejar que la cargar  sin llorar. Ahora están yendo a casa, con Xiaojun en su asiento especial, Jisung al volante y Renjun de copiloto, con la pelirroja entre sus brazos, duermiendo. Ambos detrás del cinturón de seguridad.

—¡Mira!— Renjun mastica un chicle, leyendo la carpeta con los papeles de Hikaru. —Aquí dice que nació el 24 de diciembre. Es como ¡Mi gemela!—

Jisung rueda los ojos.

—Podría ser como eso de juego de gemelas. Ella es pelirroja y mi cabello es castaño rojizo— abre su boca. —¡Ella podría ser mi Hally!—

Jisung suspira, tocando sus sienes. Renjun era un puto niño.

—¿Ya te he dicho que eres ridículo?—

Renjun se ríe, asintiendo y haciendo una bomba de chicle.

—Cada día—

—Pues de nada—

—Aún así me amas— canturrea.

—Si, lo hago— y aprovecha el alto del semáforo, para besar los labios de su omega.

¡ven aquí y ámame!    /      sungrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora