DC x Invencible: Nano-Machine

Capitulo 20: ¿Diferencia?

~ Punto de vista omnisciente ~

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"Mierda... Mierda, mierda y más mierda..." murmuró Ezra en su cabeza. No creía que las diferencias desde su pequeño estirón hubieran sido tan grandes.

Se puso su camisa de trabajo, que por cierto, antes le resultaba cómoda, pero ¿ahora? Le quedaba bien ajustada al cuerpo... Y, como ya iba tarde, decidió aguantarse por ahora. No podía ser tan malo, ¿verdad ?

Cuando terminó de cambiarse de ropa, se dirigió hacia el exterior del vestuario, dándose cuenta de que era uno de los días más ocupados; pero, tan pronto como lo hizo, se sintió más extraño de lo habitual...

—Oye... Vaya ... ¿Desde cuándo te pusiste tan...? —escuchó murmurar a su amiga Lisa detrás de él.

Sin embargo, la interrumpió antes de que terminara: "No puedo explicarlo, simplemente ignóralo ". Pasó rápidamente para preparar las cosas necesarias. Mientras lo hacía, ella se quedó mirándola fijamente...

"Es un poco difícil cuando te ves tan bien ..." murmuró en su cabeza, antes de despertar y continuar con su trabajo.

Ezra, por su parte, respiró profundamente, intentando dejar de lado la incomodidad. Se movió con rapidez, preparando los pedidos y atendiendo a los clientes, todo ello mientras sentía la tensión de su camisa y la extraña nueva disposición de su cuerpo alterado...

A pesar de que el día fue agitado, se encontró en constante movimiento y apenas tenía un momento para pensar con claridad.

A pesar de la actividad, no podía quitarse de encima la sensación de que lo observaban . Sus compañeros de trabajo, los clientes habituales e incluso los nuevos clientes parecían prestarle más atención. Era a la vez halagador y un poco desconcertante.

Sus sentidos, aún más agudizados que antes, captaron algunos de los comentarios susurrados y las miradas persistentes, lo que hizo que le resultara un poco difícil concentrarse.

—Ezra, ¿puedes encargarte de la mesa cinco? —gritó Lisa, devolviéndolo a la realidad.

—Sí, claro —respondió, tomando una bandeja y dirigiéndose hacia allí.

Al acercarse a la mesa, notó que allí estaba sentada la conocida mujer rubia, con los ojos fijos en él. Luego sonrió cuando llegó y él no pudo evitar devolverle el gesto, aunque un poco incómodo.

" Hola , ¿qué puedo ofrecerte hoy?", preguntó, tratando de mantener su tono lo más profesional posible.

—Solo un café, por favor —respondió ella, sin apartar los ojos de él. Él se dio cuenta de que, por alguna razón, ella se sentía extrañamente más atrevida , pero lo dejó en un segundo plano, al menos por ahora...

—Por supuesto, voy a ir enseguida —dijo Ezra, anotando el pedido y dirigiéndose de nuevo al mostrador.

Le preparó el café con la facilidad que le daba la práctica, pero su mente estaba en otra parte. Los acontecimientos del día y sus cambios recientes se arremolinaban en sus pensamientos, especialmente el hombre que había mantenido cautivo desde el día anterior. Además , sabía que también necesitaba encontrar una manera de equilibrar de algún modo sus pequeños cambios con su vida cotidiana de nuevo , pero por ahora, tenía que pasar el día sin complicaciones...

Cuando terminó de prepararlo, le entregó el café y le dedicó una pequeña sonrisa. "Aquí tienes. Disfrútalo".

"Gracias", dijo ella, su mirada se detuvo en él un momento más antes de tomar un sorbo...