Yuanfen II

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Hakkai caminaba hacia su casa mientras intentaba controlar las lágrimas que aún seguían saliendo, una tras otra seguian cayendo. Unos pasos más y siente como pequeñas gotas caen en su cabeza, dirige sus ojos al cielo observando las gotas caer con más fuerza, entonces recuerda que llevaba un paraguas en su bolso, el mismo que no había podido dejar en su casa, porque Mitsuya lo estaba esperando fuera de su escuela. Saco el paraguas de su bolso y lo abrió para taparse de la lluvia, iba a cerrar su bolso cuando se dió cuenta que tenía un teléfono que no le pertenecía, pero sabía de quién era. El dueño del teléfono era Mitsuya, él se lo entregado para que lo cuidara, debido al estrés que tenía por los trabajos del club de costura junto con los de sus profesores ya no sabía dónde dejaba las cosas.

Tomó el teléfono en sus manos, recordando lo feliz que estaba por la invitación de Mitsuya, sus últimos momentos juntos, después de esto no se verían nunca más, no podría verlo trabajar en sus proyectos de costura ni fuera de clases, este era el final para ellos -Final... - aquella palabra, le causó un gran dolor mucho más grande que cuando Mitsuya lo rechazó. Una vida sin Mitsuya, Hakkai nunca se imaginó esa vida tampoco la quería, él deseaba estar a su lado sin importar nada, incluso si eso significa ser solo amigos. Hakkai observó las gotas de lluvia caer, después miró hacia tras, se dió la vuelta y comenzó a caminar hacia la calle donde lo había dejado, esperando que aun siguiera hay pero al mismo tiempo no debido a que estaba lloviendo y el no tenía paraguas.

Mitsuya había permanecido clavado en ese lugar, su mente todavía en confusión. Las suaves gotas de lluvia habían comenzado a caer, pero él apenas se dió cuenta, perdido en sus pensamientos. Vió reaparecer a Hakkai sosteniendo un paraguas con una mano y con la otra su teléfono, fue algo que no esperaba. Levanta un poco más la cabeza y se encuentra con la mira de Hakkai, que tiene una mezcla de alivio y confusión en su rostro. Mitsuya da un pequeño paso hacia adelante, su cabello mojado pegado a su frente, las gotas de lluvia carne suavemente a su alrededor.

- ¡Estas loco! ¡¿Por que te quedas parado en plena lluvia?! ¡¿Quieres enfermarte acaso?! - se acerca más a Mitsuya para cubrirlo de la lluvia - Toma - le entrega su teléfono, luego abre su bolso para buscar una pequeña toalla, la encuentra e intenta secar su cara y cabello - Estás muy mojado, seguramente te vas a enfermar - su expresión se vuelve más seria, se puede percibir su preocupación y angustia. Mitsuya permite que Hakkai lo mime un poco, sintiendo una mezcla de culpa, calidez y un sentimiento reconfortante en su pecho. Ver cómo lo cuidaba, incluso después de todo, fue entrañable y desgarrador - Estoy... estoy bien, de verdad. No me importa mojarme un poco - Él responde, con voz suave y un poco ronca. Intenta restar importancia a los esfuerzos de Hakkai, pues no quería que se preocupara por él más de lo que ya estaba.

La cara de Hakkai pasa de mostrar preocupación a una expresión de enojo - Siempre es lo mismo contigo Taka-chan, te preocupas por los demás todo el tiempo, pero cuando se trata de ti no le das la importación necesaria - suelta un largo suspiro, cansado por todo lo que ha estado ocurriendo, acerca su mano para tomar la mano del contrario - Olvídalo, mejor vamos a mi casa para que te seques y no te enfermes - comienza a caminar jalando suavemente la mano de Mitsuya y con su otra mano sostenía el paraguas - Me gustaría que te preocupes por ti, aunque sea un poco -

Mitsuya siente que su corazón se acelera cuando toma su mano, un poco sorprendido por la acción repentina. No protesta cuando empieza a tirar de él hacía su casa, una mezcla de emociones se arremolina en su interior. Se queda en silencio por un momento, sin saber cómo responder a sus palabras. Finalmente, aprieta su mano suavemente y habla - Yo... no estoy acostumbrado a que la gente se preocupe por mí. Estoy acostumbrado preocuparme por todos los demás, es solo que... - de queda en silencio, sin saber cómo terminar la oración - Yo si me preocupo por ti y mucho, lo hago todo el tiempo y no sé qué voy hacer si algo llegará a suceder te -

El corazón de Mitsuya se hincha ante sus palabras, una mezcla de culpa y algo más que no puede identificar se agita dentro de él. Mira sus manos unidas, sintiendo una extraña sensación de comodidad al tocarlas. Permanece en cilencio unos momentos, antes de finalmente hablar, su voz más suave que antes -No tienes que preocuparte tanto por mí, ¿Sabes? Yo... Puedo cuidar de mí mismo - hay un ligero dejo de actitud defensiva en su voz, como si estuviera tratando de convencerse a sí mismo como a Hakkai. Sus pies se hundieron, volteando su cuerpo para mirar esos ojos que tanto amaba - Eso no es cierto, no importa que tan maduro seas o cuántos años tienes Taka-chan, al final tanto tú como yo necesitamos a alguien que se preocupe por nosotros, que nos cuide y que este pendiente de nosotros. Si las personas pudiéramos cuidarnos por nosotros mismos la sociedad, las familias y los amigos no existieran, las personas necesitamos de otras personas para vivir, así que no vuelvas a decir eso o me enojare contigo -

Mitsuya se sorprende por su repentino tono serio, la mirada en sus ojos transmite la importación de sus palabras. Estas resuenan en él, tocando una verdad que retumban en lo más profundo de su corazón. Es algo que él sabe pero que a menudo intenta ignorar. Busca en la mirada de Hakkai, una mezcla de desafío y resignación en su expresión, antes de responder - Yo... supongo que tienes razón... Yo solo... - su voz se apaga, incapaz de encontrar la respuesta que quiere dar, atrapado entre su terquedad y la innegable verdad en sus palabras. Hakkai lo observa por unos segundos, una sonrisa surge de sus labios mientras coloca sus brazos alrededor del cuerpo de Mitsuya, sin soltar el paraguas que los cubría de la lluvia - Está bien, no tienes que decir nada, solo prométeme que comenzarás a preocuparte por ti y dejaras que yo me preocupe por ti - coloca su frente sobre la de Mitsuya, manteniendo sus ojos fijos en los de él, manteniendo su sonrisa y sus brazos alrededor de su cuerpo.

Mitsuya se tensa por un momento, sintiendo una oleada de emociones ante su repentino abrazo. El peso de sus palabras, la calidez de su presencia... todo lo invade, desmoronando su fachada estoica. Duda por un momento, sus propios brazos se levantan lentamente para devolver el abrazo. Cierra los ojos, sus frentes se tocan, siente la suave lluvia caer y el peso de aquellas palabras finalmente asentándose en su corazón. Hakkai cierra sus ojos disfrutando del momento, su sonrisa se agranda más mostrando una felicidad absoluta - Taka-chan tenemos que ir a mi casa, estamos cerca solo tenemos que caminar una calle más, vamos -

Mitsuya suelta una risita suave, divertido por su repentino cambio de tono. Se apartó un poco el abrazo, sus manos se quedan al costado de su cintura. Mira hacia la calle, observando la lluvia caer por un momento, antes de volver a mirar a Hakkai - Bien, guía me - sonríe, el estoicismo habitual en su expresión se suaviza al ver su felicidad. Lo sigue de cerca, permaneciendo bajo la protección del paraguas. Caminan un poco más, deteniéndose en la entra una casa algo grande, Hakkai busca en sus bolsillos las llaves y una vez que las encuentra abre la puerta, entra a la casa seguido de Mitsuya - ¡Yuzuha! ¡Taiju! ¡He vuelto! - la casa está vacía y en silencio - Creó que no están en casa. Bueno, no importa, siéntete como en casa Taka-chan -



La douleur exquise (Mitsuya X Hakkai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora