Capítulo III: Un Suceso Inesperado

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Era de madrugada y yo fui el último en levantarme, me bañe y prepare todo para salir a la playa, íbamos a alcanzar a mis tíos después de ir a desayunar

-Anda, subete al coche-dijo mi hermano
-Claro ¿A dónde quieres que te lleve?
-El único coche que sabes conducir es el del GTA-dijo mofándose
-Pero lo hago de poca, además ya es tiempo de que vaya aprendiendo-contesté entusiasmado
-No quiero morir cuando vacaciono
-Vámonos ya-le dije molesto.
Así fue, partimos a desayunar y después a encontrarnos con mis tíos a la playa.

Al cabo de un rato nos metimos a nadar y las olas estaban a un ritmo fuerte, además de que esta playa es diferente a las demás, ya que, la arena esta en un ángulo bastante inclinado. Mi tía nos grito a mi hermano, sobrino y a mi para que saliéramos del agua, pero era algo imposible, las olas estaban en su máximo esplendor.

Una ola sumió por completo a mi sobrino

-¡Eh! ¡Ayudalo a salir!-le grité a mi hermano, que estaba más cerca de él
-Voy para allá-se escuchaba bastante agitado.

También estaba muy cansado, pues el agua te lleva más adentro y el no poder tocar la arena y sólo nadar, cansa muchísimo.
Mi hermano había llegado hasta mi sobrino pero no podían salir, la corriente era muy fuerte, quería ayudar pero estaba lejos de ellos y agotado, así que me dirigí a las boyas a descansar. Al fin mi tío llego a ayudar a mi sobrino y hermano a salir, con mucho esfuerzo.

-Perfecto-dije-Esperare a que cesen las olas y saldré
-¡Auxilio! -era el grito de una chica

Volteé a ver que sucedía, una chica que apenas le veía la cabeza se estaba ahogando

-¡Calmate, voy, voy, para allá!-la voz me temblaba, tenía nervios.

Nade lo más rápido que pude hasta llegar a ella, que ya caía sumergida. Me sumergí y la saqué, la puse en mi sobre mi hombro y espalda como pude y utilizaba un brazo para nadar el otro para sujetarla, hice todo lo posible por llegar a la orilla ~Estoy agotado, no me quedan fuerzas~ Continúe nadando, cuando una ola nos revolcó. Salí a la superficie sin soltar a la chica, sentía mis piernas calientes, mis brazos frágiles y cansados, mis latidos del corazón tan rápidos y fuertes que pensé que estallaría en cualquier momento.

Hice un máximo esfuerzo, en un ataque de adrenalina, que al mismo tiempo calmo mi pánico, nade y nade hasta tocar la arena y correr para salir del mar. Escuchaba gritos, tome a la chica y la recoste en la arena y le empecé a oprimir el pecho con las palmas de mis manos y luego al ver que no reaccionaba le di respiración de boca a boca y reaccionó, escupiendo un poco de agua, volteé a ver que alguien se aproximaba a mi a toda velocidad, sentí un golpe muy duro en la cara y me desvanecí.

Desperté, entre abría los ojos, sentía un dolor de cabeza agudo

-Hasta que despiertas negro durmiente-dijo mi hermano con alegría
-¿Qué pajo?-contesté, apenas podía mover los labios por la hinchazón del tremendo golpe
-Que te partieron la cara eso paso-dijo entre risas mi hermano
-Lo último que recuerdo es darle respiración a la chica
-Así es, pues su novio de esa chica, al ver que la besabas
-¡No la bese!-contesté con euforia
-Lo que sea, el llego en ese momento y te dio un fuerte golpe
-¡Caray! ¿Un golpe y me dejmaye?
-Si, bueno, ese chico si que tenía músculos, si los comparamos, era hulk contra spiderman, un spiderman amorfo, en tiempos de hambre- empezó a reír
-Ayudo a su novia y me golpea, vaya novio-dije molesto
-Bueno te dejo descansar- salió de la recamara.

Revisé mi celular y vi que tenía varias llamadas perdidas de mi novia y otra de un número que no conocía, así que llame a mi novia

-Hola bebé ¿Cómo estás? - sonó preocupada
-¿Te ha contado mi hermano? Estoy bien, con agudo dolor de cabeza amor-trataba de mover los labios lo más que podía
-Ay, descansa bebé, yo me encargo de golpear a ese tipo después ¡No sabe lo que le espera!
-Lo haré gracias, pero mejor guardate las energías y gastatelas conmigo-contesté con tono pizpireto
-¡Amor! Ve a dormir, llegaré en un rato contigo
-Vale y me cuentas cómo te fue en el camping, te adoro.
-Ja ja ja, si claro yo te cuento costeñito, te adoro, que descanses.

Ojos Color Esperanza (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora