Capítulo 1

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Sentando en ese futón, su estómago tenía hambre, se levantó e iba caminando lentamente por la casa, tenía miedo de abrir una puerta y encontrarse algo que no querría ver, pero su estómago no paraba de rugir

Volvió, se cambió de ropa y salió de la casa, compro un pan y un jugo, mientras regresaba a la casa de la mujer. Vio un pequeño alboroto, se colocó su capucha, trago su pan y voto el frasco de jugo en un bote de basura.

No solo eso, si no un segundo accidente estaba apunto de suceder, una anciana subida en una escalera a punto de caerse. Corrió rápido donde la anciana y la atrapó en sus brazos y la dejo en el piso, luego golpeo al tipo que salia corriendo por haber robado toda una tienda.

Lo mando directo a la pared tomo las cosas y se las entrego a las personas del local. Ellos le agradecieron y las tomaron, pero querían ver el rostro del chico

El señor se agachó para ver por debajo de la capucha, pero Sakura solo se apartó y escondió más su rostro

"Eres un mounstro"

"Me da asco el solo mirarte, y ese tonto color se pelo"

"porque naciste así. Eres un fenómeno"

Esas palabras renundaba en su mente mientras corría, no sabía a dónde, pero no quería estar en ese lugar, no quería que lo juzgen o incluso peor, que lo llamara ratero o cosas parecidas en el pasado

Se choco y cayó al piso, volviendo a la realidad, alzó su mirada y se topo con unos ojos azules que lo miraban curioso. Su cabeza ladeaba de un lado a otro.

—¿Estas bien?¿Te golpeaste muy fuerte?—

Pregunto el sujeto estirando su mano, para que se levantará, dudo un poco, pero lo acepto y se levantó del piso sacudiendo su ropa

—Gracias— susurro, casi a nada de ser escuchado. Mientras se sacudía sentía la mirada pesada del contrario —¿Que?— dijo cuestionandolo

—Oye, tus ojos siempre fueron....—

Callo en cuenta que no estaba su capucha, se la colocó rápidamente y salió corriendo del lugar. A lo lejos escucho su voz gritándole que parase, pero no lo iba a hacer. Se metió en un callejón y se escondió atrás de un contenedor de basura. No quería escuchar nada referente a su aspecto, ¿no podía vivir tranquilo por una vez?

Al recordar el rostro del chico no tenía la misma reacción que las personas habitualmente tenían cuando lo veían, él se veía inocente, se veía curioso por él. Sacudió su cabeza y se levantó de allí

—Pense que te quedarías allí escondido— escucho la voz detrás de él

Alzó su vista y lo vio del otro lado de la valla, mientras lo veía como si nada, como si fuera lo más normal

—Tu..—

—¿Yo? Oye lo siento, solo tenía curiosidad de tus ojos, creo que es extraño, pero no un extraño de extraño, o sea no extraño, a puesto a que ves con ellos—

Tenía ganas de reírse ante el trabalenguas del muchacho.

No lo criticaba, no le estaba diciendo nada horrible de su aspecto, pero volviendo a la realidad lo señaló

—Tu que haces aquí!— le gritó

—Eres malo escondiendote, pareces mi gato cuando no quiere estar conmigo—

La luz comenzaba a alumbrarlo, los rayos de sol estaban deslumbrando dónde él se encontraba. Solo se colocó bien su capucha y sus manos en los bolsillos de su abrigo y se fue de ese callejón.

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