Un cuento confuso

Capítulo 1: desde el escenario

Estaba a pocos minutos de subir al escenario, estaba nerviosa, nada podía salir mal... Desde detrás del escenario se apreciaba mucha gente sin decir que había una gran mezcla de voces gritando "Llama, Llama..." Estaban llamándome a mí.

—prepárate para salir — me decía la gente que llevaba el evento.

—estoy lista — dije con voz nerviosa.

Ya solo faltaban 5 minutos para salir a cantar ante centenares o incluso miles de personas, al un ritmo muy fiestero y en un espectáculo de luces y humo salía cantando, era famosa pero nunca había cantado en ningún concierto, y me gustaba. En un momento del concierto bajé dejando a los bailarines aun bailando, y me puse entre la gente mientras pasaba entre la gente cantando, mientras les acercaba el micro a la gente de la primera fila e iban cantando, desafinaban bastante pero era divertido y me emocione al ver tanta gente cantando y saltando al ritmo de mis canciones. Una vez subí al escenario tenía un show de apenas una hora y media, la gente flipaba con el juego de luces y la pirotecnia acompañada de humo que había en el escenario. Una vez todo término me despedí y me dirigí hacia atrás del escenario donde estaban los organizadores.

—¡Llama!, has estado genial!! — decía uno de los chicos al mando de las luces.

—Gracias, solo hago lo que sé hacer — dije con una risa entre cortada y algo nerviosa.

—¿Me firmas un autógrafo, Llama? — dijo una chica de sonido mientras sacaba una foto y boli. Mientras le firmaba una foto mía me sentía agotada de tantas emociones en una hora y media... me dirige al camerino donde descanse un poco, luego me despedí de todos y fui a salir para ir a casa, en lo que desde un par de metros más atrás escucha alguien llamándome.

—¿Llama, eres tú? — dijo una voz detrás de mí algo emocionada. Me giré a ver quién era.

—¿sí, pasa algo? — dije con voz curiosa y llevándome la mano derecha a la sien a modo de gesto amable.

—¡has estado flipante en el concierto! ¡Ah, soy John encantado! — decía mientras se acercaba a mí emocionado.

—encantada John — dije sin saber muy bien qué hacer, ya que él era un chico de aire y nunca había tenido relación con uno, puesto que yo soy una chica de fuego.

—Llama, quieres... ir a dar una vuelta? — me dijo en un tono amigable mientras se rascaba la nuca, acepte puesto a estar cansada del concierto que acababa de hacer. Aún seguía sin creer que había hecho un sueño realidad, era algo tan fascinante...

—vale, donde te apetece ir? — respondí mirándolo a los ojos gris ceniza que tenía, él era... como especial, sentía conocerlo pero no era así, era una sensación como rara...

—me han dicho que aquí al lado hay un parque que tiene un estanque, vamos? — lo dijo de una manera tan bonita mientras su pelo de aire se oleaba... ¿Había dicho un parque con estanque? Creo que él no sabía que era un estanque de lava debido a que estamos en territorio "lavardiente" donde viví toda la vida.

—vale, sabes que el estanque es de lava?, hay peces de piedra volcánica, son preciosos... — estaba ilusionada de verlos, son negros y bonitos como los cuervos pero fascinantes por su rapidez en la lava y el arte que tienen para saltar como delfines, aunque no son más grandes que un salmón.

—sí? ¡Nunca he visto ni un estanque de lava ni peces de piedra volcánica! — decía mientras se prestaba atento y abría los ojos como platos, dejaban ver perfectamente su iris gris tan bonito.

—Sí! Ven, te lo enseño — seme quedo mirando con cara de asombro, supongo que sería por los peces y el estanque.

Mientras íbamos hacia el parque le cogió la mano, menos mal que no paso nada, pensar que un impulso de cogerle la mano a alguien, podría haber acabado mal... él se asustó en ese momento pero al ver que no paso nada no le dio importancia y prosiguió a coger mi mano más fuerte y a empezar a correr. Me costaba seguir su ritmo pero al ir de la mano no tuve más remedio, nos quedaba girar una calle cuando en la curva me tropecé y caí al suelo, John cayó conmigo pero nos reímos los dos.

—Llama, estás bien? — decía John con una sonrisa preciosa en la cara.

—sí, tú John estás bien? — decía entre risas debido a la caída tan torpe que tuvimos.

—Si jajaja, vaya trompazo — se levantó con el pelo alborotado de un todo azul grisáceo, extendió el brazo ofreciéndome la mano para ayudarme a levantarme.

—gracias John — me levanté apoyándome en su mano que a decir verdad era muy suave para ser de aire, que digo? Si nunca vi a nadie de aire...

Ya en el parque nos adentramos en la zona de árboles de fuego que eran pocos y allí estaba, el estanque de lava con peces de piedra volcánica, cuando llegamos nos paramos a unos metros del estanque. John tenía los ojos abiertos nuevamente, estaba impresionado viendo los peces, dijo "qué bonito" al aire con la boca abierta, yo me lo quede mirando y de repente se giró y me miro, pensé que se había dado cuenta de que lo miraba pero de pronto me preguntaba.

—¿te gustan? — estuve a punto de decir "esos ojos le gustan a cualquiera" pero por suerte pensé antes de hablar¿que habría pasado si lo hubiera dicho?

—em... si son bonitos... los peces... — dije con una risa nerviosa debido a lo que había pensado hace unos instantes

nos sentamos en un banco de piedra que estaba en la orilla del estanque, apoye la mano en el banco y de repente note como John iba acercando su mano a la mía hasta cogérmela, lo mire y dije sin pensar "que haces aquí en territorio de fuego?", él se quedó mirando el cielo estrellado que había ese día y se sonrojó un poco antes de contestar.

—¿pues que escuche canciones tuyas y gustaron, luego me entere de que entere del concierto y ahora estamos aquí los dos — no me miraba y cuando lo hacía se sonrojaba, a lo mejor yo le gusto? ¿Y si se había enamorado de mí? Tenía muchas preguntas en ese momento pero creo que ami también me gustaba él...

Él era amable, encantador, gracioso. Lo tenía todo, pero si no le gustaba yo? Qué pasaría?, me decidí para hablar.

—sí? Y esta noche donde la pasas? Ya son las doce y cuarto — me estaba planteando pedirle el número, aunque me daba vergüenza.

—sinceramente, no sé donde pasar la noche, vine para el concierto y no pensé en otra cosa — dijo John, algo preocupado por donde iba a pasar la noche, pero vi una clara oportunidad para pasar tiempo con él.

—si quieres... te puedes... quedar en mi casa a dormir — lo dije con voz entrecortada por la vergüenza que me daba.

—¿en tu casa? — me miraba nervioso

—sí, tengo un cuarto de invitados libre — dije muy decidida, no iba a perder la oportunidad de mi vida pudiendo estar más tiempo con alguien así...