Primeros Intentos

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Julián conducía hacia la ciudad, con Valeria y Marta a su lado. La pequeña miraba por la ventana, fascinada por los árboles que pasaban velozmente. Julián sentía una mezcla de emoción y nerviosismo al pensar en la reunión con Clara. Había pasado días preparando este momento, pero sabía que no sería fácil.

"¿Te gustaría escuchar música, Valeria?" preguntó Julián, encendiendo la radio. La niña asintió con entusiasmo, y pronto la cabina se llenó con melodías alegres que le sacaron una sonrisa.

Mientras tanto, Clara estaba en casa, reflexionando sobre su vida. La conversación con Rosa la había dejado con más preguntas que respuestas. Se sentía atrapada entre la responsabilidad de buscar a Valeria y la incertidumbre de abrir su corazón nuevamente.

Se sentó en su sofá, una taza de té en las manos, recordando los momentos felices con Eduardo. Su mente giraba entre la culpa y la confusión. "¿Cómo pudo ocultarme algo tan importante?" murmuró para sí misma.

Laura, su amiga, la llamó justo en ese momento. "Clara, ¿cómo estás? He estado pensando en ti."

"Un poco perdida, la verdad. No sé qué hacer con todo esto," admitió Clara, sintiendo la presión sobre sus hombros. "Valeria es una niña, y yo... no sé si estoy lista para asumir esa responsabilidad."

Laura la escuchó atentamente. "Tal vez deberías salir un poco. Cambiar de aires te podría ayudar a pensar con más claridad."

Decidida a despejar su mente, Clara salió a caminar. Mientras paseaba por el parque, se encontró con un grupo de madres que organizaban una tarde de juegos para sus hijos. Observó a los niños jugar, riendo y corriendo sin preocupaciones, y sintió una punzada de nostalgia. "¿Cómo sería mi vida si todo hubiera sido diferente?" pensó.

Mientras tanto, Julián había decidido intentar comunicarse con Clara nuevamente. Al llegar a un lugar donde podría tener señal, sacó su teléfono y marcó el número. Sin embargo, el timbre sonó varias veces hasta que Clara contestó.

"Hola, Clara, soy Julián, el abogado de Eduardo," dijo, tratando de sonar confiado. "Tengo a Valeria conmigo y quería hablar sobre ella."

Clara se sintió abrumada y no supo qué responder. "¿Valeria está bien?" preguntó, su voz temblando.

"Sí, está bien, pero necesitamos hablar sobre cómo proceder. Es importante que estés informada," continuó Julián, sintiendo la urgencia en su tono.

"Lo siento, necesito tiempo para pensar," respondió Clara rápidamente, sintiendo que la conversación la sobrepasaba. Colgó antes de que Julián pudiera decir algo más.

Regresando a su casa, Clara se sentó nuevamente en su sofá, llena de dudas. La incertidumbre la consumía. ¿Qué pasaría si decidía conocer a Valeria? ¿Y si no podía manejar la situación?

Esa noche, Clara se encontró con su madre, quien le insistía que dejara el tema. "No puedes hacerte cargo de una niña que ni siquiera conoces. Es una locura," decía Isabel, mientras Clara luchaba por encontrar sus propias respuestas.

"¿Y si ella necesita ayuda? ¿Y si es parte de lo que Eduardo dejó atrás?" Clara replicó, sintiendo que su voz se quebraba.

La discusión continuó, cada vez más intensa, con Clara sintiendo que estaba sola en su lucha. Su padre, Roberto, intentaba mediar, pero no sabía qué decir. "Hija, solo queremos lo mejor para ti," decía con preocupación.

Finalmente, Clara decidió que necesitaba una pausa. "Voy a salir a caminar un poco," dijo, y salió de la casa, dejando a sus padres en una discusión silenciosa.

Mientras tanto, Julián, frustrado por el fracaso de su intento de contacto, decidió que tenía que encontrar otra manera de acercarse a Clara. Sabía que Valeria merecía conocer a su madre, y no podía rendirse tan fácilmente.

El episodio concluye con Clara sentada en un banco del parque, observando a los niños jugar, sintiendo el peso de la decisión que se avecinaba. ¿Tomará el paso hacia lo desconocido y abrirá su corazón a Valeria, o dejará que el miedo la detenga?

El viento del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora