Se veía tranquilo, totalmente indefenso mientras su respiración iba suave, estaba recostado sobre la mesa de la biblioteca así que su espalda subía y bajaba al compás. Usando sus brazos como almohada mientras su cabeza reposaba. Podía ver su rostro tranquilo al estar apoyado a un costado, por la ventana entraba un poco de luz, los últimos rayos del sol del día, estos rayos hacían que se note mucho mejor el tono algo verdoso de su pelo. No sabía aún si de verdad se quedó dormido o solo estaba cerrando los ojos para descansar pero Yamaguchi se veía tan lindo así.
Se puso de cuclillas a su lado, quedando a la altura de su rostro tranquilo, lo observó repasando cada una de sus facciones, el cabello que caía sobre su frente de manera descuidada, sus cejas, sus pestañas algo largas, sus labios finos y esas mejillas repletas de pecas.
Sabía que Yamaguchi tenía una inseguridad con esas pecas, y en realidad entendía el porqué de eso, no era fácil aceptar algo de ti por lo que se burlaron toda tu vida, comprendía el porqué pero cada vez que veía sus pecas no veía ninguna razón para siquiera pensar en una burla, solo veía belleza ahí.
Su piel salpicada por tantos puntos, ahora que tenía la oportunidad de mirarlo tan de cerca y tan atentamente sin ponerlo nervioso podía asegurar que había alguna constelación ahí, o mejor aún, que ella podría crear una constelación con sus pecas, una que exprese lo mucho que le quería.
Iban en el mismo salón, había comenzado a hablarle porque a veces se perdía de algunas clases, Yamaguchi se veía amable y accesible así que se acercó a él para ver si no podía aclarar sus dudas, para su suerte así fue, tenía un amigo, Tsukishima pero casi nunca hablaba con él, era más serio, a veces incluso gruñón, muy a diferencia de Yamaguchi.
Su amistad progresó cuando iban juntos a la cafetería en los recesos, luego de eso iba a mirar las practicas de volley, a veces claro, había otras ocasiones donde estaba ocupada, también había ocasiones donde la acompañaba hasta su casa. Ella no era tonta, se dio cuenta en poco tiempo que estaba desarrollando sentimientos románticos por Tadashi, ¿pero cómo no hacerlo?, era todo lo que podía desear.
Hubo un día en particular en que estaba con él y Kei en la cafetería, ella y Tadashi reían por algo tonto y Kei se dedicaba a mirarlos con desaprobación hasta que dijo:
—Ustedes de verdad… —pareció pensárselo un poco —son tontos.
Bueno no eran solo eso, eran tontos enamorados.
Hoy en particular tenía unos asuntos en su club, cuando Tadashi pasó a buscarla para ir juntos ella aun estaba ocupada así que él decidió esperarla en la biblioteca, y ahí estaban ahora ante esa escena.
Tomó valor al darse cuenta que de verdad estaba dormido y recorrió sus pecas con la punta de su dedo índice, descubrió que su piel era muy suave. Siguió hasta el puente de su nariz y volvió hacia donde había comenzado, sentía su corazón latir con fuerza, en cualquier momento podría despertar, pero parecía muy cansado, debió entrenar mucho.
Por un momento no le importó lo que pase después así que se puso de pie y se inclinó hacia su mejilla para depositar un muy suave beso. Luego volvió a ponerse de cuclillas y susurró: —Te quiero.
Las personas dormidas no se sonrojan pero Tadashi se había puesto rojo, ella sintió sus nervios como un nudo en el estómago, ¿estaba despierto?, ¿la había escuchado?
Y poco a poco abrió los ojos y se puso de pie con nerviosismo al mismo tiempo que ella, evitando mirarla a los ojos, ella también lo evitaba, ¿había arruinado su amistad?
—Mira Tadashi —trató de explicar —. Creí que estabas dormido y yo… bueno, pues me gustas, me gustas y también tus pecas así que toqué tu mejilla, creí que podría crear una constelación pero luego terminé confesando que te quiero y… lo siento.
Lo miró y estaba más rojo aún pero en su mirada no había confusión ni enojo, al contrario, había un brillo de ilusión —¿En serio te gusto?
—Sí, y no importa si no sientes lo mismo, solo…
—Me gustas, también me gustas, mucho.
Poco a poco la chica sonrió, notó como él se acercaba y no hizo nada por alejarlo hasta sentir sus labios rozar los suyos con un tierno y tímido beso.
Al salir de la escuela Tsukishima estaba también esperando en la puerta cerca de la calle, al verlos salir tomados de la mano susurró: —Al fin.
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N/A: te quiero mucho Tadashi, eres un sol <3 ¿les gustó el shot? Personalmente lo amé escribir. La cuenta de ig en el separador es mi cuenta de Instagram, me gustaría decir que tengo un perfil todo aesthetic pero a veces subo historias randoms es a lo más que llego por si se quieren pasar por ahí. Muak, que tengan linda noche <3
