I hate you... right? (TNTDUO)

¿Decepción?

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Levantarse y limpiar tu cuerpo, era lo más relajante que podría haber, y no pensaba discutirlo con nadie.

En lo personal, todas las sensaciones eran magnificas. Sentir el agua llevarse todas las preocupaciones, el vapor nublando tu vista, la humedad en tu piel, todo es perfecto.

Exceptuando el momento de salir de la ducha, odiaba con todo su ser ese momento.

Al salir de la ducha, limpia con la palma de su mano, el espejo empañado, para permitirse contemplar su propia figura. Se vio obligado a encorvarse hacia el lavabo, debido a su altura. Se toma su tiempo para afeitarse y como no, contemplar su rostro y torso desnudo.

No era una persona con bajo autoestima, todo lo contrario, él era atractivo, y lo sabía más que nadie.

También estaba conforme con su cuerpo, no era muy musculoso, pero tampoco no tenía grasa de más. Sentía que tenia lo justo y necesario, no por nada muchas mujeres lo describían como "el hombre perfecto."

Y no las culpaba, si fuera mujer, también le daría a un hombre como él.

Sale del baño con una toalla en la cintura, soltando un bostezo bastante sonoro.

Aun con los ojos entrecerrados, se fija la hora en el despertador situado en la mesita de luz. Eran las 6:50AM.

Le gustaba levantarse con tiempo, para poder organizarse bien antes de salir. La idea de llegar tarde a un lugar, o justo de tiempo, lo aterraba.

Por otro lado, un joven se despierta gracias al sonido de la ducha.

Este suelta un quejido, dando vueltas en su cama.Se enrolla en las sabanas de esta, abriendo sus ojos no mucho tiempo después. Lo primero que ve al despertar, es a su compañero de cuarto prácticamente desnudo.

"Mierda, ¿no podía vestirse en el baño?"
Dice en sus adentros, mirando 'disimuladamente' a su compañero.

Wilbur había ignorado por completo a su compañero de cuarto, daba por hecho de que este se encontraba durmiendo, y aunque no fuese así, no le importaba que lo viera vestirse.

Después de todo, ambos eran hombres, no vería nada del otro mundo, tenían lo mismo, así que no había problema, ¿Verdad?

El castaño se encontraba eligiendo la ropa que iba a utilizar durante el día, sintiéndose observado.

Por el momento decide ignorarlo, dejando caer su toalla, para ponerse unos boxers azul oscuro, y unos jeans clásicos.

A el menor casi se le sale el alma del cuerpo, desvía la mirada en el instante de que esa toalla toca el suelo.

— Buen día. – Rompe el silencio en la habitación, de paso, sacando a el menor de su trance, el cual había quedado embobado con la figura del castaño.

— Buen día. – Responde de manera rápida y cortante, su nerviosismo era notorio.

El mayor mira de reojo al menor, percatándose del sonrojo de este.

Se veía tierno, hasta diría que lindo.

— ¿Estás nervioso? – De manera inconsciente, una sonrisa se forma en sus labios.

— ¿Q-qué? No. – Su respuesta no sonaba convincente ni para el mismo.

Se sentía muy idiota, su cara ardía, y sentía su corazón latir cada vez más rápido.