Romantic Homicide

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Cuando amaneció y los primeros rayos de sol se colaron por la ventana me desperté. Eran apenas las seis y media de la mañana pero no había dormido muy bien y decidí levantarme. Me vestí con mi ropa de deporte y me fui a correr. Era la mejor hora del día ya que apenas hacía sol.

Estuve corriendo alrededor de una hora y volví a casa para volver a cambiarme por un bikini. A lo que llegué a la playa ya eran las nueve. Saqué uno de mis libros favoritos y me puse a leerlo.

El tiempo pasó muy rápido y ya eran las dos. Me fui a comer al restaurante que solía ir con Bradley. Me parecía tan frustrante que todo me recordara a él, pero éramos inseparables en San Diego.

A las horas volvía a la playa para entrar al Hard Deck. Al entrar saludé a Penny y escuché unas voces por la zona de la diana. No lo creía. Eran Hangman y Coyote.

- Ya veo que no lo superas, Hangman - dije refiriéndome a la diana, ya que en la última misión que coincidimos le gané a los dardos varias veces.

- ¿Swan? Oh, bueno, vamos a dejarlo en Patito Feo - dijo con una sonrisa socarrona. Empezamos a reír los tres, como en los viejos tiempos en las misiones de Italia.

- ¿Que tal, Jake? Y tú no pierdes la sonrisa Coyote - reímos y Coyote me abrazo por un costado. Coyote es como mi hermano, siempre me ayuda con los que necesito y es muy cariñoso conmigo.

- ¿Una ronda, Swan? - preguntó Hangman, refiriéndose a los dardos. Yo negué.

- No quiero dejarte en ridículo - me contestó con una risa falsa y los dos chicos empezaron a jugar. Después de que Hangman se cansó, nos fuimos al billar. A los pocos minutos de empezar la ronda, apareció Phoenix con dos chicos más. Al verla me sorprendí y casi corrí a abrazarla. Era mi mejor amiga y hacia ya tres años que no la veía. Nos saludamos eufóricamente y nos acercamos a Hangman y Coyote.

- ¿Que tenemos por aquí? - dijo Jake con sorna - Pero si es Phoenix. - se autrespondio con falso asombro, yo rodé los ojos - y yo creía que éramos especiales, Coyote. Y resulta, que invitan a cualquiera. - al decir eso, le dí un manotazo en toda la tripa y el hizo un pequeño quejido.

- Chicos, este es Patán - vaciló Phoenix, a lo que yo solté una risa nasal

- Hangman - corrigió el mismo

- Pero razón no le falta - le susurré a Coyote y los dos reímos

- Pues eso. Tenéis delante al único aviador naval en activo con solo una victoria aérea confirmada.

- Ya basta - cortó Hangman con el orgullo un poco tocado. Coyote y yo no parábamos de reír y Jake nos miró fatal.

- Claro que el otro tío iba en una pieza de museo de la guerra de Corea - volvió a contraatacar Phoenix con una sonrisa socarrona.

- De la guerra fría - intentó defender Coyote pero nos seguimos riendo.

- Distintas guerras, mismo siglo - está vez habló el chico a la izquierda de Phoenix.

- Y no es éste - seguí yo antes de reírme otra vez con Coyote.

- ¿Quiénes son tus amigos? - cambió de tema Coyote, si no esto no terminaría muy bien.

- Payback - respondió está vez el de la izquierda

- Fanboy - continúo el de la derecha

- Hola Coyote - saludó Phoenix, y yo puse un brazo al rededor de sus hombros cariñosamente.

- Hola - respondió el susodicho.

- ¿Quién es? - señaló Phoenix a su derecha

- ¿Quién es quién? - todos miramos hacia ese mismo lado. Había un chico rubio y con gafas sentado en una banqueta, sacudiéndose unas migas que habían caído a su pantalón. Al principio no lo reconocí, pero luego vi que era Bob.

- ¿Bob? - progunte entre sorprendida y confusa.

- Swan, ¿que tal? - respondió como si nada.

- Pues ahora mejor de saber que estás aquí - fui hacia el y le di un abrazo. Todo el mundo nos miró raro por unos instantes hasta que expliqué - Bob era mi copiloto en una misión a Irak que tuve hace... ¿Cuatro años?

- Cinco - corrigió Bob, ajustándose las gafas.

- Eso, cinco - corrijo

- ¿Cuándo has llegado? - Preguntó confundido Coyote.

- Ah, he estado aquí todo el tiempo - dijo Bob. Yo lo miré raro. Siempre hacía eso.

- Deberías plantearte lo del cascabel - le dije, el resto río - no, lo digo enserio, porque si ahora me das los sustos que me dabas en Irak, no podremos hacer otra misión juntos - bromeé, y todos rieron.

- Es un piloto invisible - volvió a bromear Hangman.

- Literalmente

- Oficial de Sistemas de Armas, en realidad - corrigió Bob, yo solté una risa nasal al ver que no lo había pillado.

- Y sin sentido del humor - remató Hangman, y yo le di una colleja rápido. El se quejó un poco, pero luego se alejo con Coyote riendo.

- ¿Cómo te llaman? - preguntó Phoenix, intrigada

- Bob - respondió el susodicho.

- No, tu alias - se expreso Nat. Yo al ver que no entendía, le respondí.

- Su alias es Bob - respondí, al ver la cara de Nat, solté una pequeña risa nasal.

- ¿Bob Floyd? ¿Eres mi nuevo operador? ¿De Lemoore? - respondió Trace, yo abrí levemente los ojos por la sorpresa.

- Eso parece, si - respondió Bob, también un poco sorprendido.

- Bola nueve, colócalas - ordenó Trace, y Bob lo hizo enseguida.

Un par de bolas después, apareció la única persona con la que no quería hablar en mi vida: Bradley Bradshaw.
Mierda.
Al ver que venía para nuestra dirección, Bob me tendió el palo (obviamente sin saber quién es) y yo lo cogí. Aún seguía un poco en shock. Pensaba que no lo iba a volver a ver. Pero como no, tengo la mejor suerte que existe (nótese el sarcasmo).

Golpeé la bola, solo rezaba para que no me viese, o por lo menos no me hablase ni mirase. Él y Phoenix se pusieron a hablar, y Bob estaba mirando el local como un niño de cinco años en Gominolandia. Yo le miré incrédula. Bob sabía que habían pasado cosas con Rooster. Pero en ningún momento mencione nombres, entonces, el no sabía. Ay, por Dios, no se qué hacer.

Por el momento estaba manteniendo la calma, hasta que escuché unas notas particulares en el piano. Miré hacia el mismo y ahí estaba Rooster, tocando las primeras notas de la canción "Great Balls of Fire". Era nuestra canción, y él no sabía que estaba ahí. La llevábamos cantando juntos desde que tenemos uso de razón, hasta el día de la pelea.

En ese momento me decidí a salir por la puerta de atrás, así no se enteraba. Decidí llevarme a Bob conmigo porque no quería estar sola. Cuando conseguimos salir del bar yo tenía lágrimas en los ojos y mi respiración era algo irregular.

- Joder Swan, pero, ¿que te ha pasado? ¿Estás bien? - estaba preocupado, Bob solo una vez me había visto así y fué después de enterarme que mi madre había muerto.

- Joder, Bob, está ahí - intentando mantener la calma. Los recuerdos no paraban de inundarme la mente con olas de nostalgia.

- ¿Quién está ahí? Leila, lo siento pero no te entiendo - Bob parecía nervioso, se notaba que no sabía que hacer ni que decir.

- ¿Te acuerdas del chico de los papeles? - más relajada, mirando a un punto fijo.

- Si, claro ¿Por qué lo di... - le corté

- Es Rooster.

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Hola chikissss💗💘
Intenso el capítulo, eh?
Espero que os haya gustado y no os olvidéis de votar y comentar, os amooo🫶

Birds of a Feather - Bradley BradshawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora