De regreso a México, la relación entre Diego y Kevin se profundizaba. Sin embargo, mantenían su relación en secreto, temiendo la reacción de sus compañeros y la opinión pública. Un día, mientras entrenaban, Sebastián Córdova, que había notado la cercanía entre ellos, se acercó con una sonrisa juguetona.
-Chicos, ¿qué está pasando entre ustedes? Siempre están juntos.-
Diego y Kevin se miraron, nerviosos. Guillermo Ochoa, que también había estado observando, se acercó y puso una mano en el hombro de Kevin.
-No tienen que esconder nada de nosotros. Somos un equipo, y estamos aquí para apoyarnos.-
Diego tomó una respiración profunda y decidió ser honesto.
-Sebas, Memo, Kevin y yo... estamos juntos. Sabemos que no es fácil, pero no podemos negar lo que sentimos.-
Sebastián sonrió ampliamente y abrazó a Diego.
-¡Eso es genial, hermano! No importa lo que digan los demás. Lo que importa es que sean felices.-
Guillermo Ochoa asintió. -Estamos aquí para ustedes. No dejen que nadie los haga sentir mal por ser quienes son.-
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Hola, disculpen por no haber actualizado estos días, estábamos muy ocupadas.
Pero aquí les dejamos el capítulo.
Jumenta.
