── ¡ 𝖾𝗋𝖾𝗌 𝗌𝗈𝗅𝗈 𝗆𝗂𝗈 ! ୨ৎ 𝘄𝗼𝗻𝘁𝗼𝗻

1. MINE

Todos los días junto a ChanYoung eran lindos para WonBin, sin embargo, los favoritos del alfa eran aquellos en donde salían de paseo mientras se tomaban de las manos y hablaban cómodamente de algún tema que surgiera.

El día de hoy ambos decidieron visitar un jardín muy popular que había dado su apertura hace unas semanas y que por culpa de sus ocupadas agendas, no habían podido visitar.

ChanYoung tomaba fotografías con su cámara profesional mientras WonBin le seguía con una sonrisa.

—Mira qué lindas las violetas, WonBin—comentó Lee mientras capturaba la flor.

—Es hermosa.

Siguieron su camino, tomados de la mano y ChanYoung reía mientras recordaba el primer ramo de flores que le obsequió su lindo novio.

—Eran tan grande que ni podía ponerlas en el florero—Park rió suave al recordar aquel día.

Y pudo haber comprado más, porque ChanYoung merecía más que un simple ramo de flores.

—Pero me encantaron.

WonBin sonrió y detuvo su andar, para luego tomar a su novio de su mano y acercarlo hasta él. El omega se sonrojó ante la acción, sin embargo, acortó la distancia para olfatear aquel aroma a lluvia que amaba, colocó su cabeza sobre el pecho del mayor y sus brazos rodearon la cintura del alfa. El mayor, con sus manos, acunó el rostro de su chico y lo miró un par de segundos, como tanto le gustaba hacerlo siempre.

Tuvo tanta suerte de conocer a Anton y enamorarse de él.

Sus rostros se fueron acercando lentamente y sus labios se fueron acercando hasta que una voz les sacó de su burbuja.

—Hola, Anton—era SoHee el que habló, uno de los amigos del omega.

—¡Hee bebé!—el pelirrubio oscuro dejó los brazos de su novio para correr hacía el menor y rodearlo en un fuerte abrazo el cual fue correspondido.

WonBin sintió como su cuerpo se tensaba lentamente al ver que su novio estaba tan cerca de aquel otro omega. Su sangre comenzó a hervir cuando el bajito le decía palabras dulces al omega menor. Y gruñó cuando el adolescente besaba una de las mejillas del Americano.

Park no iba a permitir eso.

Sus celos lo llevaron a acercarse hasta el par de chicos y separarlos sin usar tanta fuerza, para después abrazar a Lee, como si buscara protegerlo del menor de todos.

—WonBin, ¿qué pasa?— dijo el Lee estrujando al nombrado; este solo contestó con un gruñido y un entrecejo muy fruncido.

SoHee entendió la actitud del alfa y simplemente se alejó riendo.

—Nos vemos luego, Anton.

—Hasta luego, Hee—este se despidió del otro y se fue por otro lugar del jardín para evitar problemas con el novio de su amigo.

Lee sintió como su alfa liberaba y le impregnaba sus feromonas.

Su alfa era todo un caso.

—Won, no seas tan celoso.

—No puedo evitarlo— decía mientras soltaba a su novio—Eres solo mío.

ChanYoung rió; WonBin lo amaba tanto que por miedo a perderlo, los celos se hacían presentes. El menor lo entendía y al final de cada escena de celos que nunca ocasionaba grandes alborotos más que unos cortos gruñidos por parte de su novio, siempre lo abrazaba y le repetía las únicas palabras que lo tranquilizaban:

—No te preocupes, amor, soy solo tuyo—y depositaba muchos besitos por la cara de su alfa.