Genie || Minsung

12

Jisung ni si quiera sabía a donde lo estaban llevando sus pies, simplemente caminó sin pensarlo mucho. Quería soledad, un lugar donde pudiera relajarse sin el miedo de ser interceptado por terceros indeseables.

Cuando menos se dió cuenta ya estaba sentado en una de las bancas que había en aquella azotea ambientada, el aire fresco del mar impactando en su cara junto al olor tan familiar del océano relajando sus sentidos. La sombra del árbol sobre él hacía de aquel lugar el lugar perfecto para pasar sus tardes, para relajarse y desconectarse un momento del mundo.

Había descubierto aquel lugar por accidente cuando explotaba los alrededores de la universidad junto a Felix en un arranque de aburrimiento, no tenían mucho que hacer y debían esperar un par de horas para el comienzo de su siguiente clase, por lo que decidieron embarcarse en una "aventura de primer semestre".

Desde entonces aquel lugar se había convertido en su pequeño y secreto refugio, su lugar favorito.

Soltó un suspiro sintiendo una presencia ajena tomar asiento a su lado, sabía muy bien de quien se trataba, por lo que no se molestó en abrir sus ojos, concentrándose en conseguir su paz interior y no permitir que su calma sea perturbada por la persona que muy bien podía alterarlo con su sola presencia.

Pero claro, Minho no se podía mantener quieto por mucho tiempo, ya debía saberlo. Sintió una mano caliente tomar su mejilla para girar su cabeza aún con los ojos cerrados, los cuales se abrieron para mirar con atención qué estaba haciendo el genio.

Y dios, odiaba que su corazón diera un vuelco cada vez que veía aquella sonrisa en sus labios rojizos. Fijó su vista en los ojos marrones del genio, los cuales reflejaban la sonrisa que mantenía en sus labios.

"¿Qué?" Preguntó aún sin saber a qué se debía aquella actitud tan inusualmente alegre en el genio, sobre todo luego del reciente desagradable alternado.

Minho negó aún con una sonrisa, relamiendo sus labios antes de hablar. "No sabía que tenías un lado tan malditamente caliente."

Jisung frunció el ceño ¿Caliente? "¿A qué te refieres?" La mano en su mejilla realizó un corto recorrido hasta su mentón, el cual fue tomado entre el pulgar e índice del genio.

"Me refiero a que eres jodidamente caliente cuando te molestas, verte amenazar a esos dos hijos de puta fue lo más satisfactorio y excitante que he podido presenciar en mi larga vida." Jisung no pudo poner resistencia cuando Minho acercó con ligera rudeza su cara a la propia, sus alientos chocando calientes. Minho relamió sus labios, fijando su mirada en los labios contrarios. "Creo que soy capaz de cogerte aquí mismo si me lo permitieras."

Y mierda, Jisung sintió su aliento cortarse cuando escuchó esas palabras salir de la boca del otro, su corazón empezó a latir con rapidez ante la repentina emoción que recorrió todo su cuerpo, una sensación tan jodidamente conocida para él que sabía no podía controlar cuando se trataba de Minho.

"¿Qué te detiene?" Le alzó una ceja retándolo, Minho simplemente agrandó su sonrisa, dirigiendo su mano libre hacia la cadera del menor, tomándola con fuerza y acercando el cuerpo del menor hacia el suyo.

Jisung soltó un pequeño grito tomado por sorpresa por la repentina fuerza del mayor, inconscientemente dirigió sus dos manos para sostenerse de los fuertes bíceps del otro, el cual susurró a tan solo milímetros de sus labios, rozándolos con cada palabra.

"Hannie.. no sabes lo mucho que me controlo para no tomarte en cada rincón de este lugar, el autocontrol que debo tener para no empotrarte contra cada mesa.." Sus ojos se habían oscurecido, Jisung podía ver con claridad la lujuria oscurecer sus orbes y llamarlo a rendirse con él. Una mano traviesa se coló por el borde de su camisa, sintiendo el toque caliente recorrer su espalda baja. "¿Qué me detiene?" Repitió en un susurro, su tono sonando cada vez más grave. "El que tú seas mi amo y que no puedo hacer ningún movimiento físico sobre ti sin que me lo permitas."