CAPITULO 3

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Plan en marcha.

El domo de la central científica era el segundo más grande en el continente, cosa que le causó un problema a la joven de melena blanca. Nine paso la mayor parte del tiempo buscando la dirección indicada por su padre, algo que se le dificulto mucho debido a que nunca había estado fuera del cuartel.

Tras algunas horas logro su cometido y encontró la maleta en un callejón solitario por lo que se dispuso a seguir con la otra parte del plan.
Lamentable o afortunadamente el plan fue interrumpido por el sonido de algo dentro de la maleta.

El teléfono que debía sonar dentro de cinco días, lo estaba haciendo en ese momento, algo que desconcertó y preocupo a la joven quien contesto el móvil con precaución, ya que esto no era parte del plan y temía que su padre haya sido descubierto por la Sede.

–...– Nine guardo silencio esperando que la persona del otro lado empezara el dialogo.

–¿Nueve, eres tú? ...–pregunto el científico dudoso al no recibir respuesta– pequeña, soy Fichet puedes contestar estoy bien.

Fichet sabía que la joven no respondería solo porque sonara su voz, tenía que afirmar su persona y su estado para dar seguridad a la chica. Cosa que funciono.

–Padre, no esperaba aun tu llamada, ¿Sucedió algo? –cuestiono intrigada por la repentina llamada de aquel hombre.

–Pequeña, el plan ha dado un cambio repentino. –soltó tratando de sonar calmado para no preocupar a la chica y proseguir con calma– No puedo explicarte todos los detalles en este momento, por lo que será breve, así que pon mucha atención.

–Entendido, padre.

El científico solo se centró en indicarle la nueva dirección en la que sería recogida en unas horas y decirle las indicaciones que Roger le había encomendado. Todo aquello asegurándole que sería por el bien de ella y que una vez llegara tendría una larga explicación.

A las pocas horas de este suceso, Nine ya estaba siendo transportada de regreso a la Central científica. Siguiendo las indicaciones del doctor se mantuvo en silencio durante todo el camino en un estado de alerta por cualquier cosa que pudiera pasar.

Al llegar fue recibido por una mujer de apariencia joven quien vestía una bata parecida a la de su padre. Esta solo le indicaba que la siguiera sin dirigirle palabra alguna.

El lugar y la dama eran desconocidos para la joven, algo que le causaba mucha curiosidad, ya que en todo el tiempo que estuvo en la central nunca camino por aquellos túneles angostos ni vio a esa mujer pelirroja rondando por el laboratorio.

Su curiosidad se disipo en cuando vio al coronel al final de aquel camino, su mirada se tensó y sus instintos estaban más alerta que nunca. Sabía que ese hombre era el amigo de su padre, pero aun así desconfiaba de él. Mas aun cuando no vio rastro del científico.

El lugar en el que se encontraban parecía viejo y que no había sido utilizado en años. Algo no le estaba gustando, temía que fuera una trampa para ser capturada, pero todo aquello se disipo al sentir una emoción de calidez proviniendo de aquella dama.

–N.09. Necesitamos que pongas atención a todo lo que te explicaremos, de esto depende la vida de tu querido creador– Advirtió Roger con esa voz autoritaria que siempre usa con sus soldados.

–¡Roger! –reprendió la pelirroja ante el tono del hombre–Ella es solo una niña, se más amable, hombre sin corazón.

–Joder Mali, sabes que no puedo verla como tal. –bufo con molestia ante el regaño de la científica – tratare de hacer lo mejor, así que, mocosa no me hagas enojar.

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⏰ Última actualización: Aug 02 ⏰

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