Capítulo 6

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Capítulo seis
Confiar

Cuando nos sentimos derrotados y con cero por ciento de esperanzas de que las cosas puedan mejorar, nos auto saboteamos para hacer creer real ese sentimiento, porque al final es todo lo que va a quedar. Si no confías no te lastimas y si no te lastimas no hay más dolor.

Tanto dolor reprimido a lo largo de los años y el sentir que eres culpable de algo que no estaba en tus manos salvar, poco a poco te consume por dentro, poco a poco va terminando contigo y con todo lo que eres, al punto de creer que nada puede salvarte y que si mereces todo ese dolor.

Pierdes todo, te pierdes a ti y no te das cuenta del daño que puedes causar y no solo en ti, sino, también a tu alrededor y te ciegas, porque siempre tuviste alguien que te salvara y decidiste alejarte, porque las personas que realmente estuvieron no son culpables de eso que te hizo daño y al final, tu pasado siempre te va a dañar hasta que no decidas arreglarlo.

Y eso ahora estaba pasando, tenía que darme cuenta de que no todo el mundo era malo, que yo no era culpable, que quizá y si puedo cambiar esto en mí. Porque yo también merezco poner algo de color a mi vida, reconstruirme y eso es lo que haré desde hoy.

Y si sale mal por lo menos sé que lo he intentado, si me equivoco ya no hay mucho que perder y no sé, quizá y esta vez podría hacer las cosas mejor, tal vez sería distinto.

ཐིཋྀ

Layla y yo nos encontrábamos sentadas en las mesas de la cafetería, en específico la mesa que ya se había convertido en el punto de reunión de los cuatro.

En este tiempo Layla, Luka, Diego y yo nos habíamos hecho muy unidos. Ni siquiera sé en qué momento pasó, sólo sé que Luka se volvió amigo de Diego por el soccer y fue algo así como de pronto todas las mañanas comenzamos a desayunar todos juntos, sí, realmente fue algo loco.

En realidad, me alegraba mucho que ahora tuviera un grupo de amigos, uno donde no me siento excluida o juzgada, porque ellos me han hecho sentir protegida en este corto tiempo y eso ha logrado llenar un espacio en mí que creía inhabitable.

—Lo que yo digo es, que, si queremos ganar, tienes que ser tú el capitán y no Harrington. —escuché decir a Luka mientras se acercaba junto con Diego

Layla los saludó con la mano y yo les regalé una sonrisa.

—Ser el capitán conlleva mucho estrés y más horas de entrenamiento y no estoy dispuesto. —negó Diego tomando asiento

—Vale, tendré que sufrir con ese idiota. —rodó lo ojos

Luka solía decir palabrotas en contra de gente que decía odiar, pero aparentemente odiaba a todo el mundo.

—¿Por qué no eres tú el capitán? —interrumpí uniéndome a la conversación

Layla soltó una carcajada, a lo cual Luka le dio una mala cara.

—Digamos que mis calificaciones no son denominadas como "aptas" para ser capitán. —respondió algo avergonzado

—Ósea que sus calificaciones son pésimas. —dijo Layla dando un sorbo a su café

Yo hice un rostro de comprensión a Luka, evitando reír por las bromas hacia él de parte de Layla.

—Pues Harrington tendrá que ser. —Diego se encogió de hombros

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