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Pasaron algunos meses desde el dramático reencuentro en el hospital. Jimin y Jungkook habían trabajado arduamente para reconstruir su relación, y aunque el camino había sido difícil, ambos estaban comprometidos a hacer que funcionara. La mansión de los Jeon, que una vez fue un lugar de tensión y dolor, se había transformado en un hogar lleno de amor y esperanza.

Una mañana, mientras el sol se alzaba sobre el horizonte, Jimin se despertó en los brazos de Jungkook. Sentía la calidez del cuerpo de su alfa y la seguridad de su abrazo. Jungkook, que había estado despierto desde antes, observaba a su omega con una sonrisa serena.

Jungkook: "Buenos días, mi amor. ¿Cómo te sientes hoy?"

Jimin: "Buenos días, Jungkook. Me siento bien. Mejor cada día."

Jungkook: "Me alegra escuchar eso. Hoy tengo una sorpresa para ti."

Jimin levantó una ceja, curioso.

Jimin: "¿Una sorpresa? ¿Qué planeas, Jungkook?"

Jungkook se levantó de la cama y se dirigió a una pequeña caja que había dejado en el tocador. La abrió y sacó un colgante de plata con un hermoso diseño de un lobo y un omega entrelazados.

Jungkook: "Quiero que tengas esto, Jimin. Es un símbolo de nuestro amor y nuestra conexión. Quiero que siempre recuerdes que estoy aquí para ti, pase lo que pase."

Jimin tomó el colgante con cuidado, sus ojos brillando con emoción.

Jimin: "Es hermoso, Jungkook. Gracias. Siempre lo llevaré conmigo."

Jungkook: "Y hay algo más. Hoy vamos a visitar a la Madre Luna."

Jimin se quedó sorprendido.

Jimin: "¿La Madre Luna? ¿Cómo es posible?"

Jungkook: "He estado investigando y encontré un lugar sagrado donde podemos conectarnos con ella. Creo que será una experiencia que nos ayudará a sanar y fortalecer nuestro vínculo."

Jimin asintió, sintiendo una mezcla de nervios y excitación.

Jimin: "Confío en ti, Jungkook. Vamos a hacerlo."

Horas más tarde, Jungkook y Jimin se encontraban en un bosque sagrado, guiados por un chamán que los llevó a un claro donde la luz del sol se filtraba a través de los árboles, creando un ambiente mágico y sereno. El chamán comenzó a preparar un altar con hierbas y cristales, mientras les explicaba el ritual que seguirían.

Chamán: "La Madre Luna escucha a aquellos que vienen con corazones puros y sinceros. Deben abrir sus almas y dejar que su amor fluya. Solo así podrán recibir su bendición."

Jungkook y Jimin se tomaron de las manos, cerraron los ojos y comenzaron a meditar. Mientras sus respiraciones se sincronizaban, sentían una energía cálida y poderosa envolviéndolos. De repente, una voz suave y maternal resonó en sus mentes.

Madre Luna: "Mis queridos hijos, he observado vuestro viaje y los desafíos que han superado. Estoy orgullosa de ustedes. Su amor es verdadero y fuerte. Pero aún hay mucho por aprender y crecer."

Jungkook: "Madre Luna, por favor, guíanos. Queremos ser mejores y más fuertes juntos."

Madre Luna: "Jungkook, has mostrado tu dedicación y amor. Sigue protegiendo y amando a Jimin con todo tu corazón. Jimin, tu bondad y fuerza interior son admirables. No dudes en tu valor y en tu capacidad para sanar."

Jimin: "Gracias, Madre Luna. Prometemos seguir tu guía y honrar nuestro amor."

Madre Luna: "Recuerden siempre que el amor verdadero requiere esfuerzo y sacrificio. Pero con cada desafío, se volverán más fuertes y unidos. Los bendigo a ambos, y les deseo una vida llena de felicidad y armonía."

Con esas palabras, la conexión con la Madre Luna se desvaneció, dejando a Jimin y Jungkook con una sensación de paz y renovación. Abrieron los ojos y se miraron, sintiendo una nueva chispa de esperanza y determinación.

Chamán: "La Madre Luna ha hablado. Ahora, regresen a su vida con su bendición y continúen fortaleciendo su vínculo."

De regreso a casa, Jimin y Jungkook se sentían más conectados que nunca. Habían recibido la bendición de la Madre Luna y estaban listos para enfrentar cualquier desafío que el futuro les deparara.

Días después, mientras disfrutaban de una tarde tranquila en el jardín de la mansión, Tae se acercó a ellos con una sonrisa en el rostro, acompañado por Hoseok, conocido cariñosamente como Hobi. Hobi era un omega que había estado siempre al margen, observando y apoyando desde las sombras. Ahora, su presencia era constante y tranquilizadora para Tae.

Tae: "He estado pensando, chicos. Todo lo que hemos pasado me ha hecho darme cuenta de lo importante que es el amor y la familia. Quiero ser un mejor hermano, un mejor amigo, y un mejor alfa."

Jungkook: "Estamos contigo, Tae. Todos estamos en este camino de aprendizaje y crecimiento juntos."

Jimin: "Y siempre tendremos el apoyo de la Madre Luna y de cada uno de nosotros. Somos una familia, y nada nos separará."

Hoseok: "Tae y yo hemos decidido dar un paso adelante en nuestra relación. Después de todo lo que hemos visto y vivido, creo que es el momento de dejar de lado el miedo y abrazar el amor verdadero."

Tae sonrió, apretando la mano de Hobi.

Tae: "Hobi ha sido mi roca durante todo este tiempo. Su apoyo incondicional me ha mostrado lo que realmente significa amar y ser amado. Quiero construir un futuro con él, uno en el que podamos ser felices y completos."

Jungkook y Jimin intercambiaron una mirada de felicidad y aprobación.

Jungkook: "Nos alegra mucho escuchar eso, Tae. Hobi es un omega increíble, y sabemos que juntos serán muy felices."

Jimin: "Sí, siempre hemos sentido que Hobi es parte de nuestra familia. Es maravilloso verlos juntos."

El sol se puso sobre la mansión de los Jeon, llenando el cielo de colores cálidos y hermosos. Y mientras la noche caía, Jimin, Jungkook, Tae y Hoseok sabían que el futuro les deparaba muchas más aventuras y desafíos, pero también muchos momentos de amor y felicidad.

Con el tiempo, la relación entre Tae y Hoseok floreció, y los cuatro hermanos (de sangre y de corazón) continuaron apoyándose mutuamente en cada paso del camino. La presencia de la Madre Luna siempre estuvo con ellos, guiándolos y bendiciéndolos con su amor y sabiduría.

Así, la mansión de los Jeon se convirtió en un símbolo de redención, amor y familia. Y todos los que pasaban por sus puertas podían sentir la energía positiva y la calidez que emanaba de aquellos que habían aprendido a amar y a perdonar, a pesar de las dificultades.

-- les dije que ya lo tenia escrito bueno no se si hacer otro extra más ...........gracias por leerme enserio y por esperarme 

Tabú-kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora