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—¿Hablaste con Ava ayer?

—Sí. Me confesó que las llegadas de Dagmar la incomodan, ha tenido que soportarlo por casi cuatro años, pero hasta ayer fue capaz de confesarlo, admito que tuve que presionarla un poco para que me lo dijera.

—Ahora que lo sabes, ¿qué harás?

—Dagmar llegará con Landon en unas horas a la mansión, así que, hablaré con ella, no sé cómo lo vaya a tomar pero, debe entender que Ava también vive ahí y merece respeto.

—Por lo que me has contado de ella se ha tomado algunas atribuciones, ¿no?

—Ha pretendido hacerlo pero no se lo he permitido, es la madre de mi hijo, sin embargo, eso es todo, no es mi pareja.

James y Petrus estaban dentro de un pequeño salón amueblado con varios sofás, como una pequeña sala de reuniones. La puerta se abrió sin aviso, siendo Markus y Keanu quienes se encontraban del otro lado.

—Ya casi es hora, están esperando afuera, deberían verlos, son muchos.

Esa mañana era la firma con los fans, habían acordado llevarla a cabo hace unos meses, pero lo pospusieron hasta que se cumplieran cuatro años exactos del concierto del 95. Las personas fuera del local estaban emocionadas por conocer a los miembros de Radical RIOT, tendrían un tiempo para preguntas y luego para la firma de discos. Petrus, James, Keanu y Markus se dirigieron al salón que estaba bien situado para la ocasión, habían alrededor de doscientos asientos para los fans, era un grupo limitado, ya que se habían escogido al azar, se llevó a cabo un sorteo hace unos meses, lo que incrementó las ventas del álbum, era un ganar, ganar. Los fans conocerían a sus ídolos y la banda percibía ingresos.

Los cuatro se sentaron frente a la mesa que estaba al centro del pequeño escenario que habían armado para el momento, detrás de ellos, cubriendo casi toda la pared, se logró vislumbrar la portada del álbum. Los guardias de seguridad quitaron los cordones de la puerta y la abrieron, permitiendo que los fans pudieran entrar al lugar, en cuestión de minutos todos tomaron asiento, esperando a que diera inicio.

—Bienvenidos todos. —dijo Markus— Como saben, están aquí ya que fueron elegidos al azar y tienen la oportunidad de conocer a cada miembro de la banda, pueden hacerles preguntas, desde las más interesantes hasta las más íntimas con el fin de conocerlos mejor.

Luego de que dijera esas palabras comenzaron a preguntar, en orden para que no se armara el caos.

—¿Cuál es su canción favorita del álbum para tocar en vivo?

James fue el primero en responder, tomó el micrófono con su mano y se dispuso a hablar.

—Mi canción preferida es Toxic love.

—Es su canción preferida porque la progresión de acordes y la melodía fue su idea. —comentó Petrus. El público rio levemente por la manera en la que lo había dicho— La mía es Crazy Kind of love, siempre he sido un arduo fanático del country y decidí agregarle esa chispa a la canción, atribuyendo a eso la voz de Spicy, resultó en una mezcla detonante.

—A mí me gustan todas, pero mi favorita es Blood of love, Petrus hizo un gran trabajo en la composición de esa canción, me hace sentir prácticamente en otro mundo.

Un hombre de rastas y grandes aretes habló.

—Respecto al álbum de covers "La cercanía del diablo" ¿hay planes para próximos álbumes así?

—No en realidad. —respondió Petrus— Queríamos tener al menos un álbum de covers en nuestro catálogo, sin embargo, no está en nuestro planes hacer otro.

Un joven de unos veinte y tantos alzó su mano.

—Yo siempre he querido saber cómo hacen para componer las canciones, ¿es algo que hacen juntos o es un trabajo individual?

—Que pregunta tan interesante... ¿Cuál es tu nombre?

Petrus mostró un inusual interés en el chico, por lo que centró toda su atención en él.

—Me llamo Benjamín.

—Bien, Benjamín. —dijo Petrus, mostrando una sutil sonrisa— ¿Sabías que en toda nuestra carrera jamás nos habían hecho esa pregunta? Siempre suelen preguntarnos cosas que solo les interesan a los medios, pero ahora puedo darme cuenta de que es a ustedes a quienes les importa el proceso detrás de una canción. Verás, tenemos una dinámica un poco extraña, cada uno tiene su propia función dentro de la banda, James se encarga de las melodías y la armonía, Keanu es quien analiza las letras y se cerciora de ver que haya coherencia y técnica lírica, yo soy el escritor de la banda, sin embargo, los tres aportamos ideas. Por ejemplo, si a Keanu se le ocurre un riff de guitarra o a James una línea de bajo, no nos limitamos a nuestros roles, cada uno aporta la idea que tenga y yo me encargo de ordenar todo para terminar el producto final.

—Vaya... Qué increíble, tenía otra pregunta, esta es más personal. ¿Qué aficiones tienen fuera de la música?

Petrus alejó el micrófono de sus labios y dio paso a que cualquiera de los dos respondiera. De los tres era quien practicaba una afición poco común, y no pretendía decirlo al público.

—En mis tiempos libres me gusta ir de pesca y montar a caballo. —respondió Keanu— Ahora que lo recuerdo, fue precisamente un día en equitación que se me ocurrió la idea para una de nuestras canciones, la que luego se convirtió en Michael Jim's chip, había un potro con ese nombre que tenía un característico movimiento robotizado. Él fue la inspiración para la primera canción del álbum: La extraña cosa de lo artificial. Lastimosamente, Michael Jim murió a temprana edad.

Petrus colocó su mano sobre el hombro de Keanu y le otorgó algunas palmadas mientras se acercaba el micrófono.

—Michael Jim será recordado siempre en esa canción. —miró a James.

—Mis pasatiempos... —dijo James, pensando en qué decir— Disfruto de la calidez de la playa, también me gusta frecuentar una cafetería en New York donde venden el mejor pastelillo que he probado, me gusta estar ahí, leer un buen libro y solo apreciar el momento.

James y Keanu vieron a Petrus, esperando su respuesta.

—A diferencia de James y de Keanu yo no tengo alguna afición establecida. Suelo escribir mis propios pensamientos, colecciono ediciones especiales de libros, y... —estuvo a punto de mencionar esa afición que comenzó a practicar en su adolescencia, la cual retomó hace unos años, pero no lo hizo— Es todo.

—Esta pregunta es para Petrus. —una chica se levantó de su silla, mientras lo miraba— ¿Qué es lo más atrevido que has hecho en el backstage?

—¿De verdad quieres que responda eso? —ella asintió— En uno de los conciertos hubo una fanática, admito que me gustó, me buscó tras bambalinas y pasaron muchas cosas ahí, creo que hay un vídeo de eso, o al menos eso es lo que supe, ya te imaginarás.

Ella sonrió mostrando cierta diversión por su respuesta.

Alguien más pidió la palabra, un hombre de cabello encanecido que portaba una camisa con el nombre de la banda impresa al frente.

—Si pudieran tener cualquier superpoder, ¿cuál elegirían y por qué?

La pregunta les pareció divertida, pero esa era la gracia de recibir preguntas de sus fans, no sabían qué esperar.

—Volar. —mencionó James— Siempre quise saber que se siente volar, solo para experimentarlo, no para convertirme en un salvador o algo parecido.

—Tener inmunidad, tal vez ser inmortal, actualmente estoy  viciado con el tema de los vampiros y todo eso.

—Leer la mente. —dijo Petrus— Sería un buen recurso para manejar al resto.

Las preguntas continuaron por casi cuarenta minutos, luego se les solicitó hacer una fila para recibir las firmas de cada integrante. Se acercaban personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores, y no podían faltar las mujeres obsesionadas con ellos, en especial con Petrus. Al aproximarse e interactuar con ellos también les pidieron fotografías y ellos accedieron sin problema.

—¿Cuál es tu nombre?

—Caroline.

—Para Caroline. —mencionó Petrus mientras su mano izquierda dirigía la pluma sobre el papel— Con mucho cariño, Petrus S. —y firmó.

—¡Gracias! Por cierto, me encanta tu look, el cabello largo te queda de maravilla.

Él solo sonrió.

—¿Podría tomarme una foto contigo?

—Claro.

Se levantó de su silla y caminó hacia ella, la mujer se aferró a él mientras que Petrus con sutileza colocó su mano en su cintura. Había un fotógrafo que fue contratado para sacar fotografías instantáneas, de esa manera los fans podrían llevarse ese mismo día un recuerdo. Al momento en que él tomó la fotografía ella en un movimiento apresurado se puso de puntillas y con sus manos, tomando sus hombros, lo obligó a acercarse a ella para besarlo. Él no pretendió rehusarse, era su fan, y aunque estuviera comprometido, pensaba que debía ceder un poco.

La mujer quedó completamente satisfecha luego de ese beso y se fue. Petrus volvió a sentarse, observando que alguien había deslizado uno de los discos hacia él.

—¿Tu nombre? —preguntó, sin ver a la persona que se había acercado.

—Vincent Routh.

—¿Perdón? —al decir esto alzó su mirada, notando que el hombre frente a él era solo un fan más, no era Vincent en realidad, pero había escuchado su nombre claramente— ¿Puedes repetirme tu nombre?

—Vernon Ross.

—Ok...

Como si Vincent lo estuviera acechando, comenzaba a escuchar su nombre por todas partes, y no era la primera vez que le pasaba, lo que lo llevó a pensar que, nuevamente era su subconsciente jugando con él.
*  *

—Papi... Papi...

Una pequeña vocecilla se escuchó en el jardín de la mansión, era el pequeño Landon que estaba junto a Petrus, jugando con algunos juguetes que él le había comprado, carros, figuras de acción de superhéroes y una pequeña guitarra de juguete que se había vuelto su favorita.

—¿Cómo estuvo tu día campeón? Cuéntame.

Landon tenía apenas tres años, pero era demasiado inteligente, ya hablaba y era capaz de formular oraciones coherentes y preguntas para entablar una conversación con cualquiera, aunque, a veces sus palabras eran incompletas, pero Petrus lo entendía perfectamente.

—¡Mami me llevó por un helado y fuimos al parque de dinosaurios!

—¿Ah sí?

—Me compró dos dinosaurios grandes, ellos serán los que pelean contra los superhéroes, serán los villanos.

Landon tenía en una mano una figura de acción de uno de los superhéroes y en la otra un dinosaurio, los acercaba tanto a manera de imitar una pelea.

—Los malos siempre pierden... Caen, caen, caen...

Petrus solo miraba a su hijo, manteniendo una leve sonrisa en su rostro. No sabía cómo había sido capaz de sobrevivir a la paternidad luego de tres años, pero ya se había acostumbrado a ello, y es que ellos dos se habían vuelto inseparables, al menos mientras estaban juntos, esas pocas veces a las semanas. Petrus se había vuelto un buen padre a pesar de todo, esa parte de su vida era la única que era estable, ya que, se prometió así mismo no cometer los mismos errores que su padre cometió con él hace tantos años.

Dagmar estaba sentada lejos de ellos, sostenía en su mano una copa de jugo con ron, disfrutaba del sol que le brindaba la tarde, totalmente despreocupada. A simple vista cualquiera diría que ella era la esposa de Petrus y la dueña de esa mansión.

—Marta, ¿puedes estar un momento con Landon en lo que hablo con su madre?

Marta es la ama de llaves de Petrus, quien mantiene en orden la mansión.

—Claro, señor.

—Gracias.

Se puso de pie yendo directamente hacia Dagmar, había otra silla ahí, así que se sentó, por segundos no se dijeron nada, Dagmar pocas veces cruzaba palabras con él cuando llevaba al pequeño a la mansión.

—Por lo menos ser padre no es algo que te resulte difícil. —comentó, dándole un sorbo a su bebida— Él siempre habla bien de ti, pero yo no puedo hacer lo mismo.

—Creí que habíamos dejado las cosas claras, Dagmar.

—Tan claras como el agua, Petrus. —su semblante era indiferente, como si no le importara en lo absoluto lo que él le dijera.

—No lo parece, te he dicho muchas veces que no debes quedarte, puedes irte luego de traer al niño, ven cuando mi tiempo haya terminado, así nos ahorramos estos momentos tan incómodos.

—¿A ti te parecen incómodos o a Ava?

—Sabes muy bien que nuestra relación no es la mejor, si te soporto es por él.

—Así que ahora me soportas, pero hace años cuando hicimos a Landon no solo me soportabas sino que me disfrutabas.

—¿Qué quieres decir?

—Que ahora solo soy un estorbo, ¿o no piensas eso?

En realidad sí lo pensaba.

—Solo quiero evitarme disgustos, es todo.

—Sé claro y dime de una buena vez que es a tu prometida a quien no le gusta verme aquí.

—No solo es ella, también soy yo, no te soporto, Dagmar, te volviste una molestia estos últimos años, olvidaste por completo que nuestra relación desde el principio fue simplemente por diversión, fue casual, yo nunca me iba a enamorar de ti.

Escuchar esas palabras le afectaban, habían pasado muchos años, pero ella seguía convencida que en algún punto ellos estarían juntos.

—Qué bien te expresas de la madre de tu hijo.

—Que seas la madre de Landon no te da el derecho a tomarte atribuciones que no te corresponden, entiéndelo de una vez, Ava es quien será mi esposa, Landon es mi hijo, eres su madre, pero ya no tienes nada que ver conmigo. Ni siquiera somos amigos.

—Pudimos ser más que eso.

—Pudimos, pero no fue así.

—¿Entonces? ¿Quieres que me vaya y me lleve a Landon?

—¿Por qué lo usas para amenazarme? No lo metas en nuestros problemas.

—Es mi decisión, yo lo parí, es mío.

—Es nuestro, lleva mi apellido, soy su padre, métete eso en la cabeza.

Ella terminó su bebida y dejó la copa sobre la mesa.

—¡Mami! ¿Puedes traerme un juguito?

—Claro cielo, voy por tu jugo.

Dagmar se levantó de la silla y se dirigió a la cocina, al encaminarse hacia allá observó a Ava sentada en el sofá de la sala de estar. Ava solía estar lejos de ellos cuando llevaba a Landon, aunque interactuaba con él pocas veces, ya que, Dagmar no dejaba que él se acercara mucho a ella.

—¿Lindo día no, Ava?

—Así parece.

—A propósito, ¿Cuándo es la boda?, estoy ansiosa por estar ahí.

—¿Petrus no te lo dijo? No estás invitada, pero el niño sí, es su hijo, y merece estar con su padre ese día.

—No pretendo dejar a mi hijo solo con ustedes.

—¿Por qué no? Petrus es su padre y ha probado ser lo suficiente capaz para cuidarlo, además, yo no le haré daño, si es lo que piensas.

—Solo lo dices para mantenerte cerca de Petrus, ¿no es así?

Ava cerró la revista que leía, la cual tenía como portada una fotografía suya junto a Petrus, ambos abrazados, aparentemente sin ropa mientras estaban rodeados de rosas y hojas. El titular decía: El conde del rock junto a su prometida, Ava Luther, mejor conocida como: La encarnación de Milós. A poco tiempo de su boda. Entérate de todo en las primeras páginas. Años atrás verse en una revista era motivo de preocupación, en estos momentos ya se encontraba más que acostumbrada.

—No te proyectes en mí, Dagmar, ese es tu juego, cuando vienes aquí con la excusa de que no quieres dejar al niño solo con su padre.

—Eres una...

Las palabras de Ava le hicieron enfurecer, estuvo a punto de acercarse a ella sin las mejores intenciones, pero Petrus la detuvo al interponerse en su camino. Había escuchado parte de la conversación.

—¿Qué ibas a hacer, Dagmar?

—Iba a enseñarle que tiene que respetarme.

Petrus ya estaba harto de su comportamiento, sus manos tomaron sus hombros con rudeza, al ver su expresión, Dagmar se mostró sorprendida, no se esperaba esa reacción de su parte.

—Escucha bien. —sus manos la sacudían un poco— Esta es mi casa, ella será mi esposa, la única que tiene que respetar aquí eres tú, ten la decencia de comportarte, al menos por Landon y no le transmitas esa actitud tan desagradable, ¿entendido? —ella no dijo nada y él repitió la pregunta con más severidad— ¿Entendido?

—Papi... —Landon estaba ahí, viendo la forma en que su padre tomaba de los brazos a su madre, algo que lo confundió— ¿Están peleando?

—No, pequeño. —él la soltó y se dirigió a él— Solo estábamos hablando, no te preocupes.

Landon entendió, sin embargo, le resultó confuso. En cuanto a Petrus, se maldijo en voz baja, había actuado como su padre lo había hecho tantas veces con su madre, lo que creó secuelas en él que actualmente lo estaban afectando.

CABELLOS NEGROS. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora