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Como si el destino quisiera ir en contra de sus palabras, ese viaje fue la ultima vez que pasaron un tiempo de calidad a solas y en paz. ya que al volver, las cosas empezaron de mal en peor.

Debido al poder de Mika y el riesgo de ser secuestrada por los enemigos, ella debió quedarse en la academia resguardada por los hechiceros y Satoru, por lo que tuvo que tomar sus vacaciones en el trabajo debido a sus constantes ausencias; por lo que simplemente vivía dentro de las paredes de la academia, viendo a los estudiantes ir y venir por los pasillos, mientras ella vivia en la biblioteca tratando de distraerse del caos, Pero a veces satoru la llevaba consigo al escondite donde Itadori se encontraba y pasaba el tiempo junto al joven de cabellos rosas.

— ¡Mika-san!.- Exclamó Itadori al verle llegar con varias bolsas, rápidamente se levantó para ayudarle.

— Lamento la tardanza, alguien no podía decidirse entre malvaviscos o chocolates..- Acuso a su esposo que rodó sus ojos mientras le quitaba su chaqueta y la dejaba en el sofá.

— También te amo, preciosa.- Mascullo entre dientes viéndole abrazar al adolescente y sentarse a su lado.— Como vas yuuji?

— Mejor, no es tan difícil como lo pensaba.- Comento orgulloso de si mismo, pero dejo de hablar al ver que Mika tomaba el muñeco que lo hacía batallar y lo abrazaba contra su pecho sin inmutarse.— Mika, san. Cuidado.

— Por que?- Ladeó la cabeza curiosa, pero satoru Palmeo la cabeza del adolescente.

— Tranquilo, ella estará bien.- Saco de las bolsas la comida y le entrego a Mika sus frituras favoritas, ella le agradeció con una gran sonrisa.

— Se quedará conmigo hoy?- Pregunto Itadori ilusionado, Mika asintio con emoción.

— En efecto.- Se quito los zapatos y se acomodo en el sofá.— ¿Que película veremos hoy?

Entusiasmado, Itadori comienza a rebuscar entre las cientos de películas que Satoru le había entregado. Satoru vio algo en su teléfono y llamo la atención de su esposa, ella le dejo el muñeco en el sofá diciendo que volvería y lo acompaño a la entrada.

— Volveré en unas horas, ¿estarás bien?.-  Tomo su cintura y se acercó para murmurar.

— Lo estaré, solo veremos películas, chismearemos de cosas, lo mantendré al tanto de la cultura popular, de sus amigos, de todo lo que se ha perdido desde que - hizo comillas con sus dedos.— "Murió".

El peliblanco sabía lo mucho que a Mika le molestaba la situación de estar ocultando a Itadori de sus amigos, Pero satoru le había explicado todo con calma y ella aceptó a regañadientes esperando con ansias, el dejar de mentir a Megumi.

— Esto no durará mucho, lo prometo.

— Más te vale, aún no puedo ver a Megumi a la cara, de seguro nos odiara.

— Me odiara a mi. A ti te adora.- Beso su frente.— Ten cuidado, ¿de acuerdo? No salgas hasta que vuelva.

— Está bien, ten cuidado, te amo.

Ella sin darse cuenta de lo que había dicho, beso sus labios y se alejo para volver al lado de Itadori dejando a un estupefacto satoru que no supo cómo responder quedándose helado en su lugar.

Para cuándo Mika se dió cuenta de lo que había hecho, volteo de golpe encontrando a satoru aún de pie en la entrada, al cruzar miradas simplemente sonrió.

Mika sintió sus mejillas rojas.

— Hablaremos después.- Vocalizo para que Itadori no escuchará y se marcho dejando a Mika con el corazón latiendo fuertemente contra su pecho y sus mejillas rojas como manzanas.

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