Casada con la mafia

Marianni Rinaldi

Al fin regreso a casa, veré a mis tíos que tengo meses que no los veo y claro a mis estupidos primos y al imbecil de Leonardo, me enteré que Sean se casó con Andrea, que al fin ya era hora que esos dos se casaran.

A raíz que mi padre murió y mi madre me abandonó, me refugie con mis tíos,  ellos me criaron como su hija al igual que Andrea y Leonardo, actualmente soy modelo y recorro medio mundo, tomando fotografías para revista, comerciales, pasarelas etc, es una vida muy agitada la de un modelo.

Ahora voy de regreso a casa por unas vacacione que tanto me merezco.

Leonardo Rinaldi

No puedo creer que mis tíos me hayan enviado a buscar a esa zorra, mal parida de la Mar, ash no la soporto, muy fresa y zorra para mi gusto.

Estoy en el aeropuerto con el estupido cartel que dice su puto nombre, cuando la veo a simple vista y wow que mujeron, está más zorra que la última vez que la vi.

-Valla mis tíos enviaron a su sabueso.

-Cállate zorra.

-Seré zorra, pero no mugriento. 
 

A eso me refiero, una zorra de primero.

-Se voltea el lo mira- apúrate con mis maletas, que ya quiero ir a casa.

Aparte me trata como sirviente, Dios mío apiadate de mi.

En el camino ambos no hablaban, hasta que Leonardo decide romper el silencio, pero Marianni le suena el celular y decide responder, en el camino hablaba con su mananger mientras que Leonardo se quejaba mentalmente, al llegar Marianni sale del carro corriendo a saludar a sus tío, mientras Leonardo bajaba sus maletas.

-Gracias Leo por recoger a mi sobrina.

-No se preocupe Gabriel, cuando se trata de mi mujer, haré todo lo posible.

-Ya veo que no se te quita esa obsesión.

-Como usted dijo, no la e superado.

Así es, a pensar que no soporto esa mujer, ella me tiene loco, la razón por la que e estado tanta veces en la cárcel es gracias a ella, eh matado a todo hombre que sea su pareja incluso su recién prometido, a decir la verdad la odio pero ella hace brujería en mi para que me dejara loco por ella.

Pero en fin, sacará mi loco obsesivo por ella, y la haré mía así sea a la fuerza, como lo e echo con cada mujer que quiero, y tengo a mis perfectos cómplices para eso.

Fin.