43.

9 6 0
                                    

—Vincent, ¿cuáles fueron los motivos por los que asesinaste a Petrus Stoddard la noche del dos de noviembre?

Vincent no decía nada, solo estaba sentado en esa silla mirando al frente, como una estatua, se mantenía perdido, ni siquiera era capaz de discernir en dónde estaba, desde hace algunos días que no hablaba.

—Estoy tratando de ayudarte, pero tu silencio no es una ventaja en estos momentos.

El policía que lo interrogaba estaba perdiendo la paciencia, había pasado más de diez minutos en esa situación, tratando de hacerlo hablar, pero no obtenía nada.

—Al menos pudo declarar momentos después del asesinato.

—No pudo con la culpa.

Mike y Steve estaban al otro lado del espejo de la sala de interrogatorio, observaban a Vincent y al policía, ellos y el equipo que los acompañaban no pudieron obtener más información tras el asesinato.

—Debió tener sus razones, dado el historial que mantenían ambos. —comentó Mike— Supe que nunca estuvo dispuesto a testificar, nos dijo que sí para mantenernos fuera de su alcance mientras planificaba todo.

—Obtuvimos la dirección de la tienda de armas donde consiguió la pistola con la que lo asesinó, casualmente es el mismo modelo que tu arma. También le embaucamos los VHS que guardaba de los asedios de Petrus hacia Samara.

—El día que nos reunimos me preguntó por el modelo del arma, al principio creí que fue por simple curiosidad, pero ahora sé que pensó en esto desde hace algún tiempo.

—Cuando lo trataste en prisión, ¿no identificaste algún indicio? ¿Algo que pudiera delatar su deseo de venganza?

—No. Sufría delirios y paranoia, me comentó que soñaba con Samara, pero nunca presentó alguna señal tan alarmante.

—Petrus logró llevarlo al borde de la locura esa noche.

—Y no ha sido al único, cuando su hermana supo de su fallecimiento fue similar a ver a un fantasma en vida, le asignaron una psicóloga, pero no ha podido hacer mucho.

—Debió ser un golpe fuerte, perdió a sus padres en circunstancias críticas, y ahora su hermano murió de esta manera.

—Petrus causó un gran estrago en las personas que lo rodeaban. ¿Cómo está Ava?

Steve bajó la mirada y suspiró.

—No he sabido nada de ella, no responde mis llamadas. Creí que seguiría en la mansión, pero todo indica que se fue.

—¿Quieres que la busque?

—No... Necesita tiempo, también resultó afectada. Lo amaba.

—Él logró manipularla.

—No, estoy seguro de que no fue así.

—¿Qué quieres decir?

—Ava conoció al Petrus que surgió luego de ese accidente, no fue el mismo Petrus que investigué tras la muerte de su padre, ella se enamoró de la personalidad que él creó, una personalidad encantadora y protectora para ella, aunque los vestigios de su personalidad original siempre estuvieron presentes, ella ignoró todo eso por amor.

—Fue mala idea haber seguido su plan.

—Por más que deteste decir esto, no lo fue, Mike. Sin su intervención no habríamos logrado esas pruebas.

—¿Pero de qué sirven? Ya está muerto.

Nicolás atravesó la puerta, le pidió a Steve que lo siguiera, debían ir a la oficina de Connor, ya que habían obtenido algunas evidencias tras la investigación que se ejecutó en la mansión de Petrus. Al llegar a la oficina, Steve observó una pequeña caja al centro del escritorio, así como una serie de bolsas plásticas en las que estaban algunas cosas, al acercarse notó que habían mechones de cabellos, un collar de perlas, partes de animales y algunas fotografías.

CABELLOS NEGROS. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora