Purple and Red [Madara Uchiha x Oc]

៚ Capítulo 10

" Confesión de amor."

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El silencio en la villa de la hoja era casi ensordecedor, lo único que podía escucharse era el ruido leve de las pequeñas gotas de agua que caían del cielo estampandose contra su límite. La noche era húmeda y nostálgica, _" justo como el clima en Kirigakure, justo como ella "_ pensaba Madara mientras caminaba por una oscura calle en total silencio mientras comparaba en su mente aquella noche lúgubre con Saori y sus orígenes.

Tantas cosas de por sí le recordaban a ella, pero ahora, esta noche hizo que la recordara más. Madara no paraba de pensar en cómo lucía hoy Saori, sus ojos cansados y llorosos por la tristeza, su respiración calmada, sus sollozos y su voz casi silenciosa... ella era una noche triste. Madara suspiró con pesar mientras seguía su paso sin importarle lo mojada que ahora estuviera su ropa a causa de la débil lluvia. Sus sandalias ninja estaban llenas de agua estancada y mugre de la calle, y su cabellera azabache totalmente rebelde recibía cada pequeña gota de lluvia, pero eso a él le importaba una mierda.

La rabia que sentía en su interior era inmensa al pensar en que por su culpa, Saori tenía el corazón roto.

Él había sido tan ciego para no darse cuenta...

Tan tan ciego.

Los pasos del Uchiha se detuvieron frente a una puerta de madera bastante fina, y sin suavidad alguna dio toques bruscos en busca de una respuesta.

_ Ya voy. _dijo ella mientras se quejaba, hasta que abrió su puerta, y detrás de ella, vio con sus jades abiertos de par en par la presencia de Madara. _¿ Qué haces aquí?. _le preguntó cambiando su mirada rápidamente a una mirada descarada llena de coquetería y burla, mientras sonreía de forma pícara y jugaba con uno de sus cortos mechones color flor de cerezo.

Madara solo la miraba fijamente. Sus ojos azabache reflejando odio, mucho odio, y sobretodo, desagrado.

Sakura ignoró por completo el aura asesina que aquel hombre emanaba, tocando con sus descaradas manos el pecho del susodicho como si ella tuviese permitido hacer con tal libertad dicho acto. _ Vamos, Madara, yo sé que quieres entrar a mi casa y quieres tocarme como nunca tocarías a la desgraciada de Tsukigami.

Antes de que la pelirosa pudiera seguir hablando, sintió las grandes manos del Uchiha tomarla por las muñecas con brusquedad, quitandolas de encima de su pecho con asco.

_ No me toques. _expresó él. Su voz ronca y profunda reflejaba su furia.

Sakura quedó atónita, viéndolo con una pizca de miedo y confusión en sus ojos mientras se sobaba sus muñecas marcadas del rojo que dejó el agarre del Uchiha.

_ Madara?. Ja, no me digas qué... _expresó con incredulidad, frunciendo sus ceño y sonriendo de forma tal que su sonrisa de burla no llegaba a sus verdosos ojos. _ ¿Esa estúpida de verdad te hace sentir algo?, ¿tan rápido te olvidaste de mí?, ¡¿tan rápido te olvidaste de lo que me hiciste?!, grandísimo hijo de puta. _sus ojos se llenaron de lágrimas, hasta que, consumida por el rencor, le trató de lanzar una bofetada al mayor pero antes de que su mano cubierta con chakra llegara a aquel rostro inexpresivo fue detenida.