𓏲 🏀 ࣪˖ Capítulo 04 ⊹

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Danielle se encontraba sentada en la cafetería mientras veía su celular, estaba esperando a que llegara su omega.

Alzó la mirada cuando escuchó la voz de Jungwon.

—Ten cuidado, Haerin —lo escuchó decir.

—Ay, sí, perdón —le dijo mientras seguía caminando hacia Danielle.

Haerin le regaló una sonrisa a su alfa.

—Hola, guapa —se inclinó a dejarle un beso en los labios contrarios.

—Tardaste un poco —comentó con un puchero—. Tengo hambre, omega —extendió su mano.

La pelinegra entendió y de inmediato se apresuró a sacar el almuerzo que tenía para Danielle.

—Te tengo muy consentida —le pasó el taper.

—Es que me amas mucho.

Haerin asintió y vio la sonrisa de su alfa hacerse más grande cuando vio la comida.

—¿Tienes clases ahorita? —preguntó la coreana.

Dani, quien tenía comida en la boca, negó y se apresuró a comerse el bocado para contestar correctamente.

—Tengo una hora —sonrió—. ¿Por qué?

Haerin asintió.

—Es que quiero hablar contigo.

La mayor se ahogó con su comida.

—¿Vas a terminar conmigo? —preguntó con miedo y su voz temblorosa.

Ella negó rápidamente.

—No, tonta —estiró su mano para entrelazarla con la de Danielle—. Es otra cosa que no puedo decir aquí, mi amor.

La pelirroja solo asintió y bajó su mirada a su comida. Cuando vio que ya había acabado, guardó el taper en su mochila y se paró para después tomar la mano de su omega.

—Vamos a ir al auto —le dijo Marsh mientras seguían caminando—. Allá nadie nos va a molestar, así que podrás decirme.

Unos diez minutos después llegaron al auto de la mayor.

—¿Quieres ir a algún lugar? —preguntó la alfa, mirándola.

Haerin lo pensó un poco y luego negó.

—Creo que aquí estará bien —se acomodó en su asiento—. ¿Ya ves que hace un ratito tardé un poco en llegar contigo? —ella asintió—. Bueno, lo que pasa es que cuando yo fui al baño me topé con Siwoo —la extranjera volvió a asentir algo confundida—. Yo estaba platicando un poco con ella, pero en eso alguien llegó y pues las dos nos metimos en un baño, obvio separadas —aclaró.

Haerin sacó su celular y se lo extendió a su novia una vez buscó lo que quería.

Danielle vio que era una grabación y alzó su mirada viendo con más confusión a su novia.

—¿Qué es esto?

—Escúchalo y ya lo verás.

Danielle hizo lo pedido y empezó a escucharlo. Era la voz de Jihwoo, la alfa con la que su novia había peleado.

Marsh solo hizo un gesto y le regresó el teléfono.

—¿No te preocupa que te haga algo mientras juegas, bebé? —cuestionó confundida.

Danielle sonrió ante su preocupación y negó lentamente.

—Yo no voy a jugar, bebé.

El rostro de Haerin se formó de sorpresa al oír esas palabras.

—¿Por qué? Si este es un partido importante para ustedes —recordó.

Danielle asintió.

—Pero he tenido un pequeño dolor en el hombro —acarició la mejilla de la omega—. Los chicos y yo hablamos sobre esto y decidimos que solo jugaré en el segundo tiempo si es necesario —se inclinó un poco para dejar un beso después de terminar de hablar.

—¿El entrenador ya sabe lo de tu hombro?

—Sí, la doctora ya me dio algunos antibióticos y ayer fui a hacerme una radiografía para ver que no sea algo malo en los huesos.

—¿Por qué no me dijiste para acompañarte?

Danielle suspiró.

—Mi amor —agarró su rostro con las dos manos—, ayer tuviste un día súper pesado y estabas muerta de sueño, además no es nada grave, solo me duele porque hice un movimiento brusco, pero es todo.

La menor formó un pequeño puchero que fue besada por la australiana.

—Pero- —Danielle la interrumpió.

—Todo está bien y lo estará —la besó nuevamente—. Si me vuelvo a sentir mal o algo te dijo, ¿si? —le dijo y Haerin asintió.

Después de seguir platicando un rato más en el auto tuvieron que salir, ya que todavía tenían clases.

Se despidieron de un beso y cada quien se fue por su camino con rapidez por el hecho de que se les estaba haciendo un poco tarde.

La tierna basquetbolista | DaerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora