Ghost

Segunda parte

Una almohada en sus pies, su cama pegada a la pared, su cobija, el clima prendido, la puerta, su luz de noche, su celular azulado para llamarle a su hermano, todo colocado de manera estratégica para evitar el fantasma.

Él había creado una cama anti fantasma. Realmente deberías ser contratado por los caza fantasmas, su experiencia no era ningún chiste.

— veamos quién es el mejor—. Le dijo a la nada con una sonrisa de autosuficiencia.

Apagó la luz e hizo su carrera para llegar a su cama, entrando de un salto a ella, y cubriendo con su cobija todo su cuerpo, miró a ambos lados, asegurando la zona sonriendo nuevamente mientras se dedicaba a dormirmirando al hacia el pasillo.

4;43 am.

Un golpe se escucha , Regulus abre sus ojos y sonríe al saber saber que el fantasma no le había jalado los pies. Pero rápidamente su sonrisa al ver una sombra pasar de habitaciones en habitación.

—Mierda...— piensa volteando a ver a la pared, — tú no viste nada, tú no viste nada, es el viento, es el viento— la mano golpeaba fuertemente su columna haciéndole chillar de dolor.

¡Carajo!¡Ahora el fantasma sabe que estoy despierto!

Espero el movimiento brusco por parte del fantasma, temblando sobre su cama, cerrando los ojos con fuerza, siendo totalmente perdido, escuchar el fuerte sonido de la puerta siendo azotada.

— tramposo de mierda.... — murmuró mientras se escondía entre sus cobijas — ¿por qué no a Sirius? ¡Él es más molestable que yo! —.

Aunque la única respuesta fue una brisa helada.
Sin más que decir o actuar, cerró sus ojos tratando de convencerse a sí mismo de que aquel ser místico le dejara que se duerma sin molestarlo más.

— ¿Crees que el fantasma busque algo, Jay?
Regulus cuestionó a su novio con cierta duda en sus palabras.

James le miró unos segundos realmente pensando en aquello que le comentaba su pareja. Ambos en un espacio apartado de las gradas de la escuela, mirando los alrededores.

— Pues eso depende...
– ¿de qué, Jay?

— De si es bueno o malo, regg —. Su pareja alzó su rostro, mirándole a la cara desde abajo, dejando su rostro en las piernas contrarias.

— Es malo, totalmente —. Habló sin pena alguna. De forma segura.

— ¿Por qué no le preguntas?

Si claro, a su novio no le funcionaba la cabeza de forma real, ¿quería que el fantasma le diga que lo quiere matar? En el peor de los casos, ¿qué lo maté? No, muchas gracias por las propuestas, él prefiere vivir.

— ¿Estás loco? — El menor de los black miraba horrorizado a su novio.

— Debes ser más abierto a las soluciones, Reggie —. Regaño algo divertido al contrario — Tal vez ayude, y si no...

— ¿Qué?

— Puedes hablar con una iglesia para que bendigan tu casa.

— No funcionará. Esas cosas no son reales.
James rodo los ojos ante eso.

Esa vez, Potter decidió no complicarse la vida discutiendo con Regulus. Era demasiado terco como para lograr hacerle cambiar de opinión en tan poco tiempo.