Capítulo 04

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Ha pasado una semana desde que el Duque Beaumont y su hijo se mudaron al palacio de las Fresias, que en realidad no se encuentra muy lejos del palacio principal y en el que por lo general se hospedan altos funcionarios o por lo menos eso es lo que entendí cuando escuché a mamá Marie cuando hablaba con nuestro hermano Étienne.

—Te ves fatal —me dice Dorian mientras caminamos hacia la biblioteca justamente del palacio de la Fresias.

Suelto un suspiro, miro hacia atrás de nosotros, los sirvientes caminan en silencio, encabezados por Elodie que parece estar muy atenta a cualquier persona que se atraviesa por nuestro camino.

Me acerco a Dorian hasta que quedo lo suficientemente cerca de su oído.

—¿Has soñado que ese hombre te golpea con un cinturón? —le digo y no puedo evitar hacer una mueca de disgusto.

­—¿Te ha golpeado? —pregunta Dorian en voz alta, lo que hace que un silencio se extienda y Elodie da un paso hacia adelante.

—¿Sucedió algo su alteza? —pregunta, pero es a mí a quien mira.

Trago saliva, asiento con la cabeza y sonrío.

—Una pelota, me ha golpeado una pelota —miento.

—¿Disculpe? —pregunta Elodie y parpadea varias veces— ¿La ha golpeado una pelota? Pero, no recuerdo que hayan jugado... ­ —parece pensarlo un poco, pero deja de hacerlo y corre hasta llegar a mi lado, se inclina hasta quedar a mi altura y observa atentamente mi rostro— ¿se ha lastimado en alguna parte?

Niego con la cabeza y le lanzo una mirada de disgusto a Dorian quien la esquiva al girarse para ver hacia otro lugar.

—No lo he hecho —le digo para tranquilizarla—, fue hace tiempo, solo me acorde, pensé que sería buena idea jugar con el hijo del Duque Beaumont, debe de estar aburrido de solo poder tomar clases.

Elodie curva las cejas hacia arriba y me mira con una tierna sonrisa.

—Usted es muy dulce su alteza —me dice.

Yo le sonrío y giro para ver a Dorian quien tiene una expresión de confusión en su rostro.

Lo miro atentamente y se lo que esta pensando: ¿En verdad eso es un acto que hace a alguien parece dulce?

Volvemos a emprender la marcha y caminamos por los arcos que nos resguardan del sol y nos dan una buena vista de los jardines, ya puedo empezar a distinguir el olor de las fresias.

Trato de concentrarme en lo que veo en este momento, en los extensos jardines que parecen no tener fin, en los edificios que componen el palacio imperial, trato de apartar la imagen de ese hombre aterrador y de la sensación que me hace sentir, de ese miedo que me da voltear hacia atrás y encontrarlo con un cinturón en la mano, la hebilla brillante y listo para asestar el primer golpe. Un escalofrío me sube por la espalda y me encojo un poco sobre mí misma, Dorian lo nota y toma mi mano, empieza a canturrear:

—La luz de la diosa guía mi camino, toma mi mano y susurra a mi oído, su espada es fuerte...

♕♕♕♕♕

—El que no debería de estar aquí a llegado temprano —dice Dorian cuando entramos a la biblioteca del palacio de las Fresias y lo primero que vemos es a Liam Beaumont sentado con un libro ante él.

Frunzo un poco el ceño porque el señor Hanan no parece estar en la biblioteca y porque él en verdad parece estar muy concentrado en lo que está leyendo, hoy lleva puesto un traje blanco con pequeños detalles en dorado, lo que hace resaltar aún más su cabello y sus ojos de ese color tan extraño.

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2024 ⏰

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