❝𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 𝐇𝐀𝐓𝐓𝐄𝐑❞ - Bridget, Queen of Hearts

001; Auradon

⋆𐙚₊

EL DIA había avanzado casualmente más rápido de lo normal, en poco tiempo ya tenía sus cosas listas metidas en su bolso, su padre le había enseñado unos cuantos trucos que ahora él hacía, por ende todas sus cosas estaban dentro de ese bolso mágico infinito.

Una de las herencias del gran Hunter Sombrerero.

Ya tenía todo, solo necesitaba a su fiel compañero, su ratón Matty, fue a por él mientras daba un último vistazo a su hogar, el lugar que dejaría para ir a conseguir una nueva vida lejos de la Isla.

El lugar en donde compartió tanto con su padre, desde que Henry tuvo memoria, no conocía nada más que esa casa y la Isla, sus amigos y los amigos de su papá. Ahora emprendería un nuevo viaje junto a su compañero lejos de esa casa de risas y locuras.

Sonrió una última vez como si pudiera ver el espíritu del gran Sombrerero y salió de ahí cerrando la puerta, en su mente, también se cerrarían las puertas de la tristeza para encaminarse hacia la felicidad.

—¿Listo Matty? —El chico se colocó su particular sombrero, no tan alto como su tío o su padre solían y suelen usar pero aún se veía como parte de la familia. Su ratón sólo chilló al ser metido dentro de aquel sombrero con delicadeza. —¡Nos vamos a Auradon!

Junto a su bicicleta de modo extraño siguió el camino del puente hacia el Reino de Auradon, esperando que el camino sea prometedor, al igual que como lo pintaban en cada carta mandada a la Isla.

Solo esperaba no equivocarse y cumplir su misión.

[ Love Ain't it ]

Llegó a la entrada, la cantidad de personas que habían era demasiado como para contar con los dedos. Padres e hijos caminaban dentro del lugar, él estaba perdido en la recepción.

A dónde quiera que sus ojos miraban solo estaba la gente que casualmente lo miraba de reojo, tanto reyes, príncipes y villanos. ¿Por qué? No tenía ni una pizca de azúcar en el rostro.

—¿Puedo ayudarle en algo? —Comentó una de las guardias que atendía detrás de una mesa, tal parece era la que pasaba la lista para ingresar.

—Oh, sí, vine por la invitación de la directora Uma. —Sonrió al nombrar a su amiga, ese logro fue grande a comparación de los ladrones que eran en la Isla. —Soy Henry Sombrerero.

—Henry Sombrerero... —miró la lista, buscando el nombre, dio un visto bueno al notarlo. —¿Hijo del Sombrerero Loco? —Henry asintió con entusiasmo. —En la lista, bienvenido a Auradon, siga caminando por favor.

Después de dejar su bicicleta en un lugar apropiado agarró con fuerza su bolso, viendo la entrada de aquel lugar. No lo negaría, estaba nervioso de poder cometer algún error. Vamos, era el hijo del Sombrerero Loco, ¿Qué es a lo que debería de temer? Quizás solo a su padre.

Como era costumbre, su tío no aparecería por ahí. Miró de reojo hacia atrás al sentir algunos jadeos de sorpresa y un silencio casi de inmediato.

Era obvio que las reconocía, era Cenicienta y por el otro lado se sorprendió más,  era la mismísima Reina de Corazones, aquella mujer de la que su tío tanto había hablando.  Ella parecía hablar con Cenicienta, al igual que la chica detrás de ella, suponía que era su hija.

Al ver que se asomaba a él se hizo a un lado para seguir observando como se iban.

Algo había llamado su atención y era esa Reina, a parte de que el aire desbordaba autoridad y tiranía por todos lados, algo recordaba de aquella mujer.