El libro inicia con Uzi.
Quien estaba ligeramente agitada, con una mano cubría su boca mientras que con la otra atendía a su necesidad extraña.Con la mano cubriendo su boca, no podía todavía dejar de soltar sonidos, daba unos cuantos suspiros que eran audibles en su cuarto.
Mantenía su mano allí abajo, metía y sacaba dos de sus dedos con una velocidad desesperada por querer más, ojalá y alguien estuviese para hacerla gritar de placer, lo que más la excitaba era tener pensamientos sucios mientras hacía tal cosa.
Algo vibrando a su lado la interrumpió en pleno acto de su autoamor, miró la pantalla de su celular que había sido causa de interrumpirla, y se trataba de su amiga V.
¿Por que llamaría V?, apenas se llevaban bien y se consideraban amigas, además de que V nunca la llamaría.
Quiso ignorar la llamada, y seguía masturbándose con sus dedos, su flujo vaginal ya comenzaba a manchar su cubre camas.
Su celular nuevamente sonó, con pesadez, obligada a detenerse, agarró su celular con la mano que no tenía manchada de sus propios flujos, contestando.
Uzi — ¿Qué mierda necesitas? — Respondió de mala gana, V dió una risa molesta.
V — Idiota... Estoy afuera de tu casa, recuerda que teníamos que hacer un trabajo. — Uzi al escuchar eso, se asustó. Poniéndose demasiado nerviosa, le contestó mientras se levantaba de la cama para arreglarse.
Uzi — Ah, ¡sí sí! Espérame tantito, ¿bueno? Eh, ¡arreglaré mi cuarto! — Habló, y se apresuró en vestirse y se lavó bien las manos, incluso echó un aromatizante a su cuarto.
Cortó la llamada, y haciendo a un lado todas las cosas que había sacado para satisfacerse. Tan estúpida que fué, por que se le olvidó que tenía un trabajo que terminar con V.
Una vez que ordenó todo lo que pudo, salió
de su cuarto corriendo hacia la puerta para ir a abrirle.Apenas abrió la puerta, se encontró con la peliblanca parada justo ahí con una mano apoyada en sus caderas, con la otra sostenía su celular.
La miró de arriba hasta abajo, quedó embobada. Era diferente, era la primera vez que veía a V con otra ropa.
Que no sea la de esa maldita cárcel (Colegio).
Uzi — A-Adelante... Jeje — Dijo, poniéndose tímida y cada vez más roja.
V pensaba: "Pero qué tipa más rara".
Ya que veía el rostro sonrojado de Uzi, podía notar también que cada vez más en que Uzi se ponía roja, se subía su temperatura y todo eso.Entró, y luego ambas fueron al cuarto de Uzi.
La pelimorada no entró, ya que fue al baño para relajarse. Dejando completamente sola a la peliblanca, quien se tomó para explorar la habitación de la menor.