Su "pelinegra", para él, el amor de su vida.
Su "italiano", para ella, el hombre que siempre amaría, pero también el hombre que siempre le rompería el corazón en mil pedazos.
-buenos días- saludó Theo al verme en la sala común por la mañana
-hola- lo saludé de mala gana mientras me servía un vaso de agua y el frunció el ceño, inclinando la cabeza
-no me hables así- se quejó pero a la vez sonreía
-qué es gracioso?- voltee a verlo
-es por tu novio?- preguntó y yo volteé los ojos y empecé a caminar en dirección a mi habitación -esperaaa- corrió detrás de mí riendo y entró a mí habitación después de mí
-no te quiero aquí theoo- me quejé
-te ves linda en pijama- habló viendo mis shorts y yo le lancé un cojín a la cara
-callate- le dije y él rió
-no estés molesta conmigo, Pelinegra, solo te cuido- se acercó y yo lo empujé lentamente
-cuidarme de qué, exactamente?- pregunté y él inclinó la cabeza -de mi novio de toda la vida? Él me debería de cuidar de tí- puse mi dedo en su pecho, acusándolo y el echó la cabeza hacia atrás, ofendido
-en eso te equivocas, cara mía, yo jamás te tocaría un pelo... te lo jalaría,en esta cama- señaló mi cama y yo fruncí el ceño -pero no de mala forma- sonrió y yo negué, molesta
-es imposible hablar contigo- me senté en mi cama y él se acercó con una sonrisa, su cara quedó frente a la mía y sus manos junto a mis muslos -tus ojos son lindos, me dan envidia tus pestañas y tus cejas- lo miré y él soltó una risita
-es lo que menos me gusta de mi rostro- sonrió e inclinó la cara
-pues tenemos gustos distintos- me encogí de hombros
-que es lo que menos te gusta de ti?- preguntó
-mi sonrisa y mis labios, también el no ser tan delgada- solté, con sinceridad y él respiró profundamente
-si tenemos gustos distintos- sonrió y yo lo miré
-bueno ya, yo tengo novio y no es correcto que te acerques tanto- lo empujé y él rió
-no me vas a dar ni un besito? En algún momento alguien tiene que ser infiel- se acercó de nuevo y yo fruncí el ceño
-no, nadie tiene que ser infiel- me crucé de brazos
-si fueras mi novia, yo consideraría esto una infidelidad- me miró
-entonces “esto” no tendría que estar pasando así que vete- apunté la puerta y él sonrió y salió de mi habitación
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-Pelinegra!- gritó alguien detrás de nosotros
-joder- expresó Nate, con voz cansada y se dió la vuelta
-hola- saludé a Theodore con una falsa sonrisa
-que tal están- me devolvió la sonrisa
-bastante bien, gracias- respondió Nate e intentó darse la vuelta
-los acompaño- dijo Theo y empezó a caminar junto a nosotros
-tus amiguitos no te siguieron el plan de arruinarnos la cita?- habló Nate, molesto y se quedó de pie
-una cita no se da caminando por un pueblo muggle, una cita se tiene en un restaurante que te cueste lo que ella se merece- respondió Theo con una sonrisa arrogante, cosa que solo molestó más a Nate
-ese tipo de citas las tienen quienes no pueden conquistar siendo ellos y tienen que recurrir al dinero, comprarlas con la imagen de hombre rico- respondió mi novio
-te equivocas, Nathan, ese tipo de citas las tienen quienes se toman el tiempo, esfuerzo y cuentan con los medios necesarios para darle una buena vida a su pareja- siguió la discusión, aún con una sonrisa
