{El tiempo Necesario} -TodoDeku-

Capítulo 1

El entorno estaba realmente oscuro. Ese día en específico, la luna estaba más que presente, brillaba en demasía.

Era una buena noche para matar.

Kirishima sostiene su arma apuntando a la cabeza del hombre. Su rostro lucía inexpresivo.

El contrario empieza a temblar, sangre escurría de su nariz y cabeza, tenía moretones y hematomas por todo su rostro. Su perfecto y ordenado cabello estaba revuelto, desordenado. Sus ropas estaban irreconocibles a más no poder. Todo eso tomando en cuenta que se encontraba atado a una silla.

—– ¡Escúchame porfavor! ¡Hablo enserio! ¡Yo no fuí! ¡Se lo juro señor! ¡Lo juro por toda mi fortuna y-

Eijiro golpea al hombre con la parte trasera del arma, haciendo un movimiento brusco a la par que la punta del artefacto era introducida a su boca.

El alto señor empezó a temblar, su ojos se dilataron mientras veía la arma en su boca, sin poder evitarlo, empieza a sudar.

Maldita sea.

Kirishima frunce el ceño, totalmente molesto de que este psicópata se atreviera a desafiar la palabra del jefe.

Estaba indignado.

—– Jefe, este ha hablado demasiado —– El pelirrojo murmura sin apartar la mirada de aquel traidor —– Deme la orden y no volverá a ver a este mentiroso. —– gruñe lo último mientras empieza a apretar el gatillo. El hombre soltó un gritó que no se escuchó debido a la arma insertada en su boca.

—– No lo hagas. —– de un rincón, empezó a caminar una figura de lo que venía siendo el futuro cabezal de la Mafia japonesa más grande. —– Déjalo libre, quiero que hable.

La persona armada, no le quedó de otra que quitarle el arma de la boca, moviéndose unos cuantos pasos hacia atrás.

Shoto avanza unos pasos hasta quedar frente a él. De su bolsillo saca unos cigarros los cuales enciende de inmediato.

—– Así que...¿Realmente no fuiste tú? —– Pregunta mientras lo mira desde arriba con una mirada inexpresiva, tenía el cigarro entre sus dedos. Lentamente se agacha hasta quedar a la altura de la cara del hombre —– ¿No fuiste tú el que nos traicionó?

El contrario tuvo que reprimir el impulso de sacudir la cabeza, debido a que cuando hablo, la gran cantidad de humo fue de lleno a su cara.

El pelinegro, niega un sin fin de veces. Sube su mirada para encontrarse con esos ojos heterocromaticos tan intimidantes y desafiantes. Sentía sus feromonas por toda la habitación.

—– No fui yo, jefe, se lo juro.

Shoto no dice nada, lo examina por unos segundos antes de colocarse en su posición principal.

El tipo en la silla, se sintió aliviado. Ya no le interrogarian más.

—– Mientes.

En un momento inesperado, Shoto apaga el cigarro en el brazo del sujeto, a la par que que le agarra del cabello.

—– ¡S-señor! ¡L-le juro que y-yo-!

Su frase quedo a medias en cuanto vio como sacaba un cuchillo y se lo colocaba en la garganta. El hombre empezó a jadear de manera ruidosa, mientras finas lágrimas salían de sus ojos.

Podía sentir la gran presión de feromonas por todos lados, eran bastante intimidantes.

Hasta vio por el rabillo de su ojo el como Kirishima formaba una sonrisa satisfecha.

—– Tenía planeado no castigarte con la muerte si eras sincero, pero claro. La sinceridad no es de tus mayores fuertes ¿No es así? —– Murmura el mayor hacia el hombre atado a la silla, empieza temblar aún más en cuanto la punta del cuchillo se empieza a clavar de a poco —– Traicionarnos no te convenía en lo absoluto, y por lo visto tenías los suficientes huevos como para contar información privada al enemigo. No mereces más que la muer-