Capítulo II

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Ya han pasado dos semanas desde que regué mi café sobre el desgraciado en la cafetería, fue un chisme que no duró mucho, claramente fui la eminencia en redes sociales y el cero a la izquierda de mi clase, habían personas que me apoyaban, y otros que duraron dos semanas enteras dedicandome comentarios no muy agradables y miradas de reproche. Al final ocurrió un accidente mucho peor que opacó el mío y todo volvió a la normalidad. O eso creo.

Hoy era mi día libre así que tenía que aprovecharlo, estaba con Jess en el centro comercial ya que le apetecía ir de shopping y no quería ir sola así que me pidió que le hiciera compañía.

—¡KATH!— gritó Jessica — mira, es de tu talla. —señaló un vestido color turquesa que llegaba por encima de las rodillas a la mitad de los muslos y tenía la espalda descubierta era muy hermoso solo verlo.

—Pero Jess, sabes que no me gusta usar vestidos, y no lo necesito.

— Si lo vas a necesitar, ya verás, mejor dicho, se lo terca que eres así que lo voy a comprar y te lo vas a probar ¿vale?

—Jess... No...

—No voy a aceptar un no como respuesta. — sentenció.

Cinco minutos después salimos del centro comercial Jessica tenía una bolsa repleta de ropa y yo bueno... solo el regalo de su parte.

La vida del pobre, bebé.

—¡Hey chicas! — gritó Jacob el novio de Jessica, desde su carro a las afueras del centro comercial.

—¡AMOR!—saludó Jess corriendo hasta el carro de su novio que aparcaba en la acera.

—Hola Jacob — saludé mientras me acercaba, Jess ya había entrado en el carro para besuquearse con su novio.

Puse los ojos en blanco ante su escena romántica.

Esperame un momento, necesito ir a vomitar.

—Hola Kath. — respondió al separarse de Jessica —¿Vienes con nosotros?

— ¡NO! — Gritó Jessica.

—Pero Jess. Fíjate que está agotada de recorrer el centro comercial entero. No creo que aguante todo el camino. — dijo Jacob burlón a lo que su novia respondió con una mirada fulminante.

La verdad no entendí porque Jess no quería que entrara y tampoco el tono burlón de Jacob. Se me daba muy mal captar indirectas y no entendía el porque. Pero era cierto que ya casi no sentía las piernas por todo el trayecto que habíamos recorrido.

Mujer deja el drama y entra de una vez al maldito carro.

Me dirigí a la puerta del carro de Jacob pero justo cuando iba a abrirla alguien más la abrió desde adentro.

Les juro queridos lectores que mi cara fue justo aquella que mencionan en los libros de Wattpad cuando se sorprenden ese tal y abrí los ojos como platos fue la misma expresión en mi cara en ese momento.

No sabía si reír o salir corriendo.

Justo como lo recordaba, alto, un metro ochenta aproximadamente, cabello descontrolado color castaño claro, sonrisa socarrona y...

Hermosos ojos color miel?

Estúpidos ojos color miel.

Si exacto, así describiría cualquiera a Álex Jones, la persona que menos soporto desde que tengo memoria.

Jacob estalló en carcajadas a lo que Jessica respondió con un manotazo.

¿Se estaba burlando de mi?

Entré al auto como si nada pasara.

Fue en ese momento que Alex estalló en carcajadas y se unió a su mejor amigo que llevaba tiempo en lo mismo.

Me da histeria estar con tanta gente idiota alrededor.

Cállate conciencia. Que de mucho ayudas.

Para eso estoy, querida.

— Y tú de qué te ríes? — pregunté furiosa de las risitas del idiota a mi lado — O es que me viste la cara de payaso?

— Tal vez — respondió osado — Pero aún con tu cara de payaso eres el más lindo que he visto hasta ahora preciosa.

Te doy la solución? Tú lo agarras de los brazos, yo de las piernas y lo lanzamos de la ventana del carro. Te parece?

— Jacob podrías arrancar? — preguntó su novia temiendo que en algún momento saliera mi Katherine agresiva. Solo muy pocas personas han visto esa faceta de mí. Entre ellas Jessica.

Jacob después de unos segundos decidio colocar su carro en marcha.

Después de eso el transcurso fue demasiado silencioso.

Muy silencioso.

Llegamos a la residencia en menos de diez minutos.

El primero en salir del auto fue Alex y por consiguiente, yo.

Decidí seguirlo — muy sigilosamente— después de adentrarnos en la residencia.

— Primero me dices que no soportas un minuto conmigo y ahora me sigues? — pregunto sin girarse — La verdad es que no entiendo a las chicas como tú.

¿Las chicas como yo?

¿A qué se refiere con las chicas como yo?

— Acaso tienes algún problema con las chicas como yo? Te afecta tanto el que no sea tu prototipo ideal?

— Todavía no superas el que preferí a otra y no a ti?

Ahora sí lo mato.

— Alex? — justo cuando estaba a punto de responder escuchamos una tercera voz que venía por parte de Ashley en el lugar donde recurría estar todo el tiempo. — Pero que haces aquí?

— Ah. — dijo Alex girándose hacia ella — Hola hermanita.

Espera un momento.

QUÉ?!!!!!!

HERMANITA?!!!!

Nota

A Alex yo le rezo bebeeeeee 🛐

Me encantó el capítulo en particular.

Amo a la conciencia.

Me recuerda a mi mejor amiga, una vez tuvimos un problema con una chica y me dijo, Mira te tengo la solución: tu la agarras de las patas y yo de los brazos, la estrellamos contra el orillo de la escalera y de ahí no pasa. (Es sarcasmo muchachos, calmados todos).

JAJAJJA nunca olvidaré eso. Así que la conciencia hace el papel de mi panquesito en el libro.

Att: Pam 🤠

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