Todo se había ido al carajo, no había manera de volver a lo que el mundo era antes, su vida estaba jodida, no tenía arreglo.
Pero el le mostró que había una salida, el era esa pequeña chispa de luz que le dio la esperanza de seguir adelante.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La incomodidad era constante. Esa sensación de ser observado, de tener siempre una mirada atenta desde lejos, lo estaba volviendo loco. La había sentido antes, como cuando de niño su madre lo atrapaba en alguna travesura, esperando el momento justo para lanzarse con una reprimenda. La sensación era igual, solo que ahora no había regaño, ni castigo... o quizá sí. Desde que Beth le comentó que Maggie lo había visto demasiado cerca de Rick, esa sensación se convirtió en un peso constante. Le inquietaba, le tensaba los hombros, y, sobre todo, hacía que cuestionara cada uno de sus movimientos.
Por más que intentaba convencerse de que estaba exagerando, su subconsciente le jugaba en contra. Sabía que la gente había empezado a notar algo extraño en él, y aunque nadie mencionaba nada abiertamente, su instinto le decía que cada gesto, cada mirada, estaba bajo el escrutinio de todos. Lo peor es que, en el fondo, sabían exactamente lo que pasaba, o al menos parte de ello. La realidad era que Joshua sentía todo lo que querían malinterpretar, pero estaba decidido a negarlo, incluso a sí mismo.
Decidió cortar el problema de raíz: ignorar a Rick.
De pronto, cada vez que Rick se le acercaba, Joshua encontraba la manera de escapar, de mantenerse ocupado o de dirigirse a alguien más en el grupo. De manera meticulosa, incluso exagerada, buscaba refugio en cualquiera menos en él. Ahora solo pasaba con Gleen, cuidaba de Daryl, escuchando sus monosílabos y las constantes protestas de que "estaba bien" y no necesitaba ayuda.
En algunas ocasiones hasta se acercaba a conversar con Hershel o Beth, el y la chica rubia empezaban a formar una linda amistad, lo que hacía menos incómoda la situación. Incluso se refugiaba con Carl, quien ya había mejorado y ahora pasaba pegado a el cómo una goma de mascar en la suela de su zapato. Era el mejor distractor, una manera de alejarse de Rick sin que se viera tan obvio, sin que pareciera que lo estaba evitando de manera intencional. Pero a Rick no se le podía engañar. La manera en que el ex-sheriff lo buscaba con la mirada y encontraba, en su lugar, la espalda del chico alejándose de él.
Rick estaba harto y al borde de la paciencia. Esa actitud distante y tonta lo estaba volviendo loco, lo irritaba. Desde hacía días había notado que Joshua lo evitaba, lo ignoraba. Y él, sinceramente, no entendía por qué. La frustración crecía cada día, y mientras intentaba disimular frente a los demás, en el fondo deseaba hacer algo drástico, algún gesto que hiciera que Joshua dejara de comportarse como un niño asustado.
Joshua lo sentía, cada vez que Rick se acercaba, cada vez que esos intentos de contacto eran cortados abruptamente. Dolía.
La situación de Lori, el secreto que guardaba con Glenn, añadía una capa de complicación que él ni siquiera estaba dispuesto a enfrentar. ¿Cómo podría decirle a Rick lo que sentía, sabiendo lo que sabía? Sabía que Rick descubriría el embarazo de Lori en algún momento, pero la traición, el engaño con Shane, era algo que nadie querría escuchar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
